Rafa Baena, del Ars a la selección

Es un sueño hecho realidad. La meta de un deportista convertida en evidencia palpable. A sus 26 años, Rafa Baena debutó ayer con la selección española en el amistoso que le enfrentó a Francia en Madrid (23-23). Es el mayor paso en la carrera del pivote sevillano, un hombre que durante cinco temporadas se hizo un hueco en el corazón de la afición del Ars de Palma del Río.

"La verdad es que se ha hecho realidad uno de mis sueños. Es una recompensa al trabajo bien hecho y a la lucha constante", apuntó el jugador del Antequera, club al que marchó al término de la temporada 07-08 procedente del Ars. Su compromiso con los malagueños, hecho público incluso meses antes de que acabara aquel curso, fue un escalón más en la carrera de un jugador que en las últimas semanas vivió días de nervios, "porque sabía que estaba en el grupo de aquellos que podían ser seleccionados, pero no me esperaba que fuera este momento".

Porque Rafa no olvida su paso por Palma, donde llegó tras iniciarse en el Estepa y jugar en el Dos Hermanas de Primera Nacional. En el Ars explotó como un hombre poderoso en los seis metros, colaborando decisivamente en el ascenso del equipo palmeño a la DHB y su asentamiento en la categoría. "Estuve allí cinco años fantásticos y me di cuenta de que no era mi techo", recuerda de su etapa en El Pandero, porque "quería jugar con gente mejor y en la máxima categoría, hice buenos números y finalmente todo salió bien y fiché por el Antequera, de la Liga Asobal".

Mirando hacia delante, Rafa tiene claras sus metas: "Consolidarme en la selección es el objetivo. Tras la llamada de Valero Rivera espero que no sea una ocasión pasajera y seguir demostrando que puedo estar con los mejores". Será un paso más en una carrera que puso sus sólidos cimientos tras un productivo lustro en Palma.