San Pedro Mártir recibe a la Virgen de Araceli
La Patrona del Campo Andaluz vuelve al templo dominico reconstruido más de siglo y medio después
Las campanas de San Mateo tocaban ayer en torno a las siete de la tarde para anunciar la extraordinaria procesión de la Virgen de Araceli . Un sonido con el que se despedía así de la que es su casa en Lucena, para visitar la recientemente reconstruida iglesia dominica de San Pedro Mártir de Verona. Una ocasión especial en la que la Patrona de Lucena y también del Campo Andaluz fue paseada por algunos de los barrios por los que usualmente no suele pasar. Sin palio, pero arropada por el himno cantado por todos sus devotos, por las lluvias de flores, por los miembros de su cofradía y por los componentes de la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Virgen emprendía un camino hacia un templo que no visita desde 1840, para estar durante su última semana en el corazón de Lucena junto a su hijo.
La Virgen de Araceli fue paseada por Lucena, como novedad, en el trono de María Santísima de la Estrella que completaron con la candelería cedida por la cofradía de La Santa Fe, en concreto, la que lleva el Sagrado Lavatorio. Además, como característica del adorno floral que ha lucido, María Santísima de Araceli llevó a sus plantas las espigas nazarenas propias de Jesús.
Ataviada con el manto que lució durante su Coronación hace ya más de 60 años, la virgen de Araceli atravesó la Plaza Nueva, bajó la calle Las Torres, Los Maristas hasta la iglesia de Santo Domingo donde volvieron a repicar las campanas. A continuación, la Virgen entró en la calle Cabrillana, llegó a la calle la Aurora, El Peso y, por fin, a través de Curados fue recibida en el magnífico templo dominico. Un recorrido que estuvo adornado musicalmente por la agrupación musical Santísimo Cristo de la Humillación Servitas de Lucena.
A pesar de que todos los barrios se engalanaron para festejar el paso de María Santísima de Araceli, con especial cariño lo hicieron los vecinos del barrio de la Aurora, con un motivo especial y es que en su momento la Real Archicofradía decidió dar la manijería de este traslado a la Venerable Cofradía de María Santísima de la Aurora, para celebrar así su 300 aniversario de historia. De esta manera, Antonio Maillo, miembro de ambas cofradías, fue designado por sus compañeros como manijero de este día, un regalo que asumió con total responsabilidad y para el que se ha rodeado de cofrades, amigos y familiares. Él mismo ha sido el encargado de reconocer en diversas ocasiones como este designio le ha ayudado a afrontar malas pasadas de un pasado reciente y mirar al futuro con una actitud más positiva.
Todas estas razones hicieron que la llegada de la Virgen de Araceli al barrio de la Aurora fuese una verdadera fiesta celebrada con una gran petalada, cohetes fandangos y, por supuesto, en este barrio mariano lucentino no podía faltar ni las bengalas -encendidas tradicionalmente por los vecinos del barrio durante la procesión de la Aurora que se celebra el segundo domingo de octubre- y sus campanilleros.
Sin duda, una salida procesional que sirvió para unir tres fervores lucentinos en un único acto y que concluía con la llegada, a eso de las 22:00, de la Virgen de Araceli a la plazoleta de Jesús.
Con la llegada de la patrona de Lucena a la iglesia de San Pedro Mártir, donde estará acompañada por la imagen de Jesús Nazareno, se inicia lo que la cofradía ha denominado como Semana de Jesús y María, para la que se han organizado una serie de actividades para los fieles como charlas y meditaciones. Entra Lucena así en la recta final de la presencia de la Virgen de Araceli en la ciudad, ya que el próximo domingo 1 de junio, y tras la celebración de la Misa de Romeros, la patrona iniciará desde la misma iglesia dominica su romería de subida hasta la Sierra de Aras.
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