Día de lluvia y fútbol para despedir la Feria

Las precipitaciones deslucen la última jornada festiva en El Arenal, que se inundó de paraguas y charcos Numerosas casetas instalaron pantallas de televisión para que el público pudiera disfrutar de la final de la Champions

Una mujer vestida de gitana acompañada de una niña pequeña abandonan el recinto ferial por la lluvia.
Una mujer vestida de gitana acompañada de una niña pequeña abandonan el recinto ferial por la lluvia.

29 de mayo 2016 - 01:00

LA primavera es así: a veces llueve, a veces truena, y otras veces luce el sol. Y ese carácter de ida y vuelta que tiene la estación primaveral hizo acto de presencia en El Arenal justo el último día de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, después de una semana de buen tiempo y temperaturas más que soportables para el público. Las predicciones meteorológicas se cumplieron con creces y, pasado el mediodía, una lluvia torrencial cayó sobremanera en el recinto, dejando paso al barro en las calles de El Arenal, a charcos de agua infraqueables para muchos, a centenares de farolillos rotos sobre el albero, a los responsables de los coches de caballos intentando buscar refugio en cualquier espacio que fuera posible, y a la gran parte de los responsables de las casetas achicando agua para evitar daños en sus instalaciones. Mujeres vestidas de gitana con las alpargatas de esparto chorreando agua -no fue ayer el mejor día para ir a la Feria con ese tipo de calzado a pesar de su comodidad-, los más afortunados o precavidos con paraguas en mano intentando llegar a la zona de los taxis y los autobuses en el menor espacio de tiempo posible para poner fin al día en la Feria, familias desafiando a la lluvia debajo de los puestos cerrados de la calle del Infierno y reconvertidos en improvisados y casi instantáneos refugios... Un panorama bastante desolador, y todo en un espacio de tiempo suficiente para que algunos de los que estaban en el ferial intentaran escapar a la mayor brevedad posible, mientras que otros esperaban a que amainara la borrasca en el interior de las casetas. Un final de fiesta un tanto deslucido para el público que quería despedirse de El Arenal hasta el próximo año con todas las ganas del mundo.

Aun así y a pesar de la lluvia, sí que hubo quien no perdió la oportunidad de visitar la Feria en su último día: fueron de nuevo miles las personas que se pasearon por El Arenal cuando las nubes dieron una ligera tregua. No en vano, a primera hora de la tarde el sol se abrió en un intento de ganar puntos entre las casetas, las atracciones y el público. Y así ocurrió, de la lluvia al sol en apenas unas horas y del sol a la lluvia, tormenta incluida, alrededor de las 18:00. Una circunstancia y tregua climática aprovechada por numeroso público, gran parte procedente de los municipios de la provincia y también de diversas ciudades españolas, como Marta Esteban y sus tres amigas, que llegaron desde Valladolid para disfrutar de la Feria. "Queríamos haber venido para ver los Patios, pero no nos pusimos de acuerdo en las fechas y aquí estamos", describía la joven vallisoletana, mientras se lamentaba de la lluvia. "He mirado la aplicación que tengo en el móvil y parece que deja de llover a última hora de la tarde; esperemos que sea así", anotó esperanzada.

Buscando una caseta en El Arenal donde comer, estas cuatro jóvenes se encontraron con la de Entrevarales, un recinto del que se encarga la hermandad de la Esperanza desde 1977. El secretario de la cofradía, Rafael González, es el responsable este año de dar los tiques de la comida y las consumiciones. Entre cliente y cliente, González destaca que la feria de este año "ha sido muy positiva". "Somos una caseta tradicional y tenemos buena aceptación entre el público", añade. El joven recuerda que han mantenido "los precios populares" de ediciones anteriores, lo que ha hecho que sean muchos los se acercaran hasta la caseta durante toda la semana a para comer y echar el día entre amigos.

Y con lluvia y todo, El Arenal se convirtió ayer, por enésimo día consecutivo, en el mejor lugar para despedir la soltería. No una, ni dos, ni tampoco tres... Muchas las que se celebraron para contabilizarlas, dado el elevado número de novios y novias dispuestos a darlo todo y vestidos de lo que fuera necesario. Entre ellos, Miguel de la Torre, flamante novio al que sus amigos no tuvieron la mejor idea de que fuera a la feria con un vestido de gitana. "Venimos a pasarlo bien y estar aquí hasta que el cuerpo aguante, aunque llueva y haya tormenta", asegura el joven, mientras sus compañeros no para de reír por lo colorido de su vestimenta.

"La lluvia de esta mañana ha provocado que algunas familias anulen la reserva que tenían hecha para la comida", lamenta Luis Caro, responsable de la caseta La de Siempre. Boquerones rellenos de jamón y pimiento o huevos estrellados han sido los platos más demandados este año en esta caseta tradicional, que registra la mayor parte de las visitas al mediodía. Eso sí, hasta anoche que decidió instalar una pantalla de televisión para que los aficionados del Real Madrid y del Atlético de Madrid pudieran ver la final de la Champions en Milan, al igual que hicieron numerosas casetas, incluida la Municipal.

Entre las casetas que se sumaron al fútbol se encontraba la de El Velero del Bocaccio, de la peña flamenca Lucas de Écija, que se sumó al fútbol. "Abrimos para todo tipo de público y vienen desde familias a empresas, grupos de amigos y familias", detalla el responsable de la caseta, Víctor Ruiz, al tiempo que reconoce que la lluvia de la jornada "nos ha fastidiado la semana, que ha sido muy buena". No obstante, fueron muchas las familias que decidieron acudir hasta este recinto en El Arenal y degustar sus platos. "Tenemos comida de calidad y la gente viene por nuestras carnes y mariscos", subraya.

Las horas transcurrieron en El Arenal, al igual que las nubes daban paso al sol por momentos y la lluvia iba y venía, además de que una tormenta trastocara muchos de los planes de los asistentes y también de los responsables de las casetas y atracciones. Un trastorno meteorológico que provocó que las atracciones de la calle del Infierno se vieran vacías hasta que la lluvia arreciaba y que, por el contrario, numerosas casetas se convirtieran en el refugio perfecto donde evitar el agua y seguir disfrutando de la fiesta en El Arenal, que ayer tras, una semana de fiesta y luces, despidió el Mayo Festivo hasta la edición del próximo 2017.

stats