Vencedor en el duelo de golpes

El Córdoba alargó su fantástica racha una semana más en un partido donde dejó momentos de gran fútbol, quizás los mejores de la temporada, y algunas dudas defensivas que estuvieron a punto de costarle un disgusto. Con todo, lo más destacable del equipo de Oltra en el choque de ayer fue su capacidad de reacción tras dos mazazos del Numancia y una tremenda pegada que le impulsó a conseguir los tres puntos.

Hasta no verse por detrás en el marcador no compareció el conjunto blanquiverde, superado en el inicio quizás por el tremendo ambiente y por el buen arranque de un Numancia ambicioso. El empate, nacido de una jugada aislada cuando peor lo pasaba el equipo, impulsó a un Córdoba que cuajó hasta el descanso sus mejores minutos con balón, con mucha verticalidad y capacidad de crear peligro.

Con todo de cara, sin embargo, aparecieron las dudas atrás, generadas en gran parte por un nervioso Razak que regaló el empate. Otro golpe del que el Córdoba se levantó gracias a la estrategia, con más tenacidad que fútbol y el coraje de una grada que ardió con su equipo. La pegada y el no caer rendidos ante los golpes del rival dieron vida al conjunto blanquiverde, aunque el margen de mejora en el juego con balón todavía es importante.