De Senegal a la universidad

Cheikh llegó a la Península con nueve años y el próximo curso comienza sus estudios en Administración y Dirección de Empresas

Cheikh Diouf en la puerta de la Universidad Loyola Andalucía.
Cheikh Diouf en la puerta de la Universidad Loyola Andalucía.
J. F.

23 de julio 2016 - 01:00

"Cheikh es un ejemplo de esfuerzo, sacrificio y superación continua", explica el vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad Loyola Andalucía, Francisco Martínez, al hablar de este inmigrante senegalés que estudiará Administración y Dirección de Empresas el próximo curso gracias a una beca completa que le ofrece la propia universidad, "que se complementa con el apoyo y seguimiento de un tutor durante su primer año para que el alumno siga su evolución y crezca personal y profesionalmente", detalla el vicerrector.

La historia de Cheikh Diouf, de 18 años, es una historia llena de superación constante. El viaje del joven senegalés comenzó cuando con solo nueve años su familia lo embarcó, junto con su primo, en busca de oportunidades en un cayuco que tenía como destino España. Tras 15 largos días de viaje por el Océano Atlántico, los primos llegaron a la isla El Hierro, en Las Canarias, donde empezó su periplo por diferentes centros de la ínsula. Después del abandono de su primo y posterior tutela del Servicio de Protección, al tratarse de un menor extranjero no acompañado (MENA), su odisea continuó con el traslado hasta el Centro de Protección de Menores (CPM) Lucano de Cerro Muriano, y finalmente al centro Imara, también en la provincia, donde ha vivido hasta su mayoría de edad.

Durante este periodo, Cheikh ha estado apoyado por una familia colaboradora, un profesor en el instituto en el que daba clase (Medina Azahara), con los que ha compartido los fines de semana y las vacaciones durante todos estos años y que finalmente, tras su mayoría de edad, lo ha acogido en su seno como un miembro más. Una familia de acogida con la que Cheikh se siente agradecido. "Me siento afortunado pero creo que deben sentirse aún más afortunados todos los que me han ayudado porque han hecho un trabajo increíble y son ejemplo para otras personas que pueden ayudar a otros", destaca el joven senegalés. Igualmente, el nuevo estudiante explica que en su historia "hay muchos héroes que me han empujado hasta aquí".

En los informes remitidos por su último centro de acogida a la Fiscalía lo definió como un chico disciplinado, responsable, respetuoso y muy tímido. "Al principio mi timidez me hacía hablar hacia adentro y todos me pedían que hablara más alto", cuenta. "Cuando llegué a Cerro Muriano lo pasé muy mal, era una comunidad blanca y me sentía diferente sin apenas poder comunicarme" explica Cheikh, quien añade que "tanto los monitores de Cerro Muriano como los de Imara hicieron un trabajo estupendo y ahora a muchos de ellos los siento como familia".

La fiscal de menores de Córdoba, Yolanda Pedrajas, detalla que "el caso de Cheikh es un referente para todos nosotros. La apuesta de la Universidad merece la pena porque son estas cosas gratificantes las que recompensan el trabajo diario que hacemos cada uno en nuestro ámbito y que siempre no es tan grato".

Cheikh aún tiene algunos problemas para expresarse correctamente en castellano, ya que cuando llegó a España solo hablaba el dialecto propio de la región de Senegal de la que procede, aunque ya se siente más español que senegalés. Este africano supera constantemente barreras gracias a su esfuerzo y constancia, que le han permitido aprobar los cursos académicos y superar las pruebas de Selectividad para acceder a la universidad.

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