Savia reclama que el ibérico de bellota salga de la Norma
Futuro de la dehesa
La Fundación envía al Ministerio un decálogo de recomendaciones para proteger la dehesa.
La Fundación Savia insiste en denunciar la crítica situación que atraviesa la dehesa, medio en el que se cría el ibérico puro y apuesta por una modificación de la Norma de Calidad en la que el ibérico de bellota salga fuera.
El grupo de expertos de la organización ha elaborado un decálogo con recomendaciones en este sentido que dirige a la Administración, para lo tenga en cuenta en estos momentos de negociación de la futura PAC 2021-2027.
El primer punto es aclarar que la Dehesa es un Sistema Agrario -agroganadero-, con árboles diseminados dedicados a la producción de frutos -bellotas-, para la alimentación del ganado. “Así está definida científicamente por los más importantes investigadores de nuestro país”, señala Savia.
En segundo lugar, insiste en que la dehesa y la ganadería extensiva están indisolublemente unidas. Forman un binomio inseparable, en el que el hombre, haciendo uso del ganado, modela el paisaje, consiguiendo una interacción armoniosa con la naturaleza. “Así está reconocido internacionalmente por la Unesco, como Reserva de la Biosfera”, señala la Fundación.
Crisis económica
Como tercer argumento, explica que “la profunda y compleja crisis económica que atraviesa la dehesa se asienta principalmente en el error de planteamiento que la Administración española ha hecho en Bruselas desde nuestra entrada en la UE, considerándola como un Sistema Forestal; lo que la sitúa en un lugar muy débil y vulnerable dentro de la Política Agraria Común (PAC), pues la Unión Europea no tiene Política Forestal Común”.
Como siguiente punto, Savia advierte que “este error Administrativo le supone a los ganaderos de la dehesa un déficit estructural económico de entre 150 y 200 euros por hectárea al año, pues están recibiendo injustamente de la PAC, como Pasto Forestal, unos 100 euros por hectárea y año, sumando tierra y ganado, en lugar de recibir los 250 euros de media que reciben los demás agricultores españoles como Ayuda a la Renta por mantener el campo cultivado.
En el quinto apartado Savia expone que “la salvación económica de esta joya agraria depende solo y exclusivamente de una decisión política valiente e innovadora, que la considere administrativamente como sistema agrario singular y la saque de la Ley de Montes, en la que se encuentra muy infravalorada y mezclada con montes, eriales, roquedos, arenales y demás tierras abandonadas, que están fuera de la PAC y sometidas al CAP”.
Tuberculosis
El sexto objetivo del decálogo se refiere a la tuberculosis animal, pues señala que la erradicación es extremadamente difícil en la dehesa “mientras que se acepte la convivencia de los animales domésticos con los jabalíes y ciervos, unos reservorios endémicos tuberculosos”.
La séptima consideración es que el cerdo ibérico de bellota debe salir de la Norma de Calidad del Cerdo Ibérico. “Esta Norma está hecha pensando en el Cerdo Cruzado de Pienso, que se beneficia del buen nombre del cerdo ibérico integrado en la dehesa, provocando una competencia desleal en el mercado.
En octavo lugar, Savia pide que reconozca que la Seca coincide con un mal manejo de la Dehesa y el ganado, que provoca una situación de estrés que rompe el equilibrio existente entre la salud del árbol y el incremento de la patogenicidad de bacterias, hongos y parásitos.
La Fundación considera que hay que adecuar, la carga ganadera de la Dehesa en consonancia con su capacidad productiva, “ya que constituye un ecosistema dinámico en equilibrio inestable, que el hombre tiene que mantener diariamente, integrando armoniosamente ganado, pastos y árboles”.
Ley Nacional de la Dehesa
Y, por último, Savia cree “necesario y urgente” establecer un nuevo Marco Estratégico para el adecuado mantenimiento y conservación de la Dehesa dentro de la PAC. En su opinión “es el momento de abordar una Ley Nacional de la Dehesa que, por un lado, la ponga en valor como productora de bienes públicos, en cuanto a conservación medioambiental, biodiversidad, bienestar animal, amortiguación del cambio climático y lucha contra el fuego y la desertización; y por otro lado, permita comercializar todas sus producciones mediante la marca dehesa, como símbolo de prestigio y diferenciación”.
La Fundación Savia culpa de la crisis de la dehesa a la Administración, “pues insiste en continuar con las erróneas políticas que la han llevado a la situación crítica en la que se encuentra, ante la incredulidad y desconcierto de los ganaderos que se preguntan qué pueden hacer ellos más que hacen para salvarla, que trabajan de sol a sol y están descapitalizados por las pérdidas que acumulan anualmente”.
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