Mucho más que la realidad
Alumnos del centro Tierno Galván reseñan más de 60 puntos de la localidad mediante códigos QR
El Ayuntamiento, la calle Carreteros, la casa solariega de la familias Ostos o la plazuela de San Lorento. Así, hasta más de 60 emplazamientos de La Rambla, forman parte del proyecto La Rambla aumentada, desarrollado por alumnos de segundo de Bachillerato del instituto Tierno Galván en la asignatura de Tecnologías de la Información y la Comunicación. La Rambla aumentada es un proyecto que "pretende unir el patrimonio tanto material como inmaterial, los servicios públicos y rincones singulares" del municipio a través de técnicas de realidad aumentada.
Para ello, los alumnos han seleccionado más de 60 puntos de la localidad, que han marcado y geolocalizado mediante un código QR, que consigue enlazar un contenido digital en internet mediante una aplicación móvil. El proyecto ha contado con la colaboración del Ayuntamiento.
Los puntos reseñados se clasifican en cinco categorías: edificios municipales y servicios; calles, plazas, rincones y casas; museos y experiencias; ocio e industria local, y patrimonio religioso. En este último apartado, el itinerario incluye casas hermandades -la Caridad, la Humildad, Nuestro Padre Jesús Nazareno-, el convento de la Santísima Trinidad, las ermitas de la Inmaculada Concepción, el Calvario, San José o Santa Ana o la iglesia del Espíritu Santo.
La sección más amplia, sin embargo, es la que profundiza en el callejero de la localidad, con paradas en las calles las Flores, Valenzuela, varias casas palaciegas, jardines, plazas o el torreón del Castillo. Sobre este último sitio, por ejemplo, el código da acceso a historia, a su uso actual o al horario de visita.
Otras entradas permiten bucear en el pasado de la localidad, como la de la plaza de la Cadena. Su historia data de los finales de la reconquista. En abril de 1483, Boabdil el chico, último rey de la casa nazarí del Reino de Granada, invadió La Rambla y los municipios de los alrededores. Provocó numerosos daños, quemó cultivos e incluso profanó la ermita del Valle. El botín obtenido por el saqueo de la campiña fue cuantioso, incluidos más de 300 cautivos rambleños.
Aunque no todo es historia. El presente industrial de la localidad también está incluido en el proyecto con reseñas de sitios como la electro-harinera de San Lorenzo. Fundada por Rafael Lovera en 1918, empezó a moler trigo años más tarde, en 1926. Su construcción cambió para siempre la fisonomía de esta localidad de la Campiña Este.
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