Agricultura pondrá a la venta los silos de El Carpio, Santa Cruz y Valchillón

El Ministerio incluye la enajenación de los tres graneros en el plan más amplio puesto en marcha en todo el Estado para ahorrar en los costes de conservación de estas infraestructuras

Macrosilo ubicado en el término municipal de El Carpio.
Macrosilo ubicado en el término municipal de El Carpio.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), ha puesto en marcha el proceso de enajenación de los almacenes públicos de cereal -macrosilos, silos y graneros- de la red del organismo, tres de ellos en la provincia y con capacidad para 47.500 toneladas. La acción afecta, en concreto, a los macrosilos de El Carpio y Valchillón -en el término de Córdoba capital-, cada uno con 20.000 toneladas de capacidad, y al silo ubicado en la barriada periférica de Santa Cruz, también en la capital. Este último cuenta con una capacidad de 7.500 toneladas.

El proceso arrancó en enero, cuando el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto que modificó el estatuto del FEGA para incluir la facultad de enajenación de los inmuebles pertenecientes a la red básica de almacenamiento público que forman parte de su patrimonio. El Gobierno central perseguía conseguir la máxima eficacia en la gestión del patrimonio, facilitar el acceso general a la utilización de dichas unidades de almacenamiento, contribuir a la creación de empleo y la reactivación de la economía en aquellos lugares donde se ubican y eliminar el elevado coste de mantenimiento que tales instalaciones tienen para el organismo.

El Ministerio considera que la situación actual de los silos es de casi total abandono por carencia de uso. Se trata de propiedades cedidas a la comunidades autónomas para la gestión de las compras y almacenamiento de cereales, actuaciones que, a día de hoy, son prácticamente inexistentes. El FEGA asume el pago de los impuestos de bienes inmuebles, mientras que los gobiernos regionales afrontan los gastos corrientes.

La Red Nacional de Silos comenzó a proyectarse en 1944, con la construcción de las primeras unidades situadas estratégicamente teniendo en cuenta los nudos de comunicaciones y las líneas de ferrocarril; la primera unidad que entró en funcionamiento fue la de Alcalá de Henares, en 1949. Entre los años 1945 y 1986, se construyeron 663 silos y 275 graneros en toda España con una capacidad total de 2.684.947 toneladas.

Hasta el 29 de mayo de 1984, el sector del trigo funcionaba en régimen de monopolio estatal y los otros cereales se encontraban sometidos igualmente a precios de intervención que garantizaban su compra por el Estado a dicho nivel. Pero la finalización del régimen de monopolio triguero primero y la posterior incorporación de España en la Comunidad Económica Europea en 1986 supuso un cambio profundo en los procedimientos de intervención, de manera que la gran mayoría de silos quedaron sin uso.

La actual red está compuesta por 141 silos y graneros con una capacidad total de almacenamiento de 977.320 toneladas. El texto de la modificación del FEGA incluye las razones para adoptar esta decisión. Apunta que la red de almacenamiento representa "un coste elevado que es difícil de justificar", sobre todo cuando "no existe una previsión clara de utilización en el futuro, dada la situación de franco deterioro en que se encuentran".

Por ello, "se considera imprescindible proceder a su enajenación como único medio de posibilitar que dichas infraestructuras puedan ser utilizadas para otros fines que contribuyan a la creación de empleo y la reactivación de la economía". La previsión del Ministerio es que el proceso de retorno de los almacenes al Estado se realizare a nivel provincial con actos que se celebrarán en las subdelegaciones del Gobierno.

En el caso de El Carpio, en 2008 se frustró un proyecto para la creación de una planta de biodiésel en el macrosilo después de que la empresa promotora agotara el plazo de dos años concedido por el Ayuntamiento sin realizar ningún trámite para su puesta en marcha. En concreto, se trataba de una planta de biodiésel y un centro de investigación para nuevos cultivos oleaginosos y energéticos que se iba a dedicar a la producción de aceites vegetales, biomasa y biocombustibles a partir de la producción de cultivos energéticos.

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