El turrón sabe mejor así (1-2)
laliga 1|2|3
Un eficaz Córdoba se deshace del Oviedo en un encuentro que controló y en el que supo manejar los tiempos
Los blanquiverdes duermen decimoterceros a dos puntos del 'play off'

Con los villancicos sonando ya de fondo, el Córdoba fue ayer un gran coro que doblegó a un Oviedo que solamente había perdido un encuentro en el Carlos Tartiere. Lo hizo a su estilo, ése que ha impuesto Luis Carrión desde su llegada al banquillo del primer equipo. También tuvo suerte (mucha) y eficacia, algo que se echaba mucho de menos. En definitiva, el triunfo sentó muy bien para despedir el año y saborear mejor así los turrones de las fiestas navideñas -sin olvidarse de la cita copera del martes ante el Málaga-. De hecho, los blanquiverdes respiraron en la clasificación con los tres puntos logrados, que los coloca decimoterceros a tan solamente dos puntos del play off, a falta de lo que suceda en el resto de encuentros que cierran hoy la jornada en Segunda División.
La derrota del pasado domingo ante el Cádiz en El Arcángel generó ciertas dudas en el cordobesismo. Además, la visita al Tartiere, un campo en el que nunca se ganó anteriormente, generaba cierta controversia, ya que los azulones basaban su potencial en su feudo. A pesar de todo esto, el CCF salió a jugar. Los blanquiverdes tienen un patrón de juego claro desde que Luis Carrión cogió las riendas del equipo. "Tenemos que hacerles daño con el balón", comentó en la previa al partido. Y esto se cumplió. Con la novedad de Luso por Esteve respecto al once de la anterior cita, el preparador catalán mantuvo su sistema, el que está dotando de una cierta identidad a un equipo que le gusta tener el balón y no juega al pelotazo salvo que fuese por fuerza mayor.
Enfrente salió un Oviedo con bajas de peso en su once, que lo intentó de inicio con las internadas del excordobesista Nando, el más batallador del conjunto de Hierro. De hecho, una asistencia del valencia estuvo a punto de aprovecharla Jonathan Pereira, pero su disparo salió rozando el palo derecho de Pawel tras tocar en Héctor Rodas. Sin prisas y con ganas de controlar el encuentro, los blanquiverdes, con un gran Borja Domínguez y un soberbio Javi Galán, empezaron a acercarse al área local. Tras una primera llegada con remate desviado de Rodri a centro del canterano extremeño, llegó el gol cordobesista. Borja Domínguez no dio el balón por perdido por la banda, lo cazó y lo entregó a Antoñito, que miró al centro del área y vio a un Javi Galán que puso la cabeza para batir a Juan Carlos. El 29 blanquiverde estrenaba así su cuenta goleadora en Segunda División. El tanto sentó como un jarro de agua fría a los carbayones, que no daban pie con bola y se estrellaban una y otra vez en la zaga cordobesista. De hecho, en el tramo final de la primera mitad, no inquietaron mucho a Pawel. Solamente un disparo de Erice, que se encontró con la gran respuesta del meta polaco, fue el pobre bagaje local. Con el cuadro ovetense bloqueado, el CCF jugó a tener el balón, aunque le faltó llegada antes del descanso.
Tras el paso por los vestuarios, todo se puso muy de cara para los blanquiverdes. La suerte se alió por fin con los cordobesistas. Un lanzamiento desde fuera del área de Borja Domínguez tocó en Erice y despistó a un Juan Carlos que vio como el balón entraba lentamente en su portería. Con el 0-2, los de Luis Carrión cedieron terreno y fue el Oviedo el que comenzó a intentar hilvanar más las jugadas. Cuatro minutos después del segundo tanto del CCF, Susaeta estuvo a punto de acortar distancias. Sin embargo, la diosa fortuna volvió a estar del lado blanquiverde. El disparo del volante vasco se estrelló en el palo derecho de la portería de Pawel. Fue el primer aviso para un cuadro de Carrión que no terminaba de encontrar el buen camino de la primera mitad. Con todo perdido, Hierro hizo los tres cambios en apenas ocho minutos, intentando darle otro aire a un equipo muy gris ayer. No obstante, tardó en reactivarse el cuadro carbayón. Los minutos iban pasando y el CCF se mantenía firme. Eso sí, el balón quemaba más que al principio, lo que hizo que Esteve entrase por Luso. Quizás un cambio más ofensivo, pero todo se basaba en recuperar el balón y volver a ser el dominador de la cita. Sin embargo, los azulones metieron atrás a los cordobesistas, que no encontraban el camino de meter un tercer tanto y sentenciar el encuentro.
Con todo parecía que la defensa, en esta ocasión, sí tenía tomada la medida al equipo local. El reto era dejar la portería a cero, algo que el equipo blanquiverde no logra desde que ganó el 24 de septiembre en El Arcángel al Gimnástic. Tuvo que sufrir en la recta final con un Oviedo volcado, pero que no conseguía dar ese último pase bien. También es cierto es que el CCF se mantuvo ordenado y evitó riesgos innecesarios. No obstante, Pawel tuvo que aparecer para coger protagonismo con una gran parada a tiro de Jorge Ortiz. Al igual que sucedió en Reus hace dos semanas, la guinda perfecta era salir sin encajar un tanto del Tartiere. Frente a los catalanas no se consiguió y ayer al final tampoco. Tras un tiro ajustado al palo derecho de Rocha, un error de Domingo Cisma en la salida del balón lo aprovechó Nando para robarle la cartera y adentrarse en el área cordobesista. El centro del valenciano lo remató libre de marca Linares al fondo de la red. Tocaba aguantar la embestida final de un cuadro asturiano que se metió de nuevo en el partido gracias a un fallo defensivo del veterano zaguero hispalense. Sin embargo, el CCF supo matar el partido y que los de Hierro no inquietasen más al meta polaco.
Con los tres puntos en el botín, los blanquiverdes respiraron tranquilos y volvieron a mirar hacia arriba. Ahora toca esperar a que 2017 sea el año deseado por todos y que se cumplan los objetivos. De momento el cordobesismo saboreará mejor el turrón gracias a un triunfo tranquilizador.
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