Un refuerzo en la tabla
En mitad de una importante transformación de su plantilla, el cuadro blanquiverde visita a otro rival directo obligado a puntuar para no desfallecer
Jorge Romero viaja con lo puesto

Córdoba/En medio de una tremenda transformación de su plantilla, la competición ha cogido al Córdoba falto de efectivos para responder con seguridad a las obligaciones que la visita a La Romareda plantea al cuadro de Jorge Romero. El técnico cordobés apenas cuenta con los jugadores listos para cubrir una convocatoria, teniendo en cuenta que Álvaro Aguado y Waldo Rubio cuentan como hombres del primer equipo hasta que la plantilla tenga caras nuevas.
Y con esas dificultades tendrá que afrontar esta noche el Córdoba un duelo vital, como cada uno de los 19 que quedan por delante al conjunto blanquiverde. Pero la visita a Zaragoza lo es más si cabe, por todos los componentes que rodean al partido. El Córdoba está en un momento crucial de su pretendida remontada en la clasificación. Todavía a siete puntos de la salvación, las esperanzas de alcanzar el objetivo deben sustentarse en los subidones de moral que se consigan en estas primeras semanas con el cambio de gestión en el club. Esa inyección de moral ya valió para vencer -con mucho sufrimiento y una buena dosis de fortuna- al Albacete la semana pasada, pero el Córdoba necesita más.
Puntuar fuera de casa es algo obligado porque de otra manera las cuentas sólo saldrían con un pleno de diez triunfos como local, algo que ahora mismo no parece estar al alcance del conjunto cordobesista. Por eso, la mejor receta para buscar la permanencia es la de ir escalando de manera progresiva y la de convertir cada choque lejos de El Arcángel en una oportunidad para, si no acelerar el paso, al menos asegurarlo con algunos puntos sueltos de esos que al final del curso harán la diferencia. Las exigencias llegarán ante su público, pero fuera el cuadro de Romero tiene que refrendar las buenas actuaciones que viene cuajando en El Arcángel.
Además, el choque de esta tarde mide a los blanquiverdes ante un rival venido a menos, un Zaragoza que todavía aspira a mirar hacia arriba, aunque la realidad dicta que bien haría en hacerlo hacia abajo, porque su permanencia no está ni mucho menos cercana. Los maños sólo guardan tres puntos de colchón sobre la zona roja de la tabla y su falda de continuidad (han logrado dos victorias en los últimos diez partidos) les ha descabalgado de la pelea con los mejores en la zona noble de la tabla.
Pese a todo, el simple hecho de visitar un escenario como La Romareda ya impone y el conjunto maño sin ser el de tiempos pretéritos cuenta con jugadores de talento como su delantero centro, un Borja Iglesias que vuelve hambriento de gol tras cumplir sanción la semana pasada y que es quizás uno de los jugadores más desequilibrantes de la categoría.
La necesidad de ambos marcará un encuentro en el que el Córdoba tendrá que aferrarse a esa capacidad de sufrimiento que demostró ante el Albacete y lograr, antes de que lleguen en la plantilla, un refuerzo en la tabla.
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