Wicked | Crítica
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La estrella de cine mudo Anita Page murió ayer a la edad de 98 años mientras dormía en su vivienda de Los Ángeles, según informó el canal estadounidense de televisión ABC. Page era una de las estrellas de los estudios MGM de Hollywood y apareció ante las cámaras, entre otras figuras, junto a Joan Crawford y Buster Keaton. Pasó sin esfuerzo del cine mudo al sonoro, pero en el año 1936, cuando tenía 26 años, se retiró del mundo del celuloide, al que no volvió hasta 60 años después. Desde entonces apareció en varias películas de terror de bajo presupuesto.
La actriz saltó a la fama en 1928 con el filme Our Dancing Daughters, junto a Crawford, y un año después cosechó un gran éxito con el filme musical The Broadway melody, que fue la primera película sonora en ganar un Oscar.
Anita Pomares, que era su verdadero nombre, nació en Nueva York en 1910. En 1929, su popularidad llegó a ser tan alta que la cantidad de cartas que le enviaban sus fans sólo fue superada por las que recibía Greta Garbo. Tenía dos hijas, Linda y Sandra, fruto de su matrimonio con Herschel House. Su última aparición ante las cámaras fue en Frankenstein Rising, que se estrenará a finales de este año. Otras de sus películas son Las calles de Nueva York, Estrellados, Jugar con fuego y Vírgenes modernas.
Hollywood pierde así a una de las figuras señeras de una época en la que se forjaron el lenguaje y la mitología del cine.
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