"El PP lleva un año que es para indignarse"

Presenta su nuevo partido "para sumar" dentro de IU · Afirma que Nieto se ha metido en "un avispero" en el Parque Joyero · "El tiempo pondrá las cosas en su lugar", afirma

"El PP lleva un año que es para indignarse"
"El PP lleva un año que es para indignarse"
Rafael Ruiz

30 de mayo 2012 - 01:00

El exalcalde Andrés Ocaña vuelve a la política con la presentación, este viernes (20:00 horas, Instituto Maimónides), de Izquierda Abierta, el partido político en el que militará con Gaspar Llamazares como referente. En su primera entrevista tras salir del poder, Ocaña hace balance también de un año del PP.

-¿Qué es Izquierda Abierta (IA) y por qué se formaliza ahora?

-IA nace como corriente en 2000 aglutinándose en torno a la candidatura de Gaspar Llamazares a la coordinación federal. Quienes apoyábamos su opción, hemos seguido trabajando y hemos decidido convertirla en partido dentro en el movimiento social que es Izquierda Unida. Creemos que es el momento adecuado para que en la izquierda surja una opción política que apueste por IU y que sirva de referente a sectores internos y externos que sí pueden vincularse con nosotros. Ese es el objetivo. No nacemos contra nadie: trabajamos para del fortalecimiento de IU.

-¿Cómo pueden cambiar IU?

-Queremos traer aire fresco, pluralidad, con una izquierda no dogmática, que aporte más intenciones de participación dentro de IU, un sesgo de pluralidad que siempre es bueno en el debate de ideas. Ahí vamos a trabajar y eso hará que los resultados sean mejores.

-Cuando habla de personas que no participan en IU da la impresión de que son personas que no quieren estar en el PCE.

-IU nació a finales de los 80 con 14 partidos políticos. En el camino se ha perdido la pluralidad que IU necesita ejercer y que está en sus señas de identidad. Nacemos con esa idea: mientras más organizaciones haya, IU será más fuerte.

-Ustedes llegan con el acuerdo de gobierno de la Junta recién firmado. ¿Cuál es su opinión de lo que ha ocurrido?

-Hemos apoyado el acuerdo y aportado nuestro rédito político tras las elecciones para evitar que el PP llegase a la Junta y también hemos apoyado en el referéndum entrar en el Ejecutivo. Los momentos no son fáciles y no todas las decisiones nos pueden gustar. Hay que hilar fino. En números somos minoritarios, pero nuestro papel debe ser impedir que el PSOE tome decisiones que no se corresponden con lo que defendemos. Es pronto pero ya ha habido opciones válidas para reconducir situaciones como no cambiar la ratio de educación o que no haya despidos, algo que esperamos en el caso de los interinos. El dichoso recorte puede aplicarse de manera más sensata en vez de hacerse de forma universal. Los salarios de la Administración no son todos iguales. Hay que eliminar privilegios en el cobro de complementos y que la minoración de sueldos no haga que sufra quien tenga un nivel retributivo menor. Tiene que hacerse negociando con los afectados, buscar lo menos malo.

-¿Le ha sorprendido la entrada en el Gobierno andaluz de personas que en otras etapas defendieron el enfrentamiento con el PSOE?

-Se ha buscado a las personas más adecuadas. Quienes han tenido la responsabilidad, supongo, han valorado la capacidad, la experiencia y el hecho de hacer un papel digno para nuestras políticas y nuestra organización en una situación que es nueva. Espero que la decisión sea la adecuada.

-¿Qué relación quieren tener desde IA con el PCA?

-No nacemos contra nadie sino para complementar IU, para trabajar el espectro amplio a la izquierda del PSOE que aspiramos a representar. Dentro de IU, puede haber quien no se sienta cómodo con el nacimiento de nuestro partido. Con esta entrevista, quiero tranquilizarlos. Nuestro objetivo es sano: fortalecer IU y ser respetuosos con los partidos que la integran, y en concreto con el PCE. Esperamos que ese respeto y esa lealtad también se tenga con nosotros. La práctica y el día a día despejarán temores y reticencias.

-¿Cómo va a ser la implantación para captar militancia?

-En estos momentos, trabajamos con el boca a boca, en las redes sociales. A partir del acto del viernes, queremos empezar a hacer vínculos con personas que quieran participar, conocernos. Será un proyecto político flexible. Agradecemos y aceptamos que, aunque no haya adscripciones, se colabore con el proyecto. Estableceremos los procesos para llenar los conceptos orgánicos, elegir una comisión gestora y celebrar el congreso o asamblea para concretar unos estatutos más perfilados, con órganos que nos representen.

-¿Por qué ha dado el paso de volver a la actividad política?

-He estado un año no al margen, pero sí viendo las cosas desde fuera. Me vinculo porque he estado en este proyecto desde 2000. Soy de los que tienen más memoria de los inicios. Creo que es necesario y es importante que surja dentro de IU una organización que aglutine a muchos independientes interesados en un proyecto de estas características. Las políticas de derechas, su interpretación de la crisis, están despertando las conciencias de muchos sectores sociales. Hay que implicarse, movilizarse. Es un momento adecuado para que IA sea el proyecto político de esos sectores y, a partir de ahí, IU.

-¿Qué análisis realiza de la gestión municipal?

-Ha sido un año para indignarse. Tenemos una crisis, pero se pueden tomar decisiones hacia una dirección u otra. O hacer lo que está haciendo el PP: aprovechar la crisis para introducir y consolidar su proyecto ideológico. En algunos casos, desdiciéndose de lo que prometieron en campaña. Vale para Córdoba. Se dijeron cosas que no se han respetado o se ha hecho justo lo contrario. Subir el IBI, el agua... Son claras muestras de que el PP mentía en campaña o no había medido su propuesta, cosa que me extraña porque todo el equipo de gobierno estuvo en la oposición ocho años y el conocimiento se le supone. No son nuevos ni en el Ayuntamiento ni en la ciudad. Prometer que no se subirán impuestos y subirlos es muestra de la falta de criterio propio del gobierno municipal.

-¿Qué opina del plan de ajuste?

-Están aprovechando la crisis para imponer su modelo. Nunca han estado a favor del sector público y, al calor de la crisis, están privatizando o cerrando servicios, algunos de manera inexplicable como la escuela infantil municipal, algo que ya intentaron en 1995. Cerrar la Gerencia no es por una política de ahorro porque el mayor gasto es de personal. Si cambias los empleados de sitio, el gasto es el mismo.

-A no ser que haya menos personal en plantilla.

-Pero para eso no hay que cerrar la Gerencia. No tiene sentido. Si el objetivo es despedir, igual da hacerlo en un sitio que en otro. Mire, el PP fue quien creó la Gerencia de Urbanismo en su modelo actual. No hay que aceptar que es un modelo inflado por otros. La crearon ellos entre 1995 y 1999.

-Ha criticado en su página personal el uso de la religión en las fiestas populares.

-Es que le están dando un sesgo excesivamente religioso a las fiestas tradicionales. Mire, los gobiernos anteriores fuimos muy respetuosos con las creencias, con todas. Las apoyamos y las respetamos sin cortapisas. Forzar la máquina, recuperar tradiciones medievales que no existían para darle un sesgo a las fiestas populares, está fuera de lugar. Se han cargado el modelo de participación ciudadana, que servía, guste más o menos, para que quien quisiese se implicase en la toma de decisiones. Quienes somos demócratas, agradecemos que eso sea así. Y no cuesta dinero. El PP no va en esa dirección. Están recortando, actuando de manera lesiva. Y todo al calor de la "herencia recibida", que queda muy bien porque en la sociedad cala el mensaje de que se ha gobernado mal sin discriminar dónde sí y dónde no.

-Ha escuchado las quejas del alcalde sobre cómo dejaron las arcas municipales...

-Llevamos cinco años de crisis y nosotros gobernamos cuatro de ellos. Redujimos el presupuesto de un año para otro un 20%. Adoptamos medidas de recorte pero no desmantelamos ni el sector público ni las políticas sociales. Ese es el proyecto del PP. El tiempo pondrá las cosas en su lugar. Tan mal, dentro del contexto andaluz, no está el Ayuntamiento de Córdoba. En deuda comercial, de los 12 municipios mayores, diez se han acogido a los pagos a proveedores, muchos de ellos gobernados por el PP. Córdoba es la octava ciudad en ese ranking de deuda. Eso de que la izquierda es derrochona es falso. La Córdoba de hace un año y la de ahora no son ni parecidas. Hace un año, la ciudad estaba viva, tenía un proyecto importante que no se nos reconoció. No se pueden abandonar como se han hecho las sinergias puestas en marcha para volver a una ciudad triste, sin ilusión, sin un proyecto colectivo. Con mucho esfuerzo, se había encontrado en la cultura una fuente de desarrollo y este gobierno municipal no ha querido cuidar la inercia positiva.

-¿Qué le ha molestado más de la llamada "herencia": el tema económico o asuntos como el de la compra de la carriola?

-Usar eso es una desvergüenza. Al PP le falta respeto institucional. No estoy diciendo que cuando cambia la corporación no haya crítica. Pero cierto respeto debe de haber. Parece que son nuevos, como si no supieran, ellos y todos, que la carriola existía. Se hizo un esfuerzo para ser reconocida como ciudad de la cultura y se puso eso, un matiz. Querer elevarlo a la categoría de lo significativo es de falta de altura política.

-¿Teme que con su vuelta a la política se use su estancia en la Alcaldía contra el nuevo partido?

-Me siento muy orgulloso de mi paso por el Ayuntamiento, del esfuerzo que hice, de lo que conseguimos. Los últimos cuatro años fueron los de mayor inversión en infraestructuras gracias a los fondos estatales. Eso parece que ha quedado en el olvido. Me molesta que mucho de ese esfuerzo esté infrautilizado u olvidado como el centro de la mujer del Pósito que iba a ser autogestionado por los colectivos de la mujer. ¿Qué coste supone eso? Ahí está el inmueble. Terminado y olvidado. Empezará a deteriorarse porque no quiere dedicarse a ese fin. Dejadez, mucha dejadez. Y no sé por qué. No quiero pensar en una revancha para no rentabilizar en positivo lo que se hizo. Siempre, siempre he criticado al contrincante, pero lo positivo se lo he reconocido.

-Hay que identificarse para entrar en el Pleno

-Es un error, una pérdida de calidad democrática. Quiero creer que se han precipitado. Es una ruptura con una trayectoria de vida democrática. Yo he sufrido lo de Nieto multiplicado por cinco. Hay situaciones incómodas que se pueden controlar. Hay medios. Que alguien exprese de manera civilizada su opinión no contraviene el ejercicio democrático. Se le niega a la ciudadanía estar presente, como considere, en los plenos.

-Su reacción cuando se enterró el centro de congresos cuál fue.

-Es la conclusión del ir y venir del PP en este asunto. La conclusión es totalmente desacertada. El centro de congresos viene de un proceso estudiado, trabajado, matizado. Se excluyeron otras posibilidades, la decisión no fue a la ligera. A nosotros nos faltó el último plazo de entrega del Ministerio de Industria para licitar el proyecto, 3,5 millones, porque cambiaron de criterio. Nos pedían que hiciéramos obra y no podíamos empezar sin ese dinero. No pudimos iniciar la contratación. Esperaba que el PP siguiera con el esfuerzo abaratando el proyecto o lo que considerarse oportuno. Me sorprendió que los empresarios dijeran que el proyecto no era funcional: el diseño interior se hizo con sus aportaciones, inclusive las mediciones. Disparatado.

-¿Qué le parece la remodelación del pabellón del Parque Joyero?

-Un error. La ubicación no es la adecuada. Es una zona tensionada donde no hay infraestructuras de movilidad. Sólo los centros comerciales que están abriendo allí están colmatando el tráfico. ¿Un equipamiento de estas características? Decidimos en su día que la ciudad había crecido a Poniente y el recinto tenía que estar en Levante para ocupar el territorio de forma armónica. Y el edificio, dijeron los técnicos, no reunía las condiciones para una adaptación de bajo coste. Se han metido en un avispero que todos vamos a lamentar. Costará lo mismo o más que el centro de Miraflores. Y no sé a qué responde, no quiero pensar en otras intenciones.

-¿Por qué se desechó adaptar el pabellón de Cajasur como recinto ferial de la ciudad?

-Era el último gran equipamiento por planificar de cara al 2020-2030 y el recinto ferial se necesitaba. La Junta financió un proyecto en Rabanales que era costoso. Se analizó modificar el pabellón y la construcción no reunía las condiciones adecuadas para un recinto donde pudieran entrar camiones con stands o exposiciones de maquinaria pesada. El aparcamiento hace que el el edificio soporte poco peso y el edificio no es funcional. Le recuerdo que el techo se cayó por problemas de carga. Rehabilitar puede costar más que algo nuevo.

-La izquierda salió tocada de las municipales. ¿La presencia en la Junta de IU puede hacer algo por revertir esa situación?

-Hay mucha tensión social. Al calor de la crisis, nos empobrecen, nos cambian las condiciones de vida. Muchos ciudadanos son ahora críticos con la política. La izquierda tiene que proponerse con honestidad, con un discurso fresco, tener la manos limpias. Debemos de aspirar a liderar el descontento social. La Junta debe de llevar a cabo esas políticas alternativas a lo que hace la derecha que hemos venido anunciando.

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