Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
La Voz Invitada
El mundo rural vuelve a estar presente en los medios de comunicación y en la agenda política después de mucho tiempo de silencio. El problema de la despoblación y el envejecimiento han puesto de moda de nuevo nuestros pueblos y ha traído el consenso de organizaciones, entidades, asociaciones, Grupos de Desarrollo Rural, Redes Regionales y administraciones para afrontar entre todos esta grave pérdida de habitantes que sufren los territorios rurales.
Paralelamente a esta gran preocupación por el despoblamiento, el mundo rural ha comenzado a escribir con fuerza un nuevo discurso que habla de sus problemas, pero también de las bondades de vivir en lo rural: por ejemplo, tranquilidad, paisaje, patrimonio cultural, estilo de vida saludable, soberanía alimentaria o cercanía y vecindad. Y, sobre todo, que los pequeños pueblos ofrecen grandes y únicas oportunidades para vivir y trabajar.
En ese nuevo discurso que se está construyendo desde lo rural, los Grupos de Desarrollo Rural, entidades privadas que gestionan fondos europeos para diversificar la economía de las zonas rurales, juegan un papel fundamental. Y es que su experiencia en gestión de fondos europeos y el apoyo a los emprendedores rurales en los casi 30 años de trayectoria avalan su razón de ser.
En estas tres décadas de trabajo “a pie de campo” y “codo con codo” con los habitantes de las zonas rurales, han demostrado que son claves para vertebrar los territorios rurales. Han demostrado que son los mejores dinamizadores del medio rural y en algunos territorios son el único elemento de dinamización y coordinación de la vida social y económica.
Este trabajo comprometido con el medio rural y sus gentes ha contribuido, sin lugar a dudas, a mantener la población rural. De ahí que hayamos acogido con gran entusiasmo la creación de “Oficinas de despoblación” en las comarcas rurales que requieran de una intervención urgente en materia demográfica. Una propuesta incluida en el programa de Gobierno presentado por PSOE y Unidas Podemos que aplaudimos todas las redes regionales de desarrollo rural.
Tanto es así que la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), cuya vicepresidencia ostenta ARA, ha dado un paso al frente proponiendo que sean las Redes Regionales de Desarrollo Rural las que conformen dichas oficinas.
Como se recoge en dicha propuesta, “la función de estas oficinas será la de acompañar a las personas o empresas que quieran instalarse en la zona, facilitándoles todos los contactos y la mediación en el proceso”.
Desde ARA compartimos los argumentos de la REDR que sostiene que “las redes regionales han demostrado su capacidad coordinadora, cooperativa y colaboradora entre los diferentes y muy variados actores del medio rural en todas las Comunidades Autónomas del Estado: administraciones públicas, empresas, ayuntamientos, sociedad civil y asociaciones”.
Tenemos que aprovechar el momento en el que nos encontramos, con la apuesta clara del Ejecutivo nacional de afrontar el problema de la despoblación.
Las redes regionales, que representan a los más de 250 Grupos de Desarrollo Rural que operan en España, cuentan con la infraestructura, medios y equipos técnicos para llevar a buen puerto la “repoblación” del mundo rural.
En el caso de Andalucía, nuestra Asociación es la única red que representa a todos los Grupos de Desarrollo Rural andaluces repartidos por la geografía andaluza. Los Grupos a los que representamos están presentes en todas las zonas rurales Leader de Andalucía abarcando el 90% del territorio andaluz.
A esto hay que sumar la experiencia de los más de 250 trabajadores y trabajadoras que integran los equipos técnicos de los Grupos de Desarrollo Rural.
Existe, por tanto, consenso en que todos tenemos que afrontar el problema de la despoblación de ahí que los Grupos de Desarrollo Rural sean una magnífica herramienta para seguir manteniendo la población rural.
El problema de la despoblación ha dado al mundo rural un gran protagonismo y es objeto de debate y análisis de instituciones y demás colectivos. No obstante, esta cuestión viene de tiempo atrás y ya desde 1991 la Comisión Europea puso en marcha los programas de desarrollo rural, como experiencia piloto, para diversificar la economía de los territorios rurales y evitar el abandono de sus habitantes hacia la ciudad.
Esta experiencia piloto comenzó con 9 Grupos de Desarrollo Rural en Andalucía siendo en la actualidad, 48 el número de Grupos que trabajan en las zonas rurales Leader de nuestra comunidad autónoma. En cifras, estamos hablando de 713 municipios rurales y una población de más de 3,7 millones de habitantes.
Según un informe de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Andalucía cuenta con 786 municipios y un total de 8.388.107 habitantes. Más de un tercio de los municipios, 270, tienen menos de 1.500 habitantes; 409 municipios tienen menos de 3.000 habitantes y 522 menos de 5.000 personas. Las zonas rurales cuentan con el 12,3% de la población.
La mitad de la población andaluza reside en 29 grandes ciudades en tanto que el 10% lo hace en 512 municipios. El 11% de la población andaluza vive en los 522 municipios de menos de 5.000 habitantes y dos de cada tres de estos municipios, 346, pierden población desde inicios del año 2000.
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