Un punto no saca de pobres

Sólo el empate final puede definir la igualdad y la enorme igualdad del partido que dirimieron el Ángel Ximénez y el Huesca, un duelo no apto para cardiacos que acabó en un justo reparto de puntos. Y eso que el tanto del empate pontanés llegó cuando sólo quedaban tres segundos para el final, repitiendo el desarrollo del trepidante partido que ambos equipos disputaron en la primera vuelta.

Porque el resultado final refleja realmente lo que se presenció en Puente Genil, donde la ventaja máxima de uno u otro equipo no fue nunca más allá de dos goles. Tal igualdad responde a lo que ambos equipos se jugaban, aunque en batallas diferentes, porque mientras que los oscenses buscaban una victoria para meterse en los puestos de arriba, los pontaneses la querían para acercarse a la salvación, pero el empate final sirve de poco a unos y otros.

El partido comenzó de manera positiva para los pontaneses, ya que si bien no se marcharon en el marcador, sí controlaron el marcador y el tiempo de juego. La efectividad ofensiva del Ángel Ximénez fue muy elevada en los compases iniciales, mientras que la defensa y el meta Paco Chirosa, impedían que el electrónico diera un vuelco. Pero pasaron los minutos y los aragoneses se afianzaban sobre la pista llegando a darle la vuelta al marcador, aunque el Ximénez reaccionó para llegar con una mínima ventaja (16-15) al descanso.

Los primeros minutos del segundo acto fueron de una igualdad total que se extendió a todo el periodo. Sólo faltando cinco minutos saltó la alarma, cuando el Huesca pareció escaparse con una ventaja de dos goles, pero la reacción pontanesa no se hizo esperar y a falta de un minuto el marcador señalaba empate a 27. Seguidamente cuando apenas restaban 30 segundos, el Huesca marcó el 27-28, pero el buen hacer y la ilusión puesta por el equipo pontanés hizo que Luis Campos marcara el gol del empate.