Seferovic, dinamita suiza

Seferovic es objeto de deseo del Córdoba. El delantero suizo, que está disputando actualmente el Mundial de Brasil con su selección y jugará los octavos de final el martes frente a Argentina, llegaría en calidad de cedido por la Real Sociedad, aunque varios clubes italianos son el principal escollo en su contratación.

Con tan sólo 22 años, el ariete helvético no ha tenido suerte en su primera temporada en la Liga BBVA, anotando cuatro goles en las tres competiciones en las que estuvo presente el equipo txuri urdin. Su gran proyección y enorme calidad son las bases a las que se agarra Jagoba Arrasate para no dejarlo escapar tras firmarlo el ejercicio pasado de la Fiorentina. Es un jugador muy interesante y con gran futuro, por lo que la Real ve con buenos ojos una cesión para que tenga más minutos. Y ahí es donde aparece el Córdoba, un equipo en el que el ariete suizo puede tener su sitio. Además, Ferrer es del gusto de tener a gente joven y con hambre de crecer. El mayor problema es que el futbolista tiene muy buen cartel en Italia, donde rayó a un gran nivel en el Novara, equipo de la Serie B. Allí, cedido por la Fiore, Seferovic anotó 10 goles en 18 partidos tras llegar en el mercado invernal. Unos números que llamaron la atención de la Real Sociedad para su contratación, y ahora no quiere perderlo. De este modo, sus rivales por su cesión son el Udinese y el Torino, más los equipos suizos del Basilea y el Lugano.

No es la primera vez que el Córdoba se ha fijado en el delantero helvético, ya que en enero del año pasado ya sonó para reforzar el equipo en el tramo final de la competición. No obstante, la entidad que preside Carlos González finalmente se decantó por la contratación de Xisco Jiménez, que llegó del Newcastle.

Ahora, con el ascenso a Primera en el bolsillo, el Córdoba es una gran oportunidad para un jugador que quiere seguir creciendo como ya lo hiciese en el Grasshoppers. El 26 de abril de 2009 hizo su debut en la Super Liga Suiza, jugando un partido frente al Neuchatel Xamax. En octubre de ese mismo año acudió con la selección helvética al Mundial sub 17, que se disputó en Nigeria. Allí Seferovic fue uno de los jugadores revelación de dicho torneo, en el que Suiza se alzó por primera vez en su historia con el título mundial. Además, fue uno de los máximos goleadores del torneo con 5 goles, logrando el tanto de la victoria en la gran final ante los anfitriones (1-0). Su gran campaña le hizo hacerse un nombre, firmando por la Fiorentina, que pagó 1.35 millones al Grasshoppers el 30 de enero de 2010. Aunque en un principio fue integrado en el filial, pudo debutar con el primer equipo, con el que disputó dos partidos de Copa y uno de la Serie A. Su estreno con la Fiore se produjo el 30 de noviembre de 2010 en la eliminatoria de Copa disputada contra la Reggina (3-0), entrando en sustitución de Babacar. Posteriormente, el 22 de mayo de 2011 hizo su debut en la Serie A en el partido ante el Brescia (2-2).

El 4 de agosto de 2011 fue cedido por la Fiorentina al equipo suizo Neuchâtel Xamax con una opción de compra de 200.000 euros. No obstante, no salió bien parado de allí, ya que fue despedido por pedir salarios atrasados. El 26 de enero de 2012 se hizo oficial su fichaje, en calidad de préstamo por el Lecce. El jugador solo disputó cinco partidos en la Serie A y no marcó ningún gol. Al final de la temporada, el jugador no es comprado, por lo que vuelve a Florencia. La temporada 2012-13 la comenzó integrado en la primera plantilla de la Fiorentina, donde jugó siete partidos de Liga y dos de Copa, entrando casi siempre como sustituto. El 30 de enero de 2013 se marchó cedido al Novara, equipo de la Serie B, con derecho de recesión. El 17 de abril de 2013 logra un hat trick ante el Livorno, y concluyó su primera temporada en la Serie B con 10 goles en 18 partidos. El 11 de julio de 2013 se confirmó su fichaje por la Real Sociedad, que pagó dos millones de euros a la Fiorentina por su traspaso. Con el conjunto vasco, anotó al Getafe y también en la eliminatoria de Champions ante el Lyon, aprovechando la lesión de Agirretxe. Posteriormente, marcó al Osasuna en Liga y al Algeciras en Copa, pero no terminó de cuajar en San Sebastián. No obstante, su clase invita a creer en un jugador con una gran proyección. Todo un mirlo blanco.