El ascenso, ese tabú
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Pese al ilusionante 'play off' del año que viene, Alcaraz considera que "nos queda mucho por crecer" · "Mientras no se tengan 50 puntos, y este año hasta más, no se puede pensar en otra cosa", apostilla

Lucas Alcaraz concedió ayer su última rueda de prensa de la temporada, en la que mirando de reojo al último partido en Castellón hizo balance de la campaña y mostró reservas ante la posibilidad de que el Córdoba pelee por el ascenso el año que viene, una vez que se modifique el sistema para que entre el tercero y el sexto se disputen el último billete a Primera en eliminatorias a ida y vuelta. El lunes, coincidiendo con su cumpleaños (44), el granadino concederá varias entrevistas a diferentes medios de comunicación antes de marcharse de vacaciones. No volverá a hablar hasta el regreso a los entrenamientos, previsto entre el 19 y el 21 de julio con vistas a la concentración de pretemporada, que volverá a tener lugar en Costa Ballena (Rota, Cádiz) del 25 de julio al 1 de agosto. Y a finales de mes, otra Liga, la 10-11. En la que su equipo, rodado este año, debe optar a algo más que la mera permanencia.
Al menos, así lo piensa José Miguel Salinas. Según el presidente, "el año que viene podríamos trasladar la pelea que hay esta temporada por evitar el descenso a la lucha por entrar en este play off". Sin duda, "nos abre la posibilidad de estar ahí arriba, a nosotros y a muchos otros clubes". Alcaraz coincide en que "la medida va a hacer más atractiva la competición. Yo hubiera ampliado más. Va a acabar un poco con esos partidos intrascendentes de mitad de tabla que hacen que no sea lo mismo de difícil ganarle a un equipo en abril que en mayo, porque haya esa ilusión por meterse ahí o ese miedo por no meterse abajo". Sin embargo, él nunca se sale por la tangente. A su juicio, "estructuralmente, a nivel de infraestructuras, a nivel cualitativo, nos queda mucho por crecer. Ahí es donde tenemos que invertir nuestras energías, porque, como dije en la rueda de prensa pasada, a mí, que llevo 20 años entrenando, el fútbol me ha dado una lección. Supongo que a los demás, también. Una lección que ya sabía, pero que me ha explicado más crudamente: mientras no se tengan 50 puntos, y este año hasta más, no se puede pensar en otra cosa en Segunda División. Pero llámese el equipo que sea. Porque ahora mismo no podemos decir quién va a descender, por supuesto, pero sí podemos decir que equipos con presupuestos en plantilla de dos y tres millones de euros más que el Córdoba, que eso es un porcentaje de un 40 por ciento, están en esa pelea. Llámese Cádiz, llámese Murcia, llámese Las Palmas, llámese el Nàstic hasta hace poco... Tenemos que sacar la conclusión, y creo que la hemos sacado, de que hasta que no se pasen los 50 puntos, en Segunda División no se puede pensar en otra cosa. En Segunda División, los 50 puntos rara vez los pasas en abril. Hasta los de arriba, casi". "Lo veo como un ecuador más o menos reconocible. Sobre todo nosotros, por el tipo de equipo que somos, porque en febrero estés el octavo no puedes pensar en estar el octavo. La meta en sí en salvarse, en primer lugar. Y luego ya cuando estés salvado mirarás dónde estás. Lo mismo, cuando estés salvado falta una jornada, como en este caso. Soy una persona bastante realista y me gusta afrontar las cosas así", enfatizó.
El encuentro de mañana en Castalia es intrascendente, aunque debe servir para ratificar la línea de todo el campeonato. "La sensación es que el Córdoba ha sido un equipo de mitad de tabla. Aparte, creo que objetivamente ha sido así. Estoy hablando de cabeza, pero el equipo ha estado el 95 por ciento del año entre el nueve y el doce, o entre el siete y el doce. Y ahí es donde tenemos ilusión de que quede numéricamente", afirmó.
El equipo viaja a La Plana salvado después de llegar a flirtear con el desastre al sumar un solo punto en las seis jornadas previas al 4-0 al Real Unión. Lucas, un veterano de guerra, sabe que "las rachas empiezan y empiezan, tanto las buenas como las malas, no se esperan. Es cierto que hasta ese momento el equipo había sido escrupulosamente regular. Es verdad, y no era una pose ni un tópico, que con 45, con 48... me daba cierto respeto, porque he vivido situaciones similares en Primera División (con el Racing de Santander); en Segunda, no. En Primera he estado con 39, pensar... y que te cueste hacer los 42 un mundo. Pero sí es cierto que aspirábamos a mantener esa escrupulosa regularidad, pero no es fácil. Y ya no es una excusa, sino una explicación: te pones a mirar todos los equipos, a lo mejor la Real se me escapa un poco, y todos han tenido rachas iguales y peores. El Murcia sacó en ocho partidos un punto, el Hércules perdió cinco partidos seguidos, el Nàstic ha tenido una racha muy parecida a nosotros y antes tuvo otra, porque pasó de ser un aspirante a ascender a instalarse de la mitad de la tabla hacia abajo... Aunque parece una explicación o una excusa, ésta es una categoría muy larga. Y por un mínimo detalle pasas de descender a estar en mitad de la tabla desahogado". Así, puso el "ejemplo hipotético" de que "ganamos el día del Recreativo y nos sobra media Liga. Pero perdemos el domingo pasado... O el mismo Nàstic, que gana el partido en Castellón o ante el Real Unión y le sobran cuatro meses. Pero pierde el domingo pasado con el Elche, y adiós a todo. Es una competición tan igualada que cualquier detalle te hace oscilar muchísimo".
A falta del test de mañana, el técnico repasó las dificultades, relativas, de su primer año en El Arcángel: "No me gusta hacer balance cuando queda un partido, pero hay una cosa cualitativa que no depende de la clasificación. Para mí ha sido un año muy atípico. Llegué a decir que era la plantilla larga más corta de la historia. No es normal que tú tengas muchísimos jugadores de campo, más dos o tres jugadores del filial competitivos, y que en momentos de la temporada te veas en un puesto concreto sin jugadores, como hemos estado, no sé si cuatro jornadas, con un doble pivote que era lo único que había. Y además, Jorge Luque con problemas físicos, y luego tuvo que parar. Este año esa desventaja al final no lo ha sido por las circunstancias, y porque los jugadores a diario, en su relación con la prensa, han tenido un comportamiento ejemplar. Y eso, de alguna manera, lo facilita todo".
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