Dos puntos y una reflexión
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El CCF, mudo desde los despachos respecto al retraso en el traspaso de poderes del club, prefiere mirar al tema deportivo, complicado tras la última derrota · El mes de enero es clave para asegurar el futuro

El Córdoba ha derrapado en la primera etapa de su particular cuesta de enero. La derrota sufrida en el Carlos Belmonte (1-0) ha dejado a los blanquiverdes a sólo dos puntos de la zona de descenso. Un motivo más que suficiente para que el tema deportivo vuelva a ser el centro de la actualidad cordobesista. Entre otras cosas porque del traspaso de poderes entre el grupo de empresas Prasa y Augusta BC está en stand by. Tanto que el empresario Víctor de Aldama mantuvo un encuentro ayer con los dueños del club con el fin de desbloquear la situación a su favor. Lo cierto es que desde el anuncio de la venta por parte del presidente José Miguel Salinas en la sede de la propia propiedad el pasado 22 de diciembre han pasado ya 13 días, tiempo en el que el mutismo se ha convertido en nota predominante entre las partes del trato. Nadie se atreve a confirmar ni desmentir si ha habido algún problema de última hora, si la due diligence ha destapado un agujero mayor al esperado, si ha surgido otra gente interesada en controlar la entidad como el propio De Aldama, que ya pujó sin éxito por la propiedad en 2008 y ahora vuelve a la carga. El móvil de Salinas, el de su mano derecha Antonio Prieto, el del intermediario del grupo inversor italiano Alessandro Gaucci o el del abogado José Enrique Rodríguez Zarza echan humo. Pero nadie quiere pronunciarse. Quizás para no pillarse los dedos con palabras como las de Salinas en aquella comparecencia de prensa que tanto enfadó al magnate que está detrás de todo esto, Antonino Pulvirenti. Sea como fuere, durante las próximas semanas todo debe quedar cerrado -para bien o para mal- para no dificultar aún más el futuro del CCF en lo económico... porque en lo deportivo ya lo está. Y bien.
"Hay que intentar ganar el sábado y luego el otro domingo. Es una situación no complicada, sino un poquito difícil, pero somos conscientes de ello. Hay que ganar los máximos partidos, pero al final de la primera vuelta y a principios de la segunda. Si vamos con la mentalidad ganadora que tuvimos en Albacete no vamos a tener problemas". Este fue el mensaje, marcado por el optimismo, lanzado por Oriol Riera en el día de ayer. El delantero catalán es de los que prefiere ver la botella medio llena. Y se queda con la buena imagen dada durante gran parte del partido en el Carlos Belmonte para pensar que la situación clasificatoria puede enmendarse en las fechas que restan. De hecho, la situación no es tan dramática. A pesar de haber ganado sólo uno de los últimos siete partidos -6 puntos de 21-, los de Lucas Alcaraz se mantienen fuera de los puestos de descenso, en los que sólo ha estado durante una semana a pesar de su irregular inicio de temporada. Eso sí, tras caer ante un rival directo en la primera cita del nuevo año, la renta se ha visto reducida a sólo dos puntos, los que van entre los 20 de los cordobesistas y los 18 del Alcorcón. Aunque entre ambos estén aún el propio Albacete, el Girona y el Recre.
Por todo esto, el mes de enero va camino de convertirse en clave para el futuro a corto y medio plazo del Córdoba. En el tema deportivo, los blanquiverdes deben recibir a una Ponferradina que habita en la zona de descenso y a un Girona claramente a la baja para cerrar la primera vuelta; entre ambos encuentros llegará la siempre complicada visita a Las Palmas, otro enemigo en decadencia, para cerrar enero con el primer partido de la segunda vuelta, ante el irregular Salamanca, también en El Arcángel. Citas para todos los gustos y colores que tienen que acabar de definir el verdadero objetivo de un club que para entonces tendría que estar ya en otras manos.
Porque, aunque no haya sido de la manera inminente que se presumía tras aquella ajetreada comparecencia de Salinas en las oficinas de Prasa horas después de que saliera el Gordo de la Lotería de Navidad, la lógica invita a pensar que al final la compra del 98,8% del paquete accionarial que controla el Grupo Prasa por parte de Augusta Business Capital se hará efectiva. Y si, al final, el principio de acuerdo cerrado en su día cae en saco roto, pues ahí está la opción De Aldama, desechada en su día y que ahora puede ser la buena. Todo sea por arreglar la delicada situación financiera del Córdoba.
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