La lucentina olímpica apasionada por el esquí

MUJERES SINGULARES de córdoba

Ernestina Maenza Fernández-Calvo fue la primera española que participó en unos Juegos de Invierno, en el año 1936, aunque para ello tuvo que romper las costumbres de la época

La lucentina olímpica apasionada por el esquí
La lucentina olímpica apasionada por el esquí

Nació en Lucena el 22 de diciembre de 1909. Fue la primera andaluza olímpica y la única persona nacida en la provincia de Córdoba que ha participado en unos Juegos Olímpicos de invierno. Vivió en Madrid la mayor parte de su vida. Fue de las primeras esquiadoras en el país y campeona nacional entre 1935 y 1940, consiguiendo cinco campeonatos nacionales consecutivos, marca que le dio acceso al equipo nacional. Participó en esquí alpino, una nueva categoría que acababa de ser acoplada al programa en la edición de los Juegos Olímpicos que se celebró en Garmisch -Partenkinchen (Alemania 1936), en la que participaron 646 atletas (566 hombres y 80 mujeres) de 28 países. Ernestina Maenza, junto a Margot Molés, fue la primera mujer española en acudir a los Juegos Olímpicos de invierno. Maenza y Molés ganaron el campeonato de España de esquí en el 1936, eran miembros del club Peñalara, Madrid, donde se conocieron, y de donde salieron cuatro de los representantes de aquellos Juegos, que se celebraron en la Alemania nazi.

La primera expedición nacional de esquí estaba compuesta por seis deportistas, cuatro hombres -Tomás Velasco, Jesús Suárez, Oriol Canals y Enrique Millán- y dos mujeres -Margot Moles y Ernestina Maenza-, cuyo nivel técnico era sensiblemente inferior al del resto de países participantes.

En la especialidad alpina las dos mujeres, Ernestina y Margot Moles Piña, nacida en Tarrasa, gran atleta republicana, especializada en atletismo, hockey, natación y esquí, abrió el camino olímpico a las mujeres en España. Consiguió sus mayores logros en el lanzamiento de disco. Entre 1929 y 1934 batió en cinco ocasiones el récord de España de lanzamiento de disco. Su último récord nacional (35,84 metros), conseguido en 1934, se mantuvo durante 38 años hasta que en fue batido en 1972 por Marisa Revesado. Ella y su hermana Lucinda fueron las primeras mujeres españolas en practicar atletismo de forma profesional.

Para la lucentina, su participación en Garmisch-Partenkirchen en 1936 no fue muy lucida. Moles y Ernestina intervinieron en la combinada de esquí alpino, "aunque con discretos resultados debido a la escasa preparación con la que llegaron a la competición". No fue un camino sencillo para las españolas. Moles "completó el recorrido con muchísimos problemas en un tiempo superior a diez minutos, a más de cinco de la primera clasificada, como consecuencia de varias caídas, incluso en una de ellas acabó en un pequeño arroyo" y fue la 35. Peor suerte corrió Maenza, que fue la última en "atravesar la línea de llegada" después de sufrir numerosas caídas. En el descenso quedó la 37 con un tiempo de 18:51.4 (la ganadora, la noruega Nielsen hizo 5:04.4) y con una luxación de hombro, teniendo que ser auxiliada por las asistencias. No pudo participar en el slalom del día siguiente.

Ganó el bronce en el combinado alpino Laila Schou Nilsen, deportista noruega, esquiadora alpina y tenista. Fue una de las pioneras en patinaje de velocidad noruego e internacional para mujeres. Después de la Segunda Guerra Mundial, compitió en esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1948 en St. Moritz, donde finalizó séptima en descenso y 14 en slalom. Falleció el 30 de julio de 1998, en Lanzarote.

En las entrevistas, Moles reivindicaba su derecho a practicar deporte, destacando que era "importante para la formación de una persona", todo ello en la época en que cuando las mujeres se casaban, dejaban de practicar y acudir a competiciones. Esta pionera se negó: Le dijo a su marido que no, que le encantaba y que no lo iba a dejar. Ernestina se casó con el famoso dibujante Enrique Herreros. Sus primeros dibujos aparecieron en Buen Humor, después en La Ametralladora, y alcanzó su consagración en La Codorniz.

Ella fue conocida en algunas crónicas de la época como Ernestina de Herreros, por la costumbre de las señoras de la época de utilizar el apellido de los maridos precedido del "de". Margot Moles era conocida como Moles de Pina por su marido, el también esquiador Manuel Pina (fusilado en 1942).

En 1939 se prohibió el atletismo femenino en España hasta 1963, sobre todo aquellos deportes que la Sección Femenina consideraba "masculinizantes". Sí se permitía la práctica de deportes más o menos "femeninos", como la hípica, el tenis, el golf, la natación, esquí, bailes regionales y la gimnasia, pero siempre con vestimenta moral. El conservadurismo hizo que el deporte femenino fuera visto con sospecha por casi todas las instancias rectoras. El atletismo se proscribió por masculinizante. El Caso Torremadé, campeona de atletismo de preguerra, que cambió de sexo en 1942, contribuyó a reforzar el prejuicio. No hubo campeonatos de España hasta 1963.

Ernestina murió en Madrid, su esquela (publicada en ABC el 28 de julio de 1995) resume su vida: "Ernestina Maenza Fernández-Calvo, viuda de Enrique Herreros. Campeona de España de esquí en los años 1935 y 1940. Olímpica en febrero de 1936. Falleció en Madrid el día 25 de julio de 1995...". Tuvieron que pasar 56 años hasta que Blanca Nieves Fernández Ochoa, consiguiera una medalla olímpica, concretamente de bronce, en el eslalon de los Juegos Olímpicos de en un pequeño municipio francés, Albertville, en 1992, convirtiéndose en la primera mujer española en conseguir una medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno.

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