A los artistas futuros
Exposición colectiva. Lugar: sala de exposiciones del Albergue juvenil. Clausura: 22 de diciembre. Horario: de lunes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00.
Hace ya diez años que pude asistir al nacimiento del Premio Pepe Espaliú en la Casa del Ciprés. Como propuesta del estudioso de la obra del artista cordobés Alfonso del Río y gracias al apoyo del Instituto Andaluz de la Juventud, nacía un certamen que pretendía revalorizar y dar a conocer la obra de Espaliú a través de la interpretación que de su obra iban a proponer las nuevas generaciones de artistas, aquéllas a las que Pepe dedicaba su despiadada "nana para un artista futuro".
Diez años después, el pasado martes 1 de diciembre nos encontrábamos inaugurando la exposición de los premiados y seleccionados en el X Certamen Pepe Espaliú de Artes plásticas, y más allá de pensar en los participantes, nos daba por pensar en todos aquellos artistas que han pasado por este certamen y hoy son ya algo más que una joven promesa del arte contemporáneo hecho en Andalucía, y todo desde la ciudad andaluza que más premios y certámenes de arte contemporáneo acoge; desde el premio internacional de fotografía Pilar Citoler hasta las propuestas de Periféricos, pasando por la Bienal de Artes Plásticas de la Fundación Botí, la Beca de Artes Nobles de Córdoba o la continua programación de salas como Puerta Nueva, Vimcorsa o en el horizonte, Iniciarte y el futuro Centro de Creación Contemporánea de Córdoba. Sin olvidarnos de las iniciativas privadas que cada mes tienen que luchar en un mercado cada vez más hostil.
Entre la nostalgia y la felicidad de una realidad difusa y un incierto futuro, quizás sería un buen momento ahora para recuperar toda esa colección de premiados y comisariar una exposición que diera sentido a la vida de este certamen.
Pero centrándonos en la edición actual, la obra seleccionada como primer premio del certamen recayó en la pieza de vídeo A palos, de la artista cordobesa Verónica Ruth Frías, que en esta multiproyección reinterpreta el legado videográfico de Pipilotti Rist, cambiando tulipanes por troncos de árbol seco para liarse a palos con todo aquello que nunca podrá tener, con esa imposibilidad que tanto se plasmaba en la obra de Pepe Espaliú.
El discutible segundo premio ha recaído en la pieza La cantante II, de la artista malagueña Cristina Peralta Martín, una instalación que aúna el dibujo y la escultura a través de una extraña escenografía de frases bordadas e inquietantes muñecas que poco parece tener que ver con la obra de Espaliú, pero que se inserta en un discurso sobre la abyección y el cuerpo que rondaron algunos compañeros de su generación.
Por último el jurado ha decidido premiar con un accésit a la obra Vulnerable, del artista cordobés Rafael Cecilia, premiado ya en anteriores ediciones de este certamen, que ha cambiado el registro de sus últimas piezas sirviéndose de la imagen de síntesis y de un vulnerable hombre-ciervo, asaeteado por todas nuestras miradas.
Del resto de artistas seleccionados merece destacar la pieza fotográfica de Juan López y su reflexión sobre la imposibilidad, la instalación de dibujos Sobre lo repugnante, de Fernando Sáez; la pieza fotográfica Cotidianidades 002, de Lola Guerrera; los cinco niños raros, de Miguel Ángel Rabasco; la pieza de vídeo Desayuno, del cordobés Víctor Navero; y la que sin duda alguna debería haber estado entre la tríada de los premiados, Molde-jaula de Alegría Castillo y L.A. Sánchez Piñero, que en un juego de maquinarias ópticas nos invitan a reflexionar sobre la circularidad, la imagen, el rostro y la propia identidad en una de las obras que más se acercan a la poética de Espaliú. En el futuro, oiremos hablar de ellos, al igual que de todos aquellos que hacen de este certamen un espacio para conocer los derroteros del arte actual.
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