"La radio no debe desaparecer porque implica cercanía, inmediatez y calidez"

José Antonio Luque. Periodista

En 1975 dejó su trabajo como maestro para convertirse en locutor de radio, un medio del que aún sigue enamorado y con el que reconoce que aprende cada día algo nuevo.

"La radio no debe desaparecer porque implica cercanía, inmediatez y calidez"
"La radio no debe desaparecer porque implica cercanía, inmediatez y calidez"
Gema N. Jiménez

23 de febrero 2014 - 12:44

PARA José Antonio Luque no puede haber un mundo sin radio. Este medio le permite dirigirse cada día a su audiencia desde los micrófonos de Canal Sur Radio con el programa Córdoba en Hora Sur y conocer qué es lo que le preocupa a los ciudadanos y qué es lo más interesante que ha ocurrido en la ciudad. Gracias a esta labor ha sido reconocido por la Junta de Andalucía con motivo de la celebración del 28F. Un galardón que brinda a sus compañeros de profesión, que sabe que no están pasando por su mejor momento.

-El pasado viernes recogió la distinción que le ha concedido la Junta con motivo del Día de Andalucía, ¿qué sintió cuando le comunicaron que era uno de los premiados?

-Emoción y gratitud. Uno no se espera nunca que en un momento determinado alguien considere que tú eres digno de un galardón de este prestigio, que reconoce que somos andaluces y que queremos a nuestra tierra. Considero que lo que hago no tiene demasiado mérito porque trabajo en algo maravilloso como es la radio, encima me pagan y además ahora me lo reconocen. No sé hasta que punto esto es muy lógico porque mi obligación es hacer un buen trabajo y tener las puertas abiertas a todo el que llega a la radio.

-Comenzó su carrera profesional como periodista en 1975 en la Voz de Andalucía, ¿cómo surgió esa oportunidad?

-Así fue. Aparecí por allí de manera casual para participar en un programa que intentaba lanzar a la sociedad el mensaje de que una persona con discapacidad podía tener una vida absolutamente normal. Yo soy discapacitado y el colectivo al que pertenecía decidió utilizar la radio para transmitir este mensaje. A partir de ahí me enamoré de la radio y me quedé en ella para siempre.

-A pesar de que estudió Magisterio...

-Estudié Magisterio y he llegado a desarrollar la enseñanza, que era mi sueño de niñez. La radio apareció de sopetón y sin darme cuenta me vi metido en este medio maravilloso que consigue que cada día aprenda algo nuevo.

-Y de su dilatada carrera, ¿con qué momento se quedaría?

-Tuve la suerte de formar parte del equipo que puso en marcha en Córdoba Antena 3 radio, que era toda una aventura porque era la primera vez que se pretendía usar la frecuencia modulada para transmitir el contenido de una radio convencional. Era algo nuevo, que nacía y que era un reto. Para mí es un recuerdo imborrable. También me quedaría con el nacimiento de Canal Sur hace ya 25 años, que fue el inicio de la radio pública de Andalucía. Y he de reconocer que aún conservo la ilusión que viví en aquellos días.

-¿Qué información le ha costado más transmitir a sus oyentes?

-Todo lo que hace referencia al paro y a la situación de barriadas donde la gente aún no tiene sus derechos. Eso es muy duro y tienes que colocar el micrófono para que eso se refleje porque lamentablemente se sigue repitiendo.

-Todos los días tiene un contacto directo con lo que pasa en la calle y con sus ciudadanos, ¿qué sensación le transmiten?

-La ciudadanía está triste, lo está pasando mal, pero también intenta levantar la cabeza porque en los momentos más difíciles aflora lo mejor de cada uno. Hay un gran número de familias, sobre todo de pensionistas, que están dando acogida a los miembros que se encuentran en paro. Posiblemente en la calle se nota menos esa necesidad de agitación social que surgiría de una situación tan compleja como la que vivimos por la solidaridad de familiares y vecinos. Hace poco tiempo robaron en el comedor de Los Trinitarios y cuando fui a dar la noticia el responsable me dijo que lo novedoso no era el robo de los alimentos, sino que se había multiplicado lo que había en tan sólo unas horas. La gente de Córdoba es maravillosa y yo soy testigo de eso.

-¿Usa la radio para animar a seguir adelante a pesar de las dificultades?

-Siempre intento impulsar, alentar todo lo positivo que hay. Los medios tenemos que ser los que soplemos esa llama que surge en cada colectivo y en cada persona. Ésa debe ser la misión de una radio pública. Yo tengo muy claro que estoy en una radio que es de todos los andaluces, que la pagamos todos y que por obligación tiene que ser la puerta de entrada de todas las inquietudes positivas que animen a lo mejor que hay en las personas.

-¿Cuál es la fórmula que sigue para mantener su audiencia?

-La fórmula es creer en aquello que haces, disfrutarlo y tener claro que hay muchas personas interesantes con muchas cosas que contar. Yo aporto muy poco, prácticamente nada, por eso le digo a mis oyentes que escuchen a la gente que viene hasta la radio para contar su historia.

-También ha visto en primera persona la evolución del mundo del periodismo, ¿cómo han afectado los recortes a la profesión?

-La profesión lo está pasando mal. Ahora sólo se habla de recortes y más recortes y esto es muy triste cuando se cuenta con un plantel de periodistas tan magnífico con una capacitación que ya quisiéramos tener los que comenzamos en este trabajo hace más tiempo.

-¿Y a la RTVA?

-Aquí tampoco estamos a salvo de los recortes. Ya se trabaja con lo imprescindible y no se permite tener abierta una bolsa de trabajo activa para suplir el puesto de una persona cuando se va o cuando se da de baja. Funcionamos con la mayor austeridad posible, pero es lo que hay.

-¿Cree que esta crisis será temporal?

-Hay que ser siempre optimista y pensar que de otras hemos salido, así que por qué no vamos a salir de ésta. Se trata de animar a las nuevas generaciones de periodistas a que no pierdan del todo la esperanza.

-¿Imagina un mundo sin radio?

-No, no lo puedo imaginar. Cuando apareció la televisión se decía que este medio mató a la estrella de la radio. Pero, esto no es cierto en absoluto. La radio ha conseguido adaptarse a los nuevos tiempos y, por ejemplo, ya se puede escuchar por internet. Lo que hacemos aquí en Córdoba se puede oír en cualquier lugar del mundo on line. Este medio no debe desaparecer porque implica cercanía, inmediatez y la calidez de una voz que te cuenta lo que está sucediendo.

-¿E imagina un mundo sin radio pública?

-Sin radio pública lo pasaríamos muy mal. Si la radio pública se hace como yo creo que se está haciendo, es decir, con vocación de servicio público y sin cortapisas, está contribuyendo a que el derecho a la información se esté dando continuamente. La radio privada es buena, pero puede tener más condicionamientos de otro tipo.

-¿Piensa que los periódicos de papel llegarán a desaparecer?

-Hace muy poco cuando aparecieron los e-book se decía que iban a desaparecer los libros de papel. Pero ambos están coexistiendo. Los románticos aún queremos coger un libro con las manos y acariciarlo. Y algo parecido ocurre con el periódico de papel, aunque el periodismo digital está favoreciendo a la inmediatez. Estoy convencido de que la prensa de papel no va a desaparecer.

-¿Qué opina de las nuevas tecnologías?

-Me parecen una maravilla. Las nuevas tecnologías nos han solucionado situaciones que antes serían impensables. Hoy no se concibe el mundo sin internet o sin un smartphone.

-¿Y qué le parecen las redes sociales?

-Pues las redes sociales son buenas, siempre y cuando se mantenga una relación social mirando a los ojos de la otra persona. Pienso que el contacto es fundamental y no acabo de entender esas reuniones de amigos en las que cada uno está con su teléfono y, en definitiva, están solos. Aunque, reconozco que al periodismo le hace bien porque facilita la inmediatez de las comunicaciones.

-Usted es un gran amante de la Semana Santa...

-Pues me hice amante de la Semana Santa a través de la radio. Yo no pertenezco a ninguna cofradía ni estoy metido dentro del mundo cofrade. Pero la radio le abrió la puerta a la Semana Santa y en la actualidad el programa Paso a paso es un elemento más de ella.

-¿Tiene algo que envidiar la Semana Santa de Córdoba a otras?

-No tiene que envidiarle nada a nadie. Es una Semana Santa rica en manifestaciones, arte, cultura y que mueve a muchísima gente.

-¿Cómo valora los cambios que se están planteando?

-Yo soy respetuoso con los planteamientos de las hermandades y lo que se pulsa en el ambiente cofrade es que la gente quiere que la carrera oficial se traslade a la Mezquita-Catedral porque es el marco idóneo para ello. Me parece que puede ser interesante porque todo lo que suponga ir adaptando la Semana Santa a lo que pide el ambiente cofrade es bueno, conservando su idiosincrasia y su espíritu.

-¿Cree el Viacrucis Magno ha marcado un antes y un después?

-La Magna fue una manifestación palpable de lo que le gusta a la gente la Semana Santa. En pleno mes de septiembre parecía que estábamos en la Semana de Pasión. El sentimiento cofrade afloró entre creyentes y no creyentes por su componente artístico y sociológico, y porque no se puede olvidar que la Semana Santa muestra el triunfo de la vida, al igual que ocurre con el Carnaval.

-¿Mezquita-Catedral de todos o que se mantenga como está?

-Yo no quiero tomar una postura en este asunto, pero es fundamental que se respete que la Mezquita-Catedral es un lugar histórico de oración y de riqueza. Además, hay que preservarlo, administre quien lo administre, para que lo disfruten las generaciones venideras.

-Su profesión también lo ha llevado a amar el Carnaval...

-Así es. He tenido la suerte de estar vinculado al Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba desde que se puso en marcha. Y he de decir que el mundo del Carnaval es maravilloso porque hay gente con mucho talento y arte. Por eso, esta fiesta tampoco tiene que envidiar nada a nadie.

-¿Qué opina de la polémica surgida en torno al Domingo de Piñata?

-Tradicionalmente se ha mantenido el Domingo de Piñata y pienso que pueden coexistir perfectamente el Carnaval y la Semana Santa. No pasa absolutamente nada porque hay más elementos que los unen de los que los separan. El Carnaval es la explosión de fiesta que antecede al periodo de contención que es la Cuaresma y los carnavaleros son en su inmensa mayoría miembros de las cofradías.

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