Catadores de un vino "de lujo"

Una decena de personas participan en la degustación de unos caldos de Toro que pertenecen a la misma compañía de los bolsos Loewe y Fendi y el Moët & Chandonl una media de 90 años Los viñedos que dan las uvas con las que se produce el vino de Numanthia tienen una media de casi un siglo. Las cepas más jóvenes cuentan con 72 años, mientras que las de mayor edad alcanzan los 200. Esta estimación es el resultado de una medición efectuada por el número de generaciones de familias por las que han pasado.

Daniel del Río, enólogo y responsable de viñedos de Bodegas Numanthia, ayer en el Hotel Hospes Bailío.
Daniel del Río, enólogo y responsable de viñedos de Bodegas Numanthia, ayer en el Hotel Hospes Bailío.
Rafael C. Mendoza

22 de marzo 2012 - 01:00

Hay productos que compiten en una liga diferente. Se trata de artículos de lujo que, por su precio y la exquisitez con la que se preparan, están fundamentalmente destinados a un público bastante elitista. Es el caso de los vinos de las Bodegas Numanthia, una marca que pertenece a una compañía, LVMH (Louis Vuitton y Moët Hennessy), que también se ocupa de la producción de bebidas como Moët & Chandon y Dom Pérignon y la fabricación de Fendi, Loewe y Louis Vuitton y los relojes y joyas Hublot y Bulgari, entre otros de sus lujosos productos. Un grupo de representantes y enólogos de los Numanthia, de la denominación de origen Toro, estuvo ayer en Córdoba para dar a conocer sus tres caldos en una cata en la que participaron apenas una decena de personas.

Al enólogo y responsable de viñedos de Numanthia, Daniel del Río, no le cabe la menor duda de que los suyos "son los mejores vinos que se pueden hacer con uva tinta de Toro". Lo deja muy claro antes de iniciar la cata, al igual que subraya que los caldos son el resultado de "haber probado muchas uvas, los vinos de la gente de Toro y mucha imaginación". Después de hacer hincapié en diversas ocasiones en ese "chip romántico que nos lleva a tener el mejor vino posible", Del Río procedió a la cata propiamente dicha. Invitó a los asistentes a proceder al ritual que acompaña a la actividad. Empezó por el Thermes, el "hermano pequeño" de los Numanthia y el Termanthia, y lo calificó como un vino "más joven que se pensó para el mercado americano". Su producción ronda las 6.000 botellas al año, una cantidad ostensiblemente inferior a las 50.000 que suman anualmente entre el Numanthia y el Termanthia. Al primero de estos dos últimos lo tildó de la "bandera" de la bodega. De hecho, la primera botella de esta bodega fue un Numanthia y salió en 1998, dos años antes de la fundación de la propia marca.

Del Río continuó con los otros dos caldos. Del Numanthia apuntó que es un "vino muy gourmet, potente e ideal para una cena larga y tranquila". Al referirse a último de sus productos vinícolas, el Termanthia, señaló sin rodeos que es el "producto estrella, concebido para una cena de larga duración como el anterior, pero sobre todo, muy especial". Para incidir en el "valor" que tienen los caldos que la compañía francesa produce en esta zona de Zamora, el enólogo responsable de los viñedos aludió al importante papel que desempeñan también otros dos enólogos, Manuel Louzada, que es el director de Bodegas Numanthia, y Rubén Pérez, encargado de la zona que custodia los vinos.

Otra de las diferencias que el responsable de la firma expuso durante la cata para subrayar la exclusividad de los vinos fue que "no nos acogemos a los criterios de joven, crianza o reserva, sino que el momento es sencillamente cuando está el vino, ni antes ni después". Concluyó que para eso es necesario una cata y análisis diario de la situación de los caldos.

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