Una carrera para recuperar a los hijos
Unas 60 personas participan en una marcha continua para reivindicar la custodia compartidal sin parar Los participantes hicieron 72 turnos de media hora desde que comenzaron el viernes a las 22:00 hasta concluir esta mañana a las 10:00.
En más del 90% de los casos de separación o divorcio en los que hay niños, la custodia acaba siempre para la madre "de manera injusta". Ésta es la cifra y la consideración que hace el secretario de la asociación Por los derechos del menor y la igualdad efectiva, Francisco Javier Merino, quien se encargó de la organización de una carrera non stop que comenzó el pasado viernes a las 22:00 en la Torre de la Calahorra y que concluye esta mañana a las 10:00 en el mismo emplazamiento. La carrera ha sido toda una llamada de atención a la sociedad para conseguir la custodia compartida por ley, al igual que ocurre ya en otras comunidades autónomas como Valencia y Aragón, detalló.
La intención de este colectivo es que "se apruebe una ley para toda España", incidió Merino, quien consideró que esta ley debería ser "una norma general, pero no obligatoria, ya que el principal problema es que en la custodia tienen que estar de acuerdo el padre y la madre". La custodia, continuó, "tiene que ser un traje a medida y dentro de las posibilidades que tengan los padres para hacerse cargo del niño". Merino, que se separó de su mujer hace un par de años, lucha por conseguir la custodia compartida de su hijo, una situación que en España "afecta a cuatro millones de personas, entre niños, abuelos, madres, padres y hermanos", relató.
La carrera contó con la participación de unas 60 personas, que no dudaron en hacer parte del recorrido para apoyar esta petición. Uno de ellos fue Antonio Ríos, también separado y sin la custodia de su hijo. "El objetivo de la carrera merece la pena", apuntó y señaló que la carrera contó con 72 turnos de media hora.
El colectivo incide en los beneficios de la custodia compartida. A su juicio, promueve "el bienestar del menor, ya que tiene el derecho a gozar de ambos progenitores". Considera también que es "la forma más idónea de relación entre padres e hijos, puesto que permite un reparto equitativo de los tiempos de convivencia y de las responsabilidades derivadas de la patria potestad" y fomenta las relaciones con los abuelos, tanto maternos como paternos.
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