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Todos los agentes implicados han cerrado filas alrededor de la consejera de Agricultura a fin de buscar la tabla de salvación que permita una salida a los productores de aceite de oliva, atrapados en la tormenta perfecta que se ha originado por una abundante cosecha nacional, superior a la aforada, y una menor producción internacional. Se hablaba de que Andalucía sería la gran proveedora de aceite de oliva mundial, y hoy día los agricultores se encuentran con precios que casi no cubren los costes de producción.
La tendencia negativa de los precios en esta campaña se acentuó en el mes de febrero ante la acumulación de producto en las almazaras y que se agudiza ahora, al confirmarse que habrá todavía más producción de la esperada en el conjunto nacional. De hecho, las distintas categorías de aceite de oliva cotizan en la semana actual en torno a los 2 euros el kilo de lampante; entre los 2 euros y los 2,20 euros el virgen; y entre los 2,50 y los 2,90 el kilo de aceite de oliva virgen extra. En suma, unos valores que desincentivan las ventas ante la falta de rentabilidad.
Los productores llevan años reclamando la autorregulación del sector y ahora urge el almacenamiento privado como única salida a la crisis de precios; ambas medidas son el fundamento de las conclusiones adoptadas en la reunión celebrada a final de la pasada semana por el Consejo Andaluz del Olivar.
La consejera de Agricultura, a Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, quien presidió el Consejo destacó que las conclusiones finales se tomaron por unanimidad de todos los asistentes. La primera tarea que Crespo se llevó en su agenda fue la de contactar con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para plantearle la petición de almacenamiento privado, atendiendo al apartado B de la normativa europea.
En este segmento se alude a la necesidad de responder de manera oportuna a una situación de mercado "especialmente difícil" o a una evolución económica que tenga un impacto negativo significativo en los márgenes del sector. También le trasladará la decisión del Consejo de avanzar en medidas de autorregulación.
La consejera destacó que durante el encuentro de trabajo se habló de "dar una vuelta a la Ley de la Cadena Alimentaria", de manera conjunta con el Ministerio, para poder "avanzar algo más" en cuestiones relativas a competencia; y se abordaron otros asuntos como el funcionamiento del Sistema de Información de Precios en Origen del Mercado de Contado del Aceite de Oliva (PoolRed), la organización de un grupo de trabajo de entidades asociativas prioritarias, el análisis de las ayudas agroambientales para el olivar en pendiente y la elaboración de un informe de la repercusión de los precios en el empleo.
España ya ha producido casi 150.000 toneladas más de aceite que lo aforado en un principio y ésta es una cuestión fundamental en esta crisis, según explica Asaja-Jaén, que ya vaticinó en octubre que la campaña se acercaría a la récord y critica "severamente a todos aquellos que negaron la evidencia e incluso hablaron de una producción de hasta 200.000 toneladas menos". "Con estas afirmaciones fallidas se ha hecho un flaco favor a los productores a la hora de tomar decisiones oportunas de venta", explica Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja-Jaén.
La organización agraria recuerda que quedan aún por vender 1.521.000, más lo que se produzca en marzo. Por ello, pide al sector que intervenga de forma privada para retirar aceite y, de este modo, regular tanto los precios en caída como el previsible excedente de campaña.
España ha producido hasta finales de febrero 1.693.807 toneladas de aceite de oliva, según los datos provisionales de la AICA (Agencia de Información y Control Alimentario). La cifra supone casi 150.000 toneladas más que lo aforado en un principio, que se fijó en 1,55 millones de toneladas, aunque más tarde se rectificó a 1,6 millones. Destacan los incrementos de producción sobre lo previsto de zonas como Córdoba, Sevilla o Castilla la Mancha.
La retirada de aceite es, según Asaja, la única solución viable para impedir que los precios lleguen a desencadenar la ayuda al almacenamiento privado cuando ya son de ruina.
COAG Andalucía se ha mostrado satisfecha con el compromiso de la consejera Crespo, tras la reunión del Consejo Andaluz del Olivar pues considera que "ha mostrado una actitud proactiva y recoge reivindicaciones históricas del conjunto del sector, y de esta organización en particular".
También valora que la consejera "ha asumido un compromiso importante, que veníamos reclamando desde COAG Andalucía, como es el de mejorar el plan de control e inspección que desarrolla la Junta en cuanto a calidades de aceite y al cumplimiento de las normas de etiquetado". "Controlar la calidad del aceite de oliva en la cadena es esencial, así como incrementar la promoción de este producto", añaden.
Por su lado, el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego Martínez, comentó al final de la reunión que no se trata de una situación insalvable, sino puntual y que viene, en buena medida, provocada por la atomización del sector. "No tenemos los mecanismos adecuados de concentración de la oferta y se provocan tensiones en estos momentos de mayor producción como es el inicio de la campaña", agregó Gallego.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía resalta su apuesta decidida por la autorregulación, medida que vienen demandando desde hace años "y que viene contemplada en el Reglamento 1308/2013 por el que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios, permitida para el sector del vino, pero que no se acaba de definir para el aceite de oliva".
Explica que el contexto internacional favorece los intereses de productores y cooperativas españolas, sobre todo según vaya avanzando el ejercicio, cerrándose la entrada de aceituna en las almazaras y agotándose las existencias en otros países.
De hecho, el Consejo Oleícola Internacional, con los datos recabados por la CE, ha vuelto a realizar ajustes en sus cifras, de modo que el incremento de España queda amortiguado por el descenso en otros estados, arrojando una producción mundial estimada de 3.163.000 toneladas de aceite de oliva para esta campaña 2018-2019, que será un 4,5% inferior a la del año pasado y en la que España representará el 55% de la oferta, con unas previsiones de consumo cercanas a 3.000.000 de toneladas, que podrían superarse de mantenerse los buenos datos correspondientes a las salidas.
Y el secretario general de la Organización, y responsable de la Sectorial del Aceite de UPA Federal, Cristóbal Cano, insiste en que la injustificada situación de precios a la baja que está sufriendo el sector en estos meses, está motivada, fundamentalmente, "por estrategias comerciales suicidas que banalizan el aceite de oliva y mandan un mensaje erróneo al consumidor de que el aceite tiene poco valor".
"Una de las soluciones -dice- pasa por la concentración de la oferta, pero no es el único modelo". "Desde UPA entendemos -dice- que se tiene que apostar por la diferenciación del aceite, sobre todo en zonas de olivar con mayores costes de producción", añade.
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