Abróchense los cinturones

Prasa y Ars afrontan desde mañana una temporada marcada por las estrecheces económicas · Ambos pelearán por la zona alta tras jugar el 'play off' el año pasado

Escobedo trata de superar la defensa del Ars durante la pasada Copa Andalucía.
Escobedo trata de superar la defensa del Ars durante la pasada Copa Andalucía.

Hace tres meses y medio, un maldito penalti en la tanda final ante el Guadalajara apartó al Prasa Pozoblanco del ascenso a la Asobal. Apenas 24 horas antes, los vallesanos vencieron al Ars de Palma del Río en una semifinal fratricida que llevó al extremo la emoción del nuevo sistema de play off. Dos equipos cordobeses pelearon hasta el final por el ascenso al tiempo que los otros dos, el Ángel Ximénez y el Cajasur, purgaban sus pecados con el descenso. Ese guión, unido a un verano marcado por las turbulencias económicas, esbozan los trazos de una temporada marcada por el regusto del curso pasado y la incógnita sobre el desempeño de los dos supervivientes cordobeses.

Si alguno de los dos equipos genera dudas, ése es el Prasa. Las lágrimas derramadas en Guadalajara apuntaban al forzoso cambio de ciclo en el equipo más veterano de la División de Honor Plata, un equipo que durante cerca de tres lustros ha buscado infructuosamente el retorno a la Asobal. Los vallesanos espantaron de un plumazo los fantasmas que les persiguen con la cantinela de "no quieren subir", pero engordaron la leyenda negra de equipo perdedor, de eterno aspirante sin premio. Tocaba cerrar una etapa y abrir otra, aunque nadie podía imaginarse que la economía hiciera que la transición fuera tan brusca.

El paso atrás de Prasa y la negativa de Cajasol a implicarse como copatrocinador hicieron que, durante varias semanas, el equipo de Pozoblanco tuviera un pie fuera de la competición. Finalmente, la directiva propuso un plan de choque que pasaba por reducir el presupuesto en un 40% y plantear renovaciones a la baja al bloque que había llevado al conjunto al filo del ascenso. Un cambio de filosofía, con un concepto semiprofesional del deporte, amplias reducciones en las nóminas y estrecheces económicas hasta límites insospechados fueron las recetas de emergencia a una situación desesperada, recortes que obligaron al club a anunciar un brusco cambio en el planteamiento de los objetivos.

Sonaba a adiós, a la desmembración de un bloque ganador. Pero finalmente, no fue para tanto. Paco Castillo se mantuvo en el banquillo, mientras que Paco Bustos, Espigol, Curro Muñoz, Edu Escobedo, Israel Damont, Nacho Serrano o Nacho Vico aceptaron las condiciones de renovación. El fichaje de Iván Barrero cubre el hueco en la portería de Álvaro de Hita, que se marchó al Cuenca, mientras que para suplir las marchas de Quino Soler y Dani Alcedo se ha confiado en el joven francés Leo Renaud-David, del que se esperan goles desde los nueve metros para abrir las defensas rivales. El bloque es el mismo, con un año más de veteranía y de experiencia. De su calidad no duda nadie, pero queda saber cuál será su rendimiento en unas condiciones en las que la mayoría levantarían la bandera blanca antes de saltar a la cancha.

Menos traumático ha sido el verano para el Ars, aunque en Palma del Río ha llegado el momento de hacer lo más difícil: mantenerse. Quemadas las etapas de asentamiento y crecimiento en la categoría, el equipo palmeño ya es un grande de la DHB, un conjunto que tras clasificarse para el play off de ascenso no puede plantearse de partida un objetivo menor. César Montes, tras su exitoso estreno en el banquillo, seguirá al frente de un equipo en el que la base seguirá formada por Vermirovsky, Dani Hernández, los Fandiño o Manu López. La marcha más dura será la de Javi García (de vuelta al Barça B), para lo que se ha fichado al portugués Filipe Martins (Oporto), una de las novedades junto a Juanlu Moyano (Cajasur), Sergio Cruzado (PAN Moguer) o José Carlos Hernández (Avilés).

¿Qué se puede esperar? La pretemporada ha dejado sensaciones ambivalentes, con resultados irregulares tan propios del periodo de preparación como descriptivos de dos plantillas en reconstrucción. En un curso más marcado que nunca por las diferencias económicas, el protagonismo apuntará a clásicos de la categoría como el Anaitasuna, Huesca, Teucro, Pilotes Posada o Villa de Aranda, más el factor sorpresa de los filiales del Barcelona y el Ademar de León. Puede que los focos no apunten directamente a los cordobeses en el inicio de la competición, pero que nadie descarte que, si todo va bien, el Prasa y el Ars estarán en la pomada.

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