"Este libro supone para mí una gran afirmación del yo y del sí"

Joaquín Pérez Azaústre. Escritor

El poeta cordobés se siente "muy agradecido" por el fallo del jurado del Premio Loewe, formado por "autores con los que me he formado como lector y escritor"

"Este libro supone para mí una gran afirmación del yo y del sí"
"Este libro supone para mí una gran afirmación del yo y del sí"
Ángela Alba / Córdoba

12 de noviembre 2010 - 06:52

Cinco años después de conseguir el Premio Internacional Fundación Loewe de Creación Joven, el escritor cordobés Joaquín Pérez Azaústre se alzó ayer con su hermano mayor, el Premio Internacional de Poesía Loewe gracias a su obra Las Ollerías. El columnista de El Día realiza en esta obra un recorrido biográfico y poético a partir de un espacio urbano " en el que es posible la reconstrucción personal".

-¿Cómo se siente tras recibir este prestigioso premio?

-Muy agradecido porque se trata de un jurado integrado por autores con los que me he formado como lector y como escritor, que me han acompañado en muchas horas de mi vida. Saber que ellos han sido los primeros lectores del poemario y que han tenido a bien valorarlo y premiarlo es una satisfacción personal muy grande.

-¿Por qué lo ha titulado 'Las Ollerías'?

-Es una avenida que en el libro se convierte en un espacio simbólico de la memoria, en un territorio en el que es posible la reconstrucción personal y la indagación de la identidad. Las Ollerías marca un nivel de lectura del libro, el de la localización geográfica, los lugares conocibles. Pero también hay otros niveles un poco más profundos que son los de la evolución íntima, la indagación emotiva y el propio viaje de los poemas, que van manteniéndose en un tono a lo largo del libro pero también van cambiando de registro.

-¿Qué lenguaje utiliza?

-Va evolucionando a lo largo que la obra avanza porque me gusta la idea de que el lector sienta que el libro avanza con él, que muta, que vive y tiene una materia orgánica que se va generando y evolucionando a partir de sí misma. Arranca de un realismo bastante evidente y objetivo que se va poblando de imágenes, de ritmos, de músicas y credenciales plásticas y van avanzando hasta llegar hasta un irracionalismo final más metafórico, más lleno de música. De esta manera el tono del libro es siempre el mismo pero los registros van variando.

-¿Cómo está estructurado el poemario?

-Tiene cinco partes: Las Ollerías, Una figuración del paraíso, Los nadadores, La aguadora y Puente Romano.

-¿Cuál es la temática que aborda?

-Digamos que es la recuperación de un territorio. Es como cuando los indianos a finales del siglo XIX se iban a las Américas para hacer fortuna y cuando volvían, ya ricos, trataban de recuperar el territorio de su juventud. Pero ya ni el territorio les reconocía a ellos ni ellos reconocían ese territorio. Ese es el viaje del libro, la intención de expresar una unidad de tiempo y de espacio que se va desarrollando a lo largo de un viaje geográfico y poético.

-¿Tiene partes autobiográficas?

-Sí, Una figuración del paraíso retrata mis años en Madrid, Las Ollerías marca el territorio de la infancia y Los nadadores se refiere a la presencia del padre, algo que ha destacado García Baena (miembro del jurado) en su preciosa intervención. Tiene distintos vértices sobre los que se va cimentando un discurso más unitario de identidad y de búsqueda de ese territorio en el que encontrar amparo. Para mí éste es un libro que tiene mucha verdad. Entiendo que hablando en lenguaje poético esto suena vacuo, pero creo que es la obra mía que tiene más verdad. Cada escritor tiene una parte de verdad que aportar al mundo y creo que en este libro me acerco bastante a eso. Las Ollerías tiene muy poco de pose, poco de máscaras y artificios y nombra a las cosas tal y como quieren ser nombradas. Por eso para mí es importante que el libro se edite con la máxima sencillez porque eso repercute en su ser más íntimo.

-¿Qué ha destacado el jurado de 'Las Ollerías'?

-Pablo García Baena ha hablado de un libro enigmático e inquietante. También han destacado las imágenes de los poemas. En fin, yo creo que es un libro que tiene distintos registros, que tiene una única voz que se manifiesta de distintas maneras. En ese sentido, cada manera de expresarse se relaciona con una necesidad personal. Todas las necesidades basculan en torno al hecho de nombrarse a uno mismo, acotar un territorio en el que sentirse cómodo, como puede ser la infancia o primera juventud, un territorio al que se le pone nombre por medio de este sustantivo, de Las Ollerías. Pero para llevar eso a buen término hacen falta distintos lenguajes poéticos y parece ser que al jurado han gustado esos lenguajes.

-Hasta el momento éste es el premio poético más importante que ha ganado. ¿Es el comienzo de una nueva etapa?

-Estoy muy agradecido a este premio aunque tampoco quiero menospreciar otros como el Fernando Quiñones o el Adonais. Pero este premio para mí tiene un valor especial por una cuestión -aparte de que hace diez años que estoy dedicándome a escribir-: el jurado. En él ha estado José Luis Rey, que es una de las voces más potentes del panorama poético actual, rodeado de grandes maestros como Antonio Colinas, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, Caballero Bonald o García Baena, que es maestro de todos nosotros. Entonces, recibir un premio con un jurado al que uno admira tanto es un premio en sí mismo.

-¿En qué momento se encuentra su obra literaria?

-Poéticamente en un momento de gran afirmación porque este libro para mí supone muchísimo, es una gran afirmación del yo y del sí, una especie de ADN más vital que poético que se ha puesto ahí a través de los poemas. Por lo demás me siento muy tranquilo, voy publicando mis libros.

-¿Tiene algún proyecto ahora?

-Estoy escribiendo una novela que llevo con mucho tiento y lentitud, que es diferente a las anteriores. No tiene nada de metaliteratura ni de culturalismos, está más enraizada en la actualidad de cada día, en el aquí y el ahora.

-¿Lo presentará en Córdoba?

-Por supuesto, además me gustaría hacerlo lo más cerca posible de Las Ollerías.

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