El placentero sabor de escuchar

DEFINICIÓN de Al Trote: caminar rápido por un largo espacio de tiempo. Francisco José Baños, 28 años, propietario de la cervecería, camina rápido desde que tuvo claro que no le gustaba estudiar. Comenzó a los 14 años como pinche de cocina y aprendió rápidamente que la hostelería era pasión. Pero las largas y duras jornadas de trabajo, sin la posibilidad de introducir nuevas ideas, eran incompatibles con sus inquietudes, así que optó por intentar un trabajo "normal", con horarios, sin más aspiración que el sueldo a final de mes. Pasó al mundo de la construcción y trabajó de albañil durante un tiempo.

-Francisco, decidiste abandonar la seguridad de una nómina, no le detuvo la época de crisis, ni pediste ayuda, decidiste transformar un sueño en realidad, ¿cómo?

-La apertura de un negocio mío, donde desarrollar mis ideas, rondaba día a día. Conocía las horas y esfuerzo que tendría que dedicarle, pero fue una decisión consciente y comencé a buscar local. Más de un año y medio tardé en encontrar el adecuado, porque necesitaba que fuera visual, con poca inversión y que dispusiera de veladores. La cocina no me era prioritaria, quería enfocarlo a venta diaria, con un poco de todo, así que abrí sin producto definido, y comencé a escuchar lo afectada de la economía de las familias por la crisis. Necesitaban dos cosas: un sitio para sentarse donde tomar ese refrigerio que hace del día a día algo interesante y una carta asequible. Observé cómo a la gente le gustaba compartir. Ideé a partir del bocapizza, que tuvo una gran aceptación, el superbocapizza [palabra que incluso ha registrado], que reúne lo que aquí es más demandado, un producto tanto para adultos como para niños, de no más de ocho euros, con el que una familia puede disfrutar de un almuerzo o cena. Esa es la realidad de la demanda, la realidad de Córdoba, el paro actual.

-¿Qué aporta Al Trote a #cometecordoba?

-Adaptación de la hostelería a la actual situación de la mayoría de los hogares de la ciudad. No es otra cosa que saber leer entre líneas y empezar a crear, ése era mi objetivo desde el principio. Hoy se refleja en el superbocapizza, mañana puede cambiar. Lo que realmente aporto es el sabor de escuchar.