Brindis al sol
Alberto González Troyano
Razones de las lenguas
Fuera de cobertura
MÍRALA cara a cara: que no es la primera vez que un autobús de expertos internacionales frena en Córdoba, pernocta, debate sobre nuestras posibilidades en la carrera hacia 2016 y lo festeja con una visita guiada, igual que en uno de esos circuitos en los que -si el calendario indica miércoles- hoy deambulamos por Roma. Sin embargo, sí que este comité de sabios se estrena en cuanto a repercusión verdadera de sus declaraciones: hasta ahora, muchos apellidos extranjeros subían las escaleras de la estación, recordaban el proyecto en que habían participado, lo adaptaban al dossier sobre Córdoba que se les habría remitido por correo electrónico, y regresaban a su ignota ex capital cultural europea. En cambio, el seminario celebrado en Caballerizas Reales durante esta semana ha proporcionado ideas suficientes para que Carlota Álvarez-Basso -lo mejor que nos ha podido pasar: profesional, trabajadora, entusiasta- asegure cerrar la etapa de reflexión, e inaugurar la de redacción del proyecto. Y ha ocupado -por fin- titulares a varias columnas, aunque no sé si de manera positiva o negativa.
Porque en un lado de la balanza reposa el sentido común, la apuesta por los jóvenes como motor de las iniciativas -no en vano, hablamos de quienes serán adultos en la fecha de marras-, y el subrayado de la participación activa de los cordobeses: con sus propuestas, imagino, pero también con su voluntariado, como ya fomentan otras candidatas españolas (Segovia, sin ir más lejos, que ayer celebró su Noche Blanca). Sin embargo, en la otra pesa resuena la advertencia del finlandés Pekka Timonen, para quien Córdoba apenas posee repercusión internacional, e igual tiene razón pero servidora no evita mondarse de risa al imaginárselo localizando en Google dónde viaja a asesorar, qué tiempo hará, si se protegerá con calcetines o recurrirá a pelo a las sandalias; y, más aún, la apuesta de Eduard Miralles -de la empresa Interarts, que ha organizado el encuentro y otros tantos debates más- por "la Semana Santa, los toros y el flamenco". Ya.
Varios años configurando una identidad moderna para Córdoba -porque existe bajo la verdina del Guadalquivir-, rascando para obtener una imagen de la ciudad que no se anclara en el pasado, sino que plantase cara al futuro, para que el secreto del éxito resida en los tópicos: falta una cuchará -y varios pasos atrás- para desempolvar el perol, la peña, ¡la taberna! ¿Lo más inquietante? Que se trate del gran consejo que un experto internacional nos ofrezca tras varias jornadas de trabajo. ¿La colleja? Que hace tiempo que conocemos la mayoría de las conclusiones: estaban dichas, y escritas, por gente de aquí.
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