El agujero que El Arcángel tapó
El informe de Prasa contra las conclusiones de los administradores concursales puestos por el juzgado que lleva Fernando Caballero se centra también en negar los dos aspectos fundamentales por los que se le reclaman responsabilidades a la empresa en cuanto accionista mayoritario. El capítulo más voluminoso se centra en la existencia, negada por la promotora, de un agujero en el patrimonio neto durante los años 2008 y 2009 que hubieran colocado al Córdoba CF SAD en causa de disolución, como consecuencia de que todo lo que debía superaba a todo lo que tenía.
Según el informe de los abogados, dicho agujero en realidad nunca existió. Según argumenta, el Córdoba, desde que es empresa, nunca ha dado beneficios, lo que obligó a sus responsables a tomar distintos caminos para eludir la disolución, como una reducción de capital. Llegado 2010, se planteó qué hacer. Lo usual era que Prasa diese dinero en efectivo para saldar esas diferencias, pero la crisis se llevó esa posibilidad.
La cuestión, sin embargo, radica en que en esos años no se contempló como activo la parte correspondiente a la valoración de El Arcángel como consecuencia de que se habían elevado consultas para ver cómo se computaba eso con las nuevas normas contables del Gobierno, autorizadas en 2008. El estadio tenía una valoración cercana a los 30 millones y, en tanto cedido por el Consistorio, el club tenía la posibilidad, que no ejerció por esas consultas, de imputarse una parte, pequeña, como activo.
Lo que Prasa alega es que cuando el estadio empezó a contabilizarse como una parte del patrimonio del club, por efecto del cambio legal, el agujero contable desapareció. De hecho, eso se hizo ya en la nueva etapa y, cree la promotora, es la razón por la que los actuales rectores del club desconvocaron la última junta de accionistas: para evitar que se conocieran unas cuentas en las que el patrimonio neto negativo no existía y "la fortaleza" patrimonial de la entidad no implicaba una causa de disolución.
¿Por qué es importante este hecho? Según los abogados, a Prasa se le busca la responsabilidad por no haber rellenado esa diferencia. El argumento es el siguiente. Si el agujero no existe, no hay dinero que poner y, por ende, no existe responsabilidad. Los letrados bromean asegurando que los actuales propietarios "hubieran sido más felices" si eso se hubiera hecho aportando dinero y no género. La administración concursal y la directiva del club alegaron que eso era cosmética contable aunque, en realidad, se trata de actuaciones muy usuales en el mundo de la empresa para evitar desembolsos de una tesorería que no se tiene.
En segunda instancia, la promotora rechaza que existieran obligaciones tributarias vencidas o que el concurso de acreedores se hubiera retrasado de forma maliciosa. Para ello, se aportan una serie de documentos relativos a que el débito con la Seguridad Social y Hacienda (muy común en el mundo del fútbol, parece ser) estaban en proceso de negociación. Existe además un capítulo relativo a los créditos fiscales entablados entre Prasa (como empresa mayoritaria en el capital) y el Córdoba CF como participada. La promotora intenta desmontar la tesis de que se estuvo aprovechando de las pérdidas del club para minorar el pago que tenía que realizar en otras áreas de negocio. Niega también que la anulación de esos créditos fiscales (propios de holding o grandes grupos empresariales, que compensan sus distintas ramas de actividad) haya generado beneficio alguno para la promotora o derechos para la sociedad anónima deportiva.
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