Córdoba ya es una torre de Babel
La provincia acoge la llegada de alrededor de 4.300 peregrinos, en los actos preliminares de la Jornada Mundial de la Juventud · Los jóvenes pasarán estos tres días con familias de acogida y en colegios
Alrededor de 4.300 peregrinos han llegado en los últimos días a la provincia con motivo de los Días en Diócesis, un aperitivo de lo que será la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Madrid, del 16 al 21 de este mes. Después de más de 28 horas de viaje en autobús a las espaldas, mucho calor y cansancio, los jóvenes, en su mayoría franceses, pero también italianos, ya están instalados en la capital y en varios pueblos de la provincia. Llegan con ilusión, dispuestos a disfrutar al máximo de lo que para ellos será, sin lugar a dudas, una experiencia única e irrepetible, una unión de culturas y de idiomas.
Ayer fue día de recibimientos. Tres autobuses aparcaron en la puerta de la parroquia de Cristo Rey a las 11:00, momento en que llegaron los 212 jóvenes procedentes de Niza. Los peregrinos se repartieron por las parroquias de San Francisco, Nuestra Señora de la Esperanza, San Nicolás, La Compañía y Cristo Rey. Los voluntarios de la Delegación de Juventud se reunían antes de las 11:00 para tenerlo todo listo para la llegada, ya que colaboran con las necesidades que van surgiendo en la parroquia. "Estamos organizando todos los actos centrales que va a haber estos días y además, como somos de la parroquia, hemos venido a recibir a nuestros franceses", comentaba a las puertas Elena Jurado, voluntaria de la organización.
Los peregrinos se quedarán acogidos con familias que se han ofrecido voluntariamente a ello. Durante los próximos tres días serán uno más de la familia, vivirán en el domicilio particular y convivirán en régimen completo de comidas. El resto de jóvenes que no sean acogidos por familias, pasarán los Días en la Diócesis en diferentes colegios que han ofrecido sus instalaciones. "Los voluntarios, en concreto, no podemos acoger, porque como llevamos la organización paralela, nos viene un poco grande", puntualizó Elena.
Para los voluntarios, los Días en la Diócesis son unas jornadas que llevan tiempo esperando y preparando. "Es muy llamativo porque es gente muy diferente, pero que viene a vivir lo mismo y con la misma fe. Ya empieza todo el maratón que tanto hemos esperado", comentó entusiasmada Elena.
Sobre las 12:00, los chicos salían de la parroquia con sus familias de acogida asignadas y una sonrisa en la cara. Los nervios se palpaban entre los peregrinos porque acababan de conocer a la familia con la que pasarán los próximos tres días, hasta que el 16 partan a Madrid, donde se reunirán con el resto de jóvenes de todo el mundo con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI.
Los jóvenes recién llegados a la ciudad, tuvieron para descansar del viaje el resto de la mañana y la tarde, hasta las 19:00, cuando hicieron una visita conjunta por la ciudad, un acercamiento entre los propios jóvenes y con Córdoba.
A primera hora de la tarde llegó otro grupo de franceses a la capital. Esta vez se concentraron en la parroquia de la Trinidad. Una decena de voluntarios esperaban con expectación la llegada de los peregrinos, que se retrasaron 30 minutos de la hora prevista. La calle Lope de Hoces se llenaba de jóvenes cargados con mochilas y gorras, colorados por el calor cordobés. Los voluntarios se agolpaban en las puertas para darles la bienvenida, un "¡hola!" que suponía el primer acercamiento.
Christophe es un sacerdote francés encargado del grupo que se hospedará en los colegios de la Trinidad. Se muestra interesado por cada detalle del templo. "El viaje ha sido duro porque se rompió el aire acondicionado y hemos viajado 80 kilómetros sin él", comentó aliviado por el frescor al entrar en la parroquia. No es su primera JMJ, pero la vivirá con la misma ilusión.
Una vez que los peregrinos tomaron asiento se les dio la bienvenida de forma oficial por parte del párroco, Jose Juan Jiménez, delegado de comunicación del Obispado. Los voluntarios les entregaron las acreditaciones para las visitas turísticas a la ciudad, un libro con información en varios idiomas y la pañoleta. Los jóvenes deberán llevar esa pañoleta mientras estén por Córdoba como elemento identificativo. Después del acto, se repartieron a los peregrinos en familias y en los colegios que pertenecen a la parroquia de la Trinidad.
En las puertas, Melanie, una de las peregrinas que residirá en el colegio, se mostraba impresionada por la ciudad. "Córdoba es preciosa", comentaba a sus compañeras. Para ella ésta es la primera JMJ, "voy a Madrid a vivir la experiencia con otros jóvenes de ver al Papa, conocer gente y diferentes culturas y ciudades", afirmó.
Los peregrinos también fueron llegando a última hora a los municipios cordobeses. Uno de ellos es Lucena que acogió en la noche de ayer a 100 jóvenes polacos. Convivirán en el municipio hasta su marcha primero a Córdoba y posteriormente a Madrid.
Hoy será el día más ajetreado, ya que se celebra el día del arciprestazgo, por lo que jóvenes de numerosos municipios del sur de la provincia se darán cita en Lucena para participar de unas horas de convivencia. Además se ha previsto realizar esta tarde una jornada de peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Araceli, en autobús hasta la primera cruz y andando hasta llegar al santuario. Allí, cenarán y posteriormente, teniendo como nuevo punto de reunión la Plaza Nueva, celebrarán una velada cargada de actuaciones musicales, de humor y magia.
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