Luna ensaya con una zaga novedosa

El 5-0 encajado en el Teresa Rivero puede cobrarse este sábado las primeras víctimas. Después de repetir alineación por primera vez desde su llegada al banquillo, Luna Eslava ya sabe que esta semana no podrá dar continuidad al grupo por la suspensión por acumulación de amonestaciones de Santi Carpintero. Pero, además, el técnico prepara más cambios con el fin de lavar la cara a un Córdoba que ante el Rayo perpetró el peor partido de toda la temporada. Y los señalados, como no podía ser de otra forma, son los integrantes de la parcela defensiva, la única que hasta la fecha no había sufrido las rotaciones -"hay zonas en las que lo tengo más claro"- del jefe del vestuario. Eso al menos se desprende del entrenamiento realizado ayer sobre el terreno de juego de El Arcángel, en el que desde el primer ejercicio hasta el partidillo final, el cuerpo técnico formó una zaga con Mario, Pierini, Gaspar y Javi Casas. De esta forma, los principales damnificados serían Aurelio y Rubén, ya que Cristian Álvarez actuó de nuevo como interior.

La entrada de Mario -sólo ha disputado dos partidos y 174 minutos en los 22 partidos que ha dirigido Luna- sólo podría entenderse para tratar de frenar al granota Pedro Vega. Los problemas defensivos de Cristian Álvarez se han multiplicado en las últimas fechas con la presencia de hombres rápidos y habilidosos en su zona. Y el ex del Poli Ejido tiene ese mismo perfil, además de atravesar un momento dulce de juego con cuatro goles en las últimas cinco citas ligueras.

Mucha menos sorpresa causarían el regreso al once de Gaspar y la segunda oportunidad de Casas. El cordobés estaba llamado a ser la pareja de Pierini en este CCF, pero las sanciones y las lesiones le han impedido brillar. Ahora que ya está a tope pide sitio, aprovechando que Aurelio no estuvo a un gran nivel -igual que el resto, por cierto- en Vallecas. Por su parte, Casas relevaría a un Rubén que ante el Rayo fue protagonista negativo en tres de los cinco goles del conjunto de Pepe Mel.

El vasco, precisamente, expresó ayer su estado de ánimo por las pocas oportunidades que ha tenido en el Córdoba desde su llegada en el pasado mercado invernal de fichajes. El lateral izquierdo no ocultó que, "evidentemente, la intención era haber jugado bastante más de lo que estoy jugando, así que un poquito fastidiado sí que estoy. Pero me siento integrado en el equipo, y eso es lo que ayuda a seguir trabajando e intentando aportar cosas para conseguir el objetivo común de todos", que no es otro que la permanencia.

El jugador cedido por el Athletic hasta el 30 de junio no se ve aún en el once pese a la mala actuación en el partido anterior del hombre que le cierra las puertas, pues "llevo tiempo entrenando semana a semana, fuerte, para intentar entrar y aportar. No está siendo así, pero cada semana es una oportunidad y una opción. Si viene, hay que aprovecharla, por mí y por el equipo, y si no, a intentar animar a mis compañeros desde el vestuario".

Casas no encuentra una explicación a la falta de oportunidades y admite que "llega un momento en que piensas, y te planteas que es más difícil que puedas entrar tú, porque determinadas posiciones están más complicadas que otras, pero hay que estar siempre al pie del cañón porque nunca se sabe cuándo te puede tocar".