El enésimo esperpento
Nueva derrota del CCF frente a un rival pobre y poco ambicioso
Un CCF plano y frágil, como pocas veces se le ha visto, perdió un duelo que parecía imposible que se escapara. Porque los méritos del rival fueron ínfimos para hacerse con un triunfo que terminó siendo claro en el segundo tiempo. Los blanquiverdes, en descomposición, acabaron desquiciados.
Por primera vez en el curso desde el inicio de un partido, Oltra varió su habitual 4-2-3-1 para jugar con sólo un mediocentro -Luso- y apostar por dos volantes con Juli y Alfaro. Una alternativa que el técnico usó en momentos de necesidad, pero que ayer utilizó de inicio ante la falta de confianza en los organizadores. El dibujo provocó un vacío de la medular y el CCF generó su juego de ataque con balones en largo o entradas por la banda. A ello ayudó mucho la tibia presión del Mallorca, así como las constantes pérdidas de los bermellones, inoperantes en el primer acto. Aún así, al CCF le costó llegar con claridad, más allá de un par de arrancadas de Rodri y otra de Donoso.
En el segundo acto, el Córdoba se desmoronó. Contagiado por el ritmo cansino del rival, el equipo blanquiverde perdió la poca presencia ofensiva mostrada y el primer gol del Mallorca fue el golpe que derribó el débil castillo de naipes. A partir de ahí, caos y otro error en un córner que provocó el estallido de la grada y un nuevo esperpento.
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