Una odiosa comparación

EL nuevo estadio del RCD Espanyol se inauguró hace sólo unos días y desgraciadamente ha cobrado actualidad este pasado fin de semana por ser el lugar donde los periquitos están desahogando su pena por la inesperada muerte de Dani Jarque. Todo estadio nuevo despierta con toda lógica la envidia y la curiosidad en el aficionado cordobesista, que ve cómo El Arcángel de su alma parece estar permanentemente en obras. El nuevo campo de Cornellà tiene capacidad para 40.000 espectadores, aparcamiento para 3.200 vehículos, placas de energía solar en la cubierta para reducir el consumo eléctrico, zonas comerciales, oficinas y la calificación de cuatro estrellas concedida por la UEFA. Su construcción ha durado sólo seis años y ha tenido un coste de 58 millones de euros. En cambio, El Arcángel, está en obras desde el verano de 2004, no está aún al 50% de ejecución, tendrá un aforo de 25.000 espectadores y el presupuesto estimado de momento ronda los 80 millones. El aficionado cordobesista establece con toda lógica el paralelismo y se pregunta que si tiene 15.000 localidades menos por qué cuesta 22 millones de euros más y aún no se sabe cuándo estará terminado. Además, como buen cordobita ha llegado a la conclusión de que lo de las placas solares habría que planteárselo con la que cae cada día en El Arenal. Así, el estadio no le pagaría un euro a Endesa y también saldría gratis el alumbrado de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Pues sí.