Vicente Luis Mora reflexiona sobre el arte actual en su novela más ambiciosa
El escritor cordobés presentará el próximo jueves en La Coruña 'Fred Cabeza de Vaca', una obra publicada por la editorial Sexto Piso con la que obtuvo el XVIII Premio Torrente Ballester
Córdoba/La Biblioteca Provincial de la Diputación de La Coruña acogerá el próximo jueves la presentación de Fred Cabeza de Vaca, la novela con la que Vicente Luis Mora ganó a finales de 2016 el XVIII Premio Torrente Ballester, publicada por la editorial Sexto Piso. El personaje que da nombre a la obra es un artista fallecido que centra la atención de una académica que se propone escribir su biografía. Para ello se sumerge en una investigación que pretende reconstruir su vida y descifrar los enigmas que plantea esta singular figura.
"El proyecto de Fred Cabeza de Vaca (que al principio tenía otro título: una frase incluida en la novela, que me vino en un sueño) surgió alrededor de 2011 y lo fui dejando aposentar y madurar en la cabeza", explica el escritor cordobés, "hasta que comencé a tomar notas y ordenarlas. Cuando me quise dar cuenta ya estaba sentado a la mesa, construyendo los personajes y el armazón novelesco. Siempre me pasa lo mismo: sé que tengo una novela entre manos cuando una idea se transforma en una obsesión".
En el paisaje de su creación narrativa, Mora considera que esta obra "es lo más acabado y ambicioso, o lo menos fallido" que ha hecho. "A la luz de Fred Cabeza de Vaca entiendo con fastidio que Alba Cromm [publicada por Seix Barral en 2010] pudo tener más solidez constructiva y mayor profundidad. Supongo que los siete años pasados entre la escritura de una y otra me han dotado de una madurez que ayuda a corregir algunos errores y a afinar la mirada", añade.
No hay que buscar, indica Mora, correspondencias en la realidad con este personaje: "Cada vez soy más reacio a la tentación autobiográfica o autoficcional (también como lector) e intento convertir la imaginación en el ejercicio central de la escritura narrativa. Para mí es un desafío ver cómo aparece de la nada una persona real, verosímil, hacia la que puedes volcar emociones, aunque no sean agradables (como es el caso de Fred, un canalla que puede ejercer cierta fascinación, pero no deja por ello de ser reprobable)". A través de entrevistas tanto con colegas como con algunas de las exparejas del artista (de las que lleva un registro numérico, como si fueran objetos para coleccionar y desechar) y de los escritos y diarios del propio Cabeza de Vaca, la investigadora descubre una figura por momentos fascinante, por momentos repulsiva, que funciona como arquetipo del hechizo y los excesos del mundo del arte contemporáneo.
El jurado del premio destacó, entre otras cuestiones, el uso que el autor hace de la fragmentación y de la ironía. A este respecto, Mora señala: "Contar una vida de un personaje que vive más de cinco décadas solo puede hacerse de forma fragmentaria, al menos en lo referente al aspecto semántico, a su historia. La existencia de una persona, narrada sin cortes, tendría decenas de miles de páginas, sería como diez Recherche de Proust. En el caso de Fred, además, me pareció que tenía sentido que Natalia (la biógrafa de Fred que nos va mostrando las piezas de la historia) se topase con el mismo problema que yo tenía al principio: cómo contar nada menos que toda la vida de alguien. Natalia no es mi alter ego, en absoluto, pero nuestro punto de partida es similar".
El arte contemporáneo es uno de los temas centrales del libro. Un mundo en el que, apunta Mora, "hay tanta farsa como en el periodismo actual, o en la música de hoy, o en la carpintería o fontanería coetáneas, llenas de manazas que cobran un dineral por hacer una chapuza. Es difícil, en cualquier rama laboral, encontrar la excelencia. Y es normal que así sea, porque casi nadie se toma molestias por nada. En el arte sucede lo mismo, por supuesto, hay mucho timo aunque tampoco faltan el talento y la dedicación. Lo que no se puede hacer es criticar el arte contemporáneo sin conocerlo a fondo, sin haber leído, sin estudiar, sin haber fatigado exposiciones, galerías y museos, para poder discriminar lo valioso del embaucamiento. Hay que caminar muchos kilómetros de salas de exposición y leer muchos metros de anaqueles antes de pontificar sobre el arte actual".
El libro ve la luz nueve meses después del fallo del premio. "Los procesos administrativos son lentos", explica el cordobés, "pero ese tiempo se ha convertido en una oportunidad para trabajar a fondo con el equipo de Sexto Piso en aras de lograr una edición cuidada, casi libre de erratas" (un lector de su blog "ha encontrado dos, pequeñas por fortuna") y "visualmente muy hermosa". En la presentación del jueves estará acompañado por la vicepresidenta de la Diputación de La Coruña, Goretti Sanmartín Rei, el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela Antonio Gil González y Santiago Tobón en representación de Sexto Piso.
Mora trabaja actualmente "en varios proyectos a la vez, todos ensayísticos o académicos". "He escrito mucha creación en los últimos años y ahora estoy más centrado de nuevo en la teoría y el trabajo de investigación, que para mí son también creativos, a su manera", indica el autor de los poemarios Serie, Construcción y Nova y responsable de la antología La cuarta persona del plural.
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