El Pozoblanco se mete en líos

fútbol lTercera División

Un gol del San Roque en los minutos finales del encuentro deja a los vallesanos a dos puntos del descenso · Los pozoalbenses acumulan ocho derrotas seguidas

16 de enero 2012 - 05:02

El CD Pozoblanco sigue jugando con fuego y se puede quemar. Ayer volvió a perder y ya son ocho derrotas en los últimos 11 partidos, donde solo ha podido ganar uno. La situación es caótica porque se acumulan fracasos y las soluciones no se ven. Para echarse a temblar.

Ayer en la primera parte fue un conjunto esquelético, miedoso y sin chicha. Desde el primer minuto el asunto pintaba feo. El San Roque le borró del partido ganándole la partida en todas las partes del campo. Sin embargo, los sanroqueños se despeñaron una docena de veces cuando solo parecía que era posible que fuera gol o gol. En el Municipal no había libreta que pudiera recoger las ocasiones de los campogibraltareños. Una, otra, otra más y así sucesivamente. Liam y Luis Arenas tuvieron tres ocasiones cada uno, Ismael y Javi Catalán dos por cabeza, Trujillo y Samuel una cada uno. Llegaban en manada al área de un acertado Díaz. Parecían una camada de galgos con ganas de comerse a un Pozoblanco al que se le sigue viendo un desequilibrio mayúsculo que le hace inseguro. Hidalgo cambiaba tácticamente a su equipo, pero ni así podían con un visitante atrevido que provocó una catarata de miedos en el Municipal. No había asociación, ni mediocampo, ni voluntad entre los que vestían de blanco. Lo bueno era que a pesar de todo lo que había pasado, el luminoso no se había movido cuando los jugadores buscaban la caseta. Eso sí, lo hacían calados hasta los huesos por el baño que le había dado el San Roque y por la lluvia que estuvo presente en todo el partido.

Pero en el segundo tiempo todo cambió. Hidalgo en la caseta debió leer mucho y bien la cartilla, y el equipo salió de otra manera, con otra actitud. El técnico le pellizcó y el equipo reaccionó. En pocos minutos, encerró al San Roque, el cual pasó de ser un miura a un lindo gatito que el Pozoblanco manejaba a su antojo. Calatayud, Bermúdez, Leal y Pedro se estrellaron de cara a puerta. El gol parecía cuestión de tiempo. No había ni rastro del San Roque del primer tiempo. Lo malo es que el balón no entraba y al Pozoblanco se le siguen derrumbando los finales que es donde pierde todos los partidos. A seis minutos del final, Liam enganchó un balón desde 25 metros y lo alojó en la escuadra. Zapatazo de antología y a la media vuelta. De pañuelos. Minutos después en la ducha le cantaban "Zidane, Zidane..." comparando su gol con el del francés en la final de Glasgow. Luego vino la desesperación de Calatayud que agredió muy feamente a un defensa gaditano, propinándole un codazo que le costó la roja. Para entonces, el pescado ya estaba vendido. De nuevo, el Pozoblanco encajó el gol de la derrota al final aunque en esta ocasión también tiró la primera parte. A Hidalgo no le queda otra que hacer cambios para variar el rumbo del equipo.

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