Arroz y brindis por El Realejo

Comerciantes y vecinos festejan el final de una de las obras más demandadas con un perol al que acudieron varios centenares de personas a partir del mediodía

Arroz y brindis por El Realejo
Arroz y brindis por El Realejo
Rafael C. Mendoza

19 de octubre 2008 - 01:00

Vecinos y comerciantes del entorno de El Realejo llevaban años soñando con un brindis con el que celebrar el final de la reforma del tramo comprendido entre las calles San Pablo y Santa María de Gracia. Hace poco más de medio año vieron la luz del túnel cuando las máquinas de la empresa que había contratada el Ayuntamiento para esta actuación tomaron este rincón del Casco Histórico e iniciaron los movimientos de tierra y el traslado de materiales a la zona en cuestión. Ayer, unos y otros pudieron celebrar al fin ese esperado brindis pese a que aún quedaban algunas baldosas que colocar junto a la parroquia de San Andrés. "Son detalles sin importancia para quienes hemos tropezado en numerosas ocasiones por el mal estado de la calle", manifestó uno de los vecinos que se acercaron a participar en este encuentro de barrio.

El brindis fue poco convencional. No hubo champán francés ni fina cristalería de Bohemia, sino vino de la tierra, cerveza y refrescos en vasos de plástico, pero les supieron igual. El colectivo Asecom, uno de los que han luchado con fuerza en los últimos años para que quedara resuelta la reforma de este tramo del llamado eje San Pablo-San Lorenzo, lo había preparado todo con un mimo especial para que "la fiesta fuera para todos", como así lo expuso el presidente de esta asociación, Enrique Granados. En la taberna Ángel Ramírez -antigua Casa Castillo-, el establecimiento en el que se desarrolló el perol, había 18 kilos de arroz, dos barriles de cerveza, 32 litros de vino y 120 unidades de refrescos para aquellos que se pasaran por allí. "Es un detalle que queremos tener para festejar la finalización de las obras", concretó Granados.

Los varios centenares de personas que acudieron a esta cita en El Realejo se encargaron de reconstruir la historia de una obra que estaba previsto que durara cinco meses y que finalmente ha quedado en seis. Algunos de ellos parecían estar más o menos de acuerdo en que el plazo comprometido por el Ayuntamiento "se ha cumplido", y otros, sin embargo, manifestaron que "ha durado más de siete meses". Sea como fuere e independientemente de que la estética gustara o no, todos se felicitaban por que "ya se pueda caminar por aquí".

El llamamiento que Asecom había realizado toda esta semana -a través de cartelería- llegó tanto a los vecinos y comerciantes de la zona como a los representantes de los grupos municipales y a responsables de colectivos de la ciudad, como fue el caso de Comercio Córdoba, que no se quisieron perderse un brindis tan especial como éste. "Ahora tendremos que luchar por el tramo que lleva a San Lorenzo", decía una de las vecinas durante el encuentro.

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