Una fiesta convertida en mitin
La celebración de FAPA-Ágora por la escuela pública acaba en una defensa a ultranza del actual sistema educativo de la Junta y el rechazo frontal a los recortes

El de ayer era el décimo aniversario de la fiesta por la educación pública que cada año celebra la federación de asociaciones de padres de colegios públicos -FAPA-Ágora-. Concebida como una jornada de disfrute para los niños y de encuentro de colectivos y también de padres de la provincia, con algún que otro matiz de reivindicación, la de ayer se tornó más bien en un mitin, en el que se hizo una defensa a ultranza de la prestación de servicios educativos públicos y se criticó, voz en alto, los recortes en la enseñanza anunciados por el Gobierno central. El acto se convirtió en todo un rechazo a la política del Ejecutivo del PP y algunas de las declaraciones bien que fueron un alegato a favor del sistema educativo que sostiene la Junta. A todo eso se sumó el hecho de que la lluvia impidió que la fiesta se desarrollase en el Plan Renfe, tal y como se ha celebrado en esta primera década. Por ello, la organización se llevó la fiesta hasta el centro de profesores Luisa Revuelta, donde se desarrollaron los talleres previstos para los alumnos de los 24 centros educativos que acudieron. A ellos se sumaron cargos como la concejal de Educación, María Jesús Botella; la parlamentaria andaluza del PSOE Araceli Carrillo, el secretario general de UGT, Antonio Fernández, o la delegada de Cooperación al Desarrollo de la Diputación, Pilar Gracia, o la edil de Seguridad, Ana Tamayo.
El primero en tomar la palabra fue el presidente de FAPA-Ágora, Antonio Alcudia, quien aseguró que cualquier recorte que se lleve a cabo "son medidas torpes". Aumentar la inversión en educación, reducir el número de alumnos por aula y trabajar en favor de las nuevas tecnologías y el bilingüismo fueron algunas de las peticiones que lanzó. A su juicio, sería necesario alcanzar "un compromiso efectivo por la educación pública".
Quien elevó el tono del discurso fue el presidente de la Confederación andaluza de asociaciones de padres de alumnos de centros públicos (Codapa), Francisco Mora, quien llegó a decir que la escuela pública "es la que mejor existe y con diferencia". Así, subrayó que "lo que nosotros tenemos no lo tienen los demás", en relación a la escuela concertada y a la privada y a servicios gratuitos como el aula matinal o el transporte escolar. "No queremos recortes en la escuela pública y tenemos la obligación de ser reivindicativos", consideró y añadió que todo esos ajustes anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy "siempre tocan a los más desfavorecidos". Para Mora, "no hay que permitir a ningún partido hablar de recortes en educación porque ésta es una inversión y no un gasto". Así, apuntó que sería mejor "que se pare de hacer carreteras para que no haya ni un euro menos" en la enseñanza.
Quien tampoco faltó a la fiesta fue el presidente de la Confederación española de asociaciones de padres de alumnos (Ceapa), Jesús María Sánchez, quien tildó de "agresión desmedida" los recortes del PP. "Somos conscientes de la crisis, pero también que el modelo productivo ha fracasado y que el nuevo necesita gente formada", señaló. Sánchez hizo referencia en varias ocasiones a que Ceapa ha visto recortadas en un 90% las ayudas públicas que recibe para su funcionamiento, al suprimir el Gobierno la partida que les corresponde de los Presupuestos Generales del Estado. También criticó la desaparición del último curso de Secundaria y la ampliación del Bachillerato y consideró que el problema de los resultados que ponen a España entre los países con peor nivel educativo se encuentra en Infantil y Primaria, donde "se necesita una atención individualizada". Todas estas medidas, continuó, "son parches que sólo maquillarán las cifras de abandono escolar".
La delegada de Educación en funciones, Antonia Reyes, también estuvo presente en el encuentro e hizo una defensa de la política educativa de la Junta. Para Reyes, "lo más grande de la escuela pública es su universalidad, mientras que otros sistemas -como el concertado- son centros que representan a una empresa, a un negocio". Poco dada a dar cifras en sus comparencias, Reyes sí que las expuso ayer y destacó que sólo en Córdoba hay más de 1.200 aulas informatizadas y más de 37.000 alumnos y unos 5.000 profesores tienen un portátil gracias a la Junta. En Andalucía, indicó, "el sistema educativo crece y no podemos prescindir de estos recursos", señaló.
María Jesús Botella tampoco se perdió la cita y también hizo una defensa de la educación pública. En su intervención, recordó que los programas educativos que lleva a cabo el Ayuntamiento continuarán para "satisfacer las necesidades y demandas de las familias". También abogó por un trabajo "más coordinador con las distintas administraciones" y reseñó que "sin la escuela pública sería imposible garantizar el derecho a la Educación". Eso sí, incidió en que cualquier reivindicación que se lleve a cabo se debe hacer "desde la responsabilidad".
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