Expertos en patrimonio industrial lamentan el derribo de los depósitos

La Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía (Fupia) lamentó ayer el derribo de tres antiguos depósitos de agua en los departamentos de Fuencubierta, Las Pinedas y El Garabato, en La Carlota, al entender que suponen "acabar con parte de la identidad" de estos núcleos, según denunció la patrona en Córdoba de la entidad, María del Carmen García. La Diputación de Córdoba gastará más de 93.000 euros en ejecutar el proyecto redactado por el Ayuntamiento carloteño, que apela al mal estado de conservación de estas estructuras de hormigón armado para justificar su demolición. Según los técnicos, de las copas se desprenden partes del material.

La portavoz de la Fundación lamentó que "se llegue a esta situación", pues dijo que las administraciones deben velar por la conservación del patrimonio indsutrial. Instó, en este sentido, a realizar un inventario de los bienes industriales de la provincia para que no cunda el ejemplo de La Carlota. "Seguro que muchos vecinos desconocen para qué servían los depósitos. Hay que concienciar a la población del valor que tienen, pues explican la evolución de los municipios en el siglo pasado, dijo la experta.

La propuesta del Consistorio carloteño, que en otros núcleos como La Chica Carlota sí conserva el depósito como elemento de embellecimiento de la población, consiste en la adecuación de un recinto en la parte inferior de cada depósito para alojar las infraestructuras de impulsión y cloración de agua. El profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Francisco José Rodríguez, que imparte la asignatura de Patrimonio Industrial, llamó a "aplicar la creatividad" a antiguas estructuras de patrimonio industrial para conservarlas. Puso como ejemplo el antiguo depósito de agua de Tavira, en el Algarve portugués, convertido ahora en cámara oscura y uno de los puntos turísticos más visitados del municipio.

En numerosos casos como ocurre en La Carlota, estas estructuras "no son ninguna maravilla de la arquitectura", aunque "sí tienen valor" en el municipio como "elementos de referencia para los vecinos". "Las administraciones toman a veces decisiones a la ligera, sin estudiar las posibilidades o los usos alternativos que puedan tener", dijo el miembro de la Fupia. El profesor puso como ejemplo el movimiento vecinal que se generó en Salamanca para la conservación de otro depósito de agua; en aquella ocasión, sin embargo, el Ayuntamiento optó finalmente por derribarlo, como en La Carlota. Ocurrió en el año 2002, el mismo año en que la ciudad castellano leonesa celebró su designación como Capital Europea de la Cultura.