Regalos atrás y candidez arriba

Si el manual básico de una victoria en Segunda División es el de la portería a cero y la efectividad en ataque, el Córdoba ayer aplicó el libro de estilo tipo de una derrota. Los blanquiverde volvieron a desesperar con una excesiva candidez en ataque en las escasas oportunidades de las que gozaron, aderezado con una alarmante caraja defensiva que se paga siempre cara.

Volvió Carrión a repetir esquema, aunque esta vez Javi Lara hacía claramente de enganche, con Aguza algo más retrasado y Bergdich supliendo con estrepitoso resultado la baja de Bíttolo en el carril izquierdo.

Ante un Valladolid que tampoco era la pura imagen de la intensidad, el Córdoba se condenó a sí mismo con dos errores defensivos de categoría, el primero de Deivid al salir tarde a cortar un balón y el segundo -más grave aún- de Edu Ramos, en un pase blando a Deivid que interceptó Mata para batir a Pawel.

Ya con desventaja, Carrión optó por reforzar el ataque con Alfaro y recolocar a Javi Galán como lateral izquierdo, pero el equipo tampoco respondió así y sólo fue capaz de maquillar la derrota. Volvió a echarse en falta, además de contundencia en las áreas, una mayor continuidad en el juego de un equipo que fuera de casa es un rival propicio.