Tenso compás de espera
Carlos González retrasa sin aparente motivo la elevación a escritura pública del acuerdo alcanzado con Jesús León y Luis Oliver.
El tiempo juego en contra de la nueva propiedad.

Córdoba/Cuando el final de la etapa de Carlos González como máximo accionista del Córdoba parecía cuestión de días tras el acuerdo alcanzado con Jesús León y Luis Oliver, el retraso a la hora de elevar a escritura pública el acuerdo privado entre las dos partes ha vuelto a poner en serio riesgo la operación y ha desatado el nerviosismo en los que serían los nuevos rectores del club blanquiverde. León y Oliver están deseosos de empezar a trabajar con mando en plaza, con la misión de reformar la plantilla en este mercado invernal. Pero Carlos González parece dispuesto a estirar la cuerda al máximo, provocando cierto nerviosismo ante la obligación de ir cerrando acuerdos con futbolistas.
Desde que el pasado 20 de diciembre ambas partes alcanzaran un acuerdo que rápidamente trascendió a los medios, la operación se ha convertido en un juego de cartas, en el que aún están por ver las intenciones de Carlos González, que parece no estar nada interesado en que la nueva propiedad tenga el tiempo necesario para enmendar la plantilla y afrontar con alguna garantía la segunda vuelta del campeonato en Segunda.
Ese acuerdo cifrado en 8,5 millones de euros por el 98,71% de las acciones del Córdoba quedó pendiente de que Prasa renunciara al derecho de tanteo que matenía desde que vendió el club a González. El grupo empresarial que lidera José Romero desechó oficialmente esa opción en una semana, cuando tenía la opción de estudiar la operación durante 30 días. La idea, tras un contacto entre Romero y Jesús León, era agilizar el desembarco de los nuevos gestores para que la reconstrucción del plantel llegase pronto.
Todo parecía estar en orden cuando el 29 de diciembre, una vez que Prasa comunicó el día anterior su renuncia a sus derechos, Jesús León apareció por El Arcángel ante la celebración de la Junta General de Accionistas del club e incluso se fotografió con la directiva que preside Alejandro González. El propio club desveló que habían intentado nombrar a León consejero por cooptación, pero el secretario del consejo tuvo que echar atrás esas intenciones al considerar que podían hacer impugnable la Junta.
Desde entonces, la operación se encuentra en punto muerto y a la espera de que González cite a los compradores para elevar a escritura pública el acuerdo rubricado entre ambas partes. De hecho, Jesús León y Luis Oliver depositaron ya un pagaré por valor de tres millones de euros, que fue activado ya por González.
Una semana después la operación sigue sin cristalizar y el runrún en la ciudad empieza a ser ya importante. Algunas fuentes apuntan a ciertos problemas en la operación que aún no se han subsanado, mientras que desde el club se asegura que se sigue trabajando en la comprobación de la documentación pertinente y que, siempre con límite en el 22 de enero -fecha para la que se convocó la Junta Extraordinaria-, lo normal es que la operación se cierre durante la próxima semana, aunque reconocen que no hay un día fijado en concreto. Por otro lado, fuentes cercanas a la parte compradora aseguran que González no firmará hasta finales de la próxima semana, lo que generaría una situación complicada ante el avance del mercado de fichajes.
Luis Oliver tiene encarriladas varias operaciones en el mercado que podrían quedar en papel mojado ante la incertidumbre levantada en los últimos días y tanto él como León temen muy seriamente ver comprometidas las opciones de salvación del equipo si su llegada a la propiedad se retrasa hasta el 22 de enero. En esa tensa espera se mueve el cordobesismo, con tanta expectación como temor.
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