Ambrosio cede ante el Custodio
La alcaldesa afirma ahora que no va a retirar del cuadro de San Rafael del Ayuntamiento
Tres semanas después de su toma de posesión la alcaldesa, Isabel Ambrosio, se ha tenido que enfrentar a la primera polémica de alcance de su mandato y todo a cuenta de unas polémicas declaraciones en las que aseguró que el Ayuntamiento debe estar libre de símbolos religiosos, entre ellos obras de arte como el cuadro San Rafael de Antonio del Castillo que se ubica en el pasillo de acceso al Salón de Plenos. Con el Arcángel topó la alcaldesa, que quizá debía haber matizado mejor sus palabras desde el comienzo -tal y como hizo ayer con un comunicado- en lugar de dejar abierta la posibilidad de deshacerse del cuadro, lo que ha indignado a muchos cordobeses. Tanto es así que en la tarde del viernes se creó el grupo en Facebook No me toques a San Rafael que en apenas 24 horas sumó más de 20.000 seguidores, la mayoría de Córdoba pero también de otras provincias de Andalucía. Hay que tener en cuenta que San Rafael es mucho más que una figura religiosa, es un símbolo en la ciudad y forma parte de sus tradiciones, por lo que trasciende el simple debate religioso y eso es precisamente lo que ha provocado la crispación entre parte de la población.
Ambrosio abrió el debate sobre la aconfesionalidad de las instituciones cuando retiró de su despacho un crucifijo de marfil que ha permanecido en Alcaldía desde hace años, incluso en la etapa de Rosa Aguilar y Andrés Ocaña como alcaldes. La regidora quiso dotar de normalidad este asunto y aseguró que la retirada de símbolos iba a ser progresiva, lo que afectaba también a obras de arte como el cuadro de San Rafael. Esto, unido a que la alcaldesa optó por no acudir a la procesión Magna Mariana que se celebró el pasado sábado -aunque sí hubo representación municipal- ha causado cierto malestar entre algunos cordobeses que ha estallado cuando la polémica ha alcanzado hasta a San Rafael.
Lo cierto es que el grupo creado en la red social ha mostrado en todo momento un tono correcto con respecto a la polémica e incluso con una gran dosis de humor. La mayoría de los comentarios pedían a la alcaldesa que respete "la cultura, tradiciones y religión de los ciudadanos" y hacían referencias históricas a la vinculación de San Rafael con la ciudad. "Es uno de nuestros orígenes y esencia de Córdoba, seamos religiosos, laicos o lo que sea", apuntaba un comentario sobre el Arcángel. Los integrantes del grupo llegaron a proponer engalanar los balcones con la imagen de San Rafael, pedir a la hermandad que sacara al Custodio en procesión o hacer una quedada en el Ayuntamiento para hacerse un selfie con el cuadro como protagonista. Todo esto acompañado de montajes fotográficos que aportaban el tono de humos a la polémica.
Ante tal panorama, a Ambrosio no le quedó más remedio que salir ayer para parar la polémica y asegurar que la obra de arte permanecerá en el Ayuntamiento y "en ningún momento se ha planteado que abandonase su ubicación" en el vestíbulo del Salón de Plenos del Consistorio. La regidora aseguró que "se trata de una obra de arte que representa al Custodio de la ciudad y una figura clave de la idiosincrasia cordobesa, de manera que el lugar que corresponde al cuadro de Antonio del Castillo es el que actualmente ocupa en la sede de Ayuntamiento", dijo la alcaldesa. Ambrosio hizo una referencia indirecta al grupo creado en Facebook y agradeció "el interés de los cordobeses que se han preocupado por este tema y que han canalizado sus opiniones ante una polémica o unas dudas comprensibles -sobre todo por el enfrentamiento que han pretendido generar desde el PP- pero que no tenían razón de ser". Da la circunstancia que el PP no se refirió a este asunto -que colea desde la semana pasada con la retirada del crucifijo- hasta el viernes.
El grupo municipal de Ciudadanos también se refirió ayer a la polémica y su portavoz, José Luis Vilches, aseguró que "San Rafael en Córdoba es más que un símbolo religioso, es parte de nuestra historia y cultura y por eso debemos respetarlo por encima de las ideologías políticas o religiosas". Ciudadanos pidió a la alcaldesa que reconsiderara su postura y escuche a los cordobeses.
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