Por una Sierra libre de restricciones

Alrededor de 50 personas amantes de la naturaleza participan en una marcha para reivindicar desalambrar algunos espacios y caminos públicos que están ocupados por parcelistas y propietariosl protesta La caminata comenzó en la torre de la Malmuerta a las 10.00 y finalizó a medio día en uno de los parajes naturales fijados por la organización de la marcha.

R. Lopera

14 de enero 2008 - 05:00

Disfrutar de la Sierra de Córdoba sin tener que toparse con una valla que impida el paso es el objetivo de la plataforma A Desalambrar. Como cada mes, este colectivo realizó ayer su marcha habitual para reivindicar la liberación de los miles de kilómetros propiedad de la ciudadanía pero que se encuentran ocupados de forma ilegal por parcelistas y grandes propietarios.

A juicio de esta organización, el Ayuntamiento es el principal responsable de ello. Por ello invitaron a la alcaldesa, Rosa Aguilar, a que acudiera con ellos a la marcha, "si bien en esta ocasión ha declinado nuestra invitación por asuntos personales, aunque vendrá en otra ocasión", matizó Patrick Philpott, miembro de la plataforma y uno de los organizadores de la iniciativa ecologista que ya tiene muchos años de tradición.

El punto de partida fue la Torre de la Malmuerta. De ahí subieron en coche hasta el puente de Los Arenales, para iniciar un recorrido a pie que se prolongó durante más de tres horas. Philpott denunció que desafortunadamente hay fincas que albergan caminos de acceso público o pasos que antiguamente eran ocupados por los agricultores, "y que no están al servicio de los ciudadanos" .

Más de 50 aficionados a la naturaleza se sumaron durante la mañana de ayer a una protesta que ya se ha convertido en sistemática y que el propio Consistorio conoce muy de cerca. De hecho, Patrick Philpott apuntó que la alcaldesa se ha comprometido en las dos últimas legislaturas a devolver a Córdoba el patrimonio natural que diferentes particulares han usurpado, "aunque todavía no ha dado pasos definitivos al respecto".

Según la Administración local, alrededor de 100 kilómetros de caminos públicos tienen restringido su acceso mediante vallas o alambres, aunque la plataforma precisó que la cifra es mucho más alta que la oficial y que puede llegar a los varios miles. Aunque la forma de proceder del colectivo no suele ser rompiendo las vallas, Philpott reconoció que ayer tuvieron que forzar una cerradura para poder entrar en un camino público. "Una vez en el interior, estuvimos hablando con el guarda, que de sobra sabía que ese paso era de todos los cordobeses", narró este miembro de A Desalambrar.

Después de la prolongada caminata, en la que participaron familias al completo y personas de todas las edades, los participantes en la marcha comieron en uno de los muchos enclaves paradisiacos que esconde la Sierra de Córdoba. "Mucha gente de aquí no sabe el patrimonio natural que tenemos, y cuando vienen por primera vez se quedan sorprendidos al ver tanta belleza", apuntó Philpott, al tiempo que solicitó un mayor compromiso social en la que los ciudadanos y la Administración se impliquen en la "liberación" de los espacios públicos.

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