El orgullo de los cordobeses
Celebración del día del custodio El Salón de Mosaicos del Alcázar acoge la ceremonia
El Consistorio otorga las Medallas de Oro a la AECC, a Ramón Medina y al comedor de los Trinitarios y nombra Hijos Adoptivos de la ciudad al polifacético Ginés Liébana y al portero del Liverpool José Reina

Esfuerzo, entrega, cariño y dedicación a Córdoba. Estos son algunos de los valores que el gobierno municipal tiene en cuenta para otorgar cada año por San Rafael las Medallas de Oro de la Ciudad distintas personalidades de la ciudad. El compositor Ramón Medina, la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y el comedor social San Juan Bautista de la Concepción (conocido como el de los Trinitarios) tuvieron el honor de recibir esta distinción ayer de manos de alcalde, Andrés Ocaña; junto a los nombramientos como Hijos Adoptivos del pintor y escritor Ginés Liébana y el portero de la Selección Española de Fútbol, José Manuel Reina. El Salón de Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos fue el escenario de uno de los actos más solemnes y emocionantes que se celebran en la ciudad. Lleno completamente, los invitados guardaron silencio a la entrada de la Corporación municipal, aplaudieron a los premiados, escucharon atentamente sus discursos y se emocionaron con sus agradecimientos. Porque se sentían "orgullosos" de todos ellos, como apuntó el alcalde al cerrar el acto, y así se lo mostraron en numerosas ocasiones en forma de aplauso, la única y gran vía del público durante el acto para mostrar su respeto y admiración.
El compositor Ramón Medina fue el primero en recibir la distinción y el cariño del público, al que se ganó cuando empezó su discurso agradeciendo la medalla "al recuerdo inolvidable de mi padre, para quien Córdoba fue todo y así lo expresó en sus canciones", dijo. Muy emocionado, recordó que su progenitor fue un auténtico "enamorado" de la ciudad y que él ha intentado seguir sus pasos. Medina "lleva la música en los genes", aseguró Ocaña y le dio las gracias "por preservar la memoria musical de Córdoba". Por su trabajo constante "de lucha y superación", en palabras del alcalde, para los enfermos de cáncer, la presidente de la AECC, María Luisa Cobos, recogió ayer la Medalla de Oro de la ciudad. "Nuestro agradecimiento no tiene palabras que lo exprese", aseguró Cobos, una de las caras más conocidas de la capital precisamente por su implicación en la mejora de la calidad de estos enfermos como se refleja en la cantidad de actos que organiza a lo largo de todo el año para recaudar fondos para la entidad. "Córdoba ha demostrado que no somos insensibles al dolor, porque nuestra historia es la historia de todos vosotros que creísteis en la AECC", aseguró Cobos. La presidenta del colectivo también protagonizó un momento muy emotivo al recordar a "todos los voluntarios que se han ido", aunque insistió en la prevención y la investigación de esta dolencia.
Inmigrantes, parados de larga duración y otros colectivos en riesgo de exclusión social son los principales beneficiarios del comedor San Juan Bautista de la Concepción, conocido por todos como el de los Trinitarios. El padre Francisco García agradeció la distinción "a todos los que nos ayudan, desde cofradías a asociaciones de vecinos o instituciones" y aseguró que la medalla "es un estímulo para seguir trabajando por las personas. García aprovechó para pedir al Ayuntamiento que agilice las gestiones del centro de día "para que podamos seguir haciendo un mundo mejor", apostilló.
Después vino el nombramiento de los Hijos Adoptivos a dos personas que, aún no habiendo nacido en la ciudad, ejercen como cordobeses en todos los ámbitos de su vida. El pintor y escritor Ginés Liébana, miembro del Grupo Cántico, recibió la ovación del público al que ganó desde el primer momento con su intervención, basada en anécdotas que provocaron más de una risa. "No sé cómo demostrar la gratitud que tengo ahora mismo", comenzó el artista para después bromear sobre el fútbol (ya que el otro Hijo Adoptivo era Pepe Reina) asegurando que "yo siempre he estado en la tercera división de los creadores. Además, tuvo presente al arcángel San Rafael "al que he estado más de 80 años dibujando". Sobre Córdoba, dijo, "más que vivirla, la he sentido", y terminó alabando al alcalde por el reconocimiento. Ocaña, por su parte, agradeció al escritor porque "con su voz supo poner luz a la etapa de sombras y silencio" que fue el franquismo y aseguró que "a partir de hoy, de la mano de un ángel, estarás más unido si cabe a Córdoba".
Aunque el portero del Liverpool no pudo estar presente en el acto, no falló su padre, Miguel Reina quien, en nombre de su hijo, dedicó el nombramiento a su esposa (la madre del jugador de la Selección), porque "gran parte de esto te lo debo a ti". El alcalde, por su parte, bromeó con la residencia del portero, Liverpool, que fue Capital Cultural en 2008, y confió en que la presencia allí del jugador dé suerte a Córdoba para conseguir el mismo objetivo en 2016.
Tras la entrega de todos los reconocimientos, el alcalde cerró el acto agradeciendo la proyección y el trabajo de todos por Córdoba, y la corporación municipal abandonó el Salón de Mosaicos con la misma solemnidad con la que entró. Después llegaron los momentos más distendidos en los que los premiados pudieron hablar entre ellos, tomarse fotografías y disfrutar de un día, el de San Rafael en el que el orgullo y la esencia de Córdoba se refleja en estas Medallas de Oro.
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