Horrible duelo de indecisos
Polideportivo ejido | córdoba · informe técnico
El desquiciante estajanovismo del Córdoba y su racanería con el fútbol fueron castigados con un penalti en el último instante · El Poli Ejido tampoco quiso jugar
El Córdoba ya sabe a lo que juega. A nada. O a poco. A arropar a su portero hasta dormir el encuentro (y al espectador y hasta a las palomitas que le acompañen en su regazo) y a ponerle la vela a San Rafael para que alguna ocasión aislada a balón parado (esa estrategia tan trabajada) se convierta en un regalo del cielo. Ése parece ser el manual de José. Un libreto rígido que no acepta improvisaciones ni en los cambios (Arteaga, independientemente de cómo fuera el encuentro, ha jugado siempre desde el 60) ni en la concepción global (las salidas y entradas de futbolistas son nada más que de hombres, nunca suponen una mutación táctica). Ayer el Córdoba, eso sí, hizo un poco más que un desastroso colista que -sin embargo- ganó. Precisamente es eso, el beatífico olor del triunfo, es lo único que puede justificar tan horripilante argumento visual. Y es eso lo único que no sabe hacer el Córdoba de José.
DEFENSA
Bien, claro. ¿Cómo no sentirse cómodos agazapados con cuatro defensores, un pivote defensivo y un mediapunta incrustado casi en su propia área en según qué momentos? El Poli Ejido apenas creó peligro en las inmediaciones de Julio Iglesias. Eso sí, tuvo no uno sino dos penaltis a su disposición. Ambos rigurosos, ambos absurdos. El primero, una patada sin sentido de alguien (Katxorro) que nunca debía estar ahí para auxiliar en retaguardia. El segundo, el que le dio el triunfo a los ejidenses, en otro borrón en la cuenta de un defensa al que la cabeza le falla demasiado a menudo y tira por la borda su buen trabajo (Pablo Ruiz). Por lo demás, Castro Santos no supo en ningún momento superar la maraña de José. Ni la entrada de Bermejo ni la de Toedtli ni la de Pedro Vega inquietaron la pétrea línea de cuatro del Córdoba. Hicieron un gran trabajo defensivo, sí, pero (como ante el Eibar) perdieron contra un rival que ni siquiera tiró. Algo falla.
ATAQUE
Ayer la vanguardia del Córdoba parecía más la de un partido de fútbol en la playa. Como por raso no se puede o debe jugar porque supone un gran riesgo para el marco propio (¿por qué narices no?), la misión parece ser bombear balones en las jugadas a balón parado. Sólo así parece que puede llegar el gol. Por si las caza Arthuro, Pierini (ahora convertido en un nuevo Alexanco) , Asen o hasta el mismísimo Peter Pan si lo pudieran fichar a estas alturas. Encima ayer hacía viento, con lo que el balón parecía bumerán desgarrado ante el desconcierto generalizado.
Katxorro fue mucho menos ante tanto castigo para los estilistas, Juanlu estuvo frío, helado (y Arteaga igual luego) y Cristian Álvarez no hizo lo único para lo que es imprescindible en este equipo (centrar o marcar un gol de falta). Luego salieron Julio Pineda y Javi Moreno pero el esquema no varió. De hecho, parecía que el valenciano estaba casi ubicado como improvisado extremo. A pesar de todo, fueron capaz de generar más ocasiones que el rival únicamente basando su ofensiva en este concepto. Pero, como ante el Eibar, no fueron capaces de marcarlas. Algo falla.
VIRTUDES
Que el Poli Ejido no les creó ocasiones de peligro y que el Alavés perdió ante Las Palmas y sigue debajo. Él y cuatro más, al menos hasta que los otros jueguen hoy.
TALÓN DE AQUILES
Nadie es mejor por ser más fiel a una idea. De hecho, todo cambio (como la sensación de estar enamorado) es positivo para cualquier estado anímico. José González tiene en mente la defensa como base para elaborar su idea de juego, pero no parece contemplar (al menos no lo ha advertido en los tres encuentros que lleva al frente) que al Córdoba no le hace falta sumar, necesita ganar. Se ha medido ya a los dos rivales más flojos (presumiblemente) que le quedan en el camino hasta el 15 de junio y no ha sido capaz de ir decididamente a por el triunfo. ¿Cómo podrá imbuir en sus jugadores un espíritu obligatoriamente ofensivo cuando sea necesario vencer al Numancia, a la Real o al Sporting? ¿Cómo?
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