La ola de robos en Campo de Aras fuerza una Junta Local de Seguridad
La Policía Nacional incluso ha tenido que impedir la salida a la calle de vecinos de esta zona residencial armados con escopetas y señala la investigación va por buen camino
Los vecinos de la zona residencial de Campo de Aras y Cristo Marroquí de Lucena van recuperando progresivamente la tranquilidad tras la docena de robos que han venido padeciendo durante el último mes. En la noche del pasado lunes la sensación de inseguridad llevó a algunos vecinos a salir a la calle armados con escopetas de caza con la intención de ayudar a la Policía Nacional en la búsqueda de los individuos que acababan de robar en una vivienda, acción que fue automáticamente impedida por los agentes que tras una persecución -en la que se llegó a disparar varias veces al aire como medida disuasoria- finalmente no pudieron atrapar a los dos supuestos ladrones que se dieron a la fuga a través de un olivar.
La alarma social es tal, que incluso se ha convocado una Junta Local de Seguridad para la semana que viene en la ciudad lucentina, un encuentro que estará presidido por el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y en el que "daremos a conocer las novedades de este caso" cuya investigación "anda bastante avanzada", puntualizó el responsable de la Comisaría de Lucena-Cabra, José María Tocornal.
"La gente está alarmada porque se han llegado a producir dos robos diarios e incluso a la misma familia", afirmó el presidente de la asociación de vecinos Crisaras, Rafael Blanco, quien indicó respecto a estas acciones que se suelen producir a últimas horas de la tarde, "cuando empieza a oscurecer". Desde el colectivo vecinal deducen que los ladrones son personas conocedoras del lugar porque "saben perfectamente a la hora que entran y salen" los habitantes de los inmuebles donde piensan entrar. "Estamos todos asustados porque no sabemos lo que hacer", comentó el dirigente vecinal, quien explicó a El Día que en algunos asaltos "han llegado a llevarse unos 30.000 euros entre dinero y joyas", todo ello sin contar los destrozos "en puertas y mobiliario".
La Policía Nacional se encuentra investigando esta ola de robos aunque, tal y como aseguró José María Tocornal, uno de los aspectos más preocupantes ha sido la predisposición de algunos vecinos a tomarse al justicia por su mano. "Lo que no pueden hacer es salir con escopetas a la calle con nosotros trabajando en el caso, porque podemos organizar una trifulca", señaló el responsable policial quien ha advertido de la ilegalidad de este tipo de acciones son susceptibles de sanción "o detención en el caso de que se cometa algún hecho delictivo".
Aún así, la vigilancia se ha intensificado considerablemente en toda esta área donde la Policía está trabajando en labores prevención e investigación. Campo de Aras y el Cristo Marroquí son zonas de segunda residencia de Lucena donde decenas de familias viven durante todo el año, motivo por el cual los cacos pueden controlar los movimientos diarios de los vecinos y estudiar el momento y la manera de entrar en las viviendas. El modus operandi que utilizan consiste en forzar alguna de las puertas del inmueble para sustraer todos los objetos de valor que encuentran, escapando posteriormente por los olivares que circundan estas urbanizaciones, donde previamente han dejado un vehículo.
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