Nocturna Ediciones

HOY, que es viernes, voy a contarles una historia hermosa. Como en los buenos relatos me reservaré la letra pequeña, esa información que se vislumbra más en las omisiones que en los datos, más en la sugerencia que en la nota de prensa, más en ese brillo de la frase interior que en su atractivo explícito. Hoy voy a hablarles de Nocturna Ediciones, nacida con tres títulos ya fundamentales: Hijas de la ira, de Juana Salabert, Diario de un viaje a Rusia, de Lewis Carroll, y Recuerdos recobrados, de Kiki de Montparnasse. Lo primero que hay que destacar de Nocturna Ediciones es su nombre, con lo que la literatura tiene de nocturna, de la vida alterada de después, cuando las luces vivas languidecen y aparece la otra, gaseada, esa luz interior que alumbra un libro mientras toda la casa duerme y todavía hay una lamparita encendida, alguien que se asoma a un mundo desde el mundo, al océano infinito de la nocturnidad.

Todo esto es Nocturna Ediciones. Todo esto, y una celebración de la belleza: belleza en las edición, cuidada y muy elegante, todo un reto para aquellos que aseguran que el libro de papel está acabado: porque, una vez cogido un libro de Nocturna, una vez tenido entre las manos, la maquetación y el tacto, su gusto en las portadas, ya resulta difícil desprenderse de él, porque se adivina una travesía literaria por los cinco sentidos, porque son de esos libros que no se abandonan nunca, que pueden llegar a ser incluso compañeros de una vida; belleza de interior, con esa calidez que es la calidad antigua del papel, cuando se hacían los libros para que duraran cien años, libros salpicados de láminas preciosas, de fotografías que aparecen como un regreso breve al territorio que hemos recorrido por las páginas; y, claro, belleza de los textos, que es quizá la mayor, ungida por la gracia literaria, por una vocación de manifiesto por la más acendrada exquisitez. Así, Kiki de Montparnasse, autora de Recuerdos recobrados, según Ernest Hemingway "(…) definió la era de Montparnasse mejor que la reina Victoria definió la era victoriana", y nos conducirá por un París que hemos recuperado en sus memorias. Diario de un viaje a Rusia, de Lewis Carroll, es un viaje interior muy bello y detenido por el mundo de ayer, mientras que Hijas de la ira, de Juana Salabert, se ha convertido ya en un clásico contemporáneo de la literatura del rescate histórico y moral de esas mujeres hundidas por la guerra, pero todavía refulgentes.

Refulgente es también Nocturna Ediciones, nacida en tiempos de crisis, lo que aporta un valor ético añadido de amor por la cultura y la edición, la gran literatura al alcance de todos. Con la que está cayendo, es la mejor recomendación para cualquier fin de semana en adelante.