Jaime Martínez-Conradi: “La cotitularidad es clave para la igualdad en las cooperativas”

Entrevista al director de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía

En la explotaciones en titularidad compartida, mujer y hombre administrarán en igualdad de condiciones. Martínez-Conradi insiste en que la descompensación entre mujeres y hombres sigue siendo grande

Jaime Martínez-Conradi, en la sede de Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía.
Jaime Martínez-Conradi, en la sede de Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía.
A. Estrella Yáñez

10 de septiembre 2019 - 01:10

El 30% de las personas asociadas a las cooperativas del sector agroalimentario en Andalucía son mujeres. Son datos extraídos del último Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (Oscae), que reflejan una mejora de cinco puntos, con respecto a los registrados hace una década. Sin embargo, todavía existe una gran desigualdad en cuanto a la presencia de agricultores y agricultoras o ganaderos y ganaderas en las cooperativas.

En esta diferente participación entre hombres y mujeres influyen varios factores, si bien uno que parece determinante es que la labor de muchas trabajadoras vinculadas a las explotaciones agrarias continúa en la invisibilidad al no poseer relación jurídica o administrativa con las fincas. Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía quiere revertir estos datos y, con ello, incrementar la representación de la mujer en las cooperativas ya que, para obtener la condición de persona asociada, necesariamente se requiere ser titular de una explotación.

–¿Cómo esperan dar la vuelta a estas cifras?

–El proceso es lento y largo. Sin embargo, desde que en 2010 Cooperativas Agro-alimentarias viene trabajando en acciones de igualdad, las estadísticas dicen que hemos mejorado las cifras y que ahora hay más mujeres que entonces. Es cierto que tenemos que intensificar la labor si deseamos lograr resultados más rápidos y notables. Por ello, actualmente trabajamos en el proyecto “Intermediación experta para el fomento de la titularidad compartida en explotaciones agrarias”, financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, dentro del Programa de Apoyo a la Promoción y el Desarrollo de la Economía Social para el Empleo.

–¿Qué acciones están llevando a cabo dentro de este programa?

–Son varias. Por un lado, estamos concluyendo la impartición de ocho jornadas informativas por toda Andalucía, dirigidas al personal técnico de las cooperativas, a agricultores y a agricultoras, en las que proporcionamos los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para poder informar y guiar a las personas interesadas en dar de alta su explotación en titularidad compartida. Por otro, estamos editando un manual que sirva de apoyo a nuestros técnicos a la hora de informar sobre el proceso. En él se especifican los pasos a seguir para efectuar correctamente el registro, así como los beneficios, requisitos e implicaciones, tanto fiscales como en la Seguridad Social, para los titulares de este tipo de explotaciones en cotitularidad.

LOGO CONSEJERÍA EMPLEO (1)
LOGO CONSEJERÍA EMPLEO (1)

–¿Qué requisitos deben cumplir los titulares?

–La cotitularidad es una opción voluntaria que tienen los matrimonios o parejas unidas por una relación análoga. La explotación debe estar inscrita en el registro de la Consejería de Agricultura y, además, las dos personas titulares deberán estar dadas de alta en la Seguridad Social, trabajar de modo directo y residir en el ámbito territorial donde se halle la finca. Igualmente, deberán de disponer de un NIF y de una cuenta corriente conjunta.

–¿Y en cuanto a los beneficios, cuáles destacaría?

–En las explotaciones en las que se dé la cotitularidad, tanto la mujer como el hombre podrán representar, gestionar y administrarla en igualdad de condiciones, motivo por el que la responsabilidad será directa, personal, solidaria e ilimitada para las dos personas. Esto se traduce en que los rendimientos generados se repartirán al 50% y, por tanto, ambos tendrán derechos derivados de la cotización a la Seguridad Social como trabajadores autónomos. Además, hombre y mujer serán beneficiarios a partes iguales de las ayudas y subvenciones de las que sea objeto la explotación. También es interesante destacar que los titulares menores de 50 años que se den de alta en el Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrario (SETA y RETA) tendrán una reducción del 30% en las cuotas de la Seguridad Social, durante los cinco primeros años, una ayuda que, sumada a la de familiar colaborador, puede permitir un descuento del 80%.

–¿Qué tienen que hacer los interesados?

–Como en todo proceso administrativo, los interesados no se van a librar del papeleo. Primero, tendrán que solicitar ante Hacienda un NIF para la titularidad compartida. Además, el nuevo titular deberá darse de alta en la Seguridad Social; y, finalmente, inscribirse en el Registro de Titularidad Compartida, gestionado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Mujer recogiendo la fresa.
Mujer recogiendo la fresa.

–¿Cuántas personas figuran ya en este registro?

–A nuestro juicio, el número explotaciones en titularidad compartida de la región es muy insuficiente. Lamentablemente, Andalucía cuenta con muy pocas inscripciones porque el registro lleva pocos meses en activo; menos de un año, si bien la ley por la que se creó data de 2011. A nivel nacional, escasamente se superan las 600 explotaciones en cotitularidad, un número muy lejos de las expectativas marcadas por la Administración. A través de diferentes cursos y jornadas, hemos detectado un desconocimiento y falta de información en el sector sobre este tema y de ahí nace este proyecto.

–¿Cómo puede repercutir este proyecto en la mayor igualdad de las cooperativas?

–Sencillo. El objetivo de la cotitularidad es visibilizar el trabajo de la mujer, otorgarle el reconocimiento que merece para que tenga los mismos derechos de representación que el hombre. De esta forma, tendrán las mismas oportunidades de participación en las cooperativas. A nivel de empleados y empleadas, existe bastante equilibrio numérico, pero la descompensación entre socios y socias dedicados a la actividad agraria continúa siendo grande, un desequilibrio que se hace aún más evidente en la participación en sus órganos de decisión, como son asambleas y consejos rectores.

Mujer trabajando en el olivar.
Mujer trabajando en el olivar.

–¿Qué otros proyectos llevan a cabo en la materia?

–He de decir que agradecemos enormemente la implicación y apoyo de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, mediante el Programa de Apoyo a la Promoción y el Desarrollo de la Economía Social para el Empleo. De su mano, además de este proyecto, estamos concluyendo también la segunda parte de un proyecto de planes de igualdad, con el que ya son 40 las cooperativas que los han implementado en Andalucía, así como otro para fomentar el asociacionismo de mujeres cooperativistas. Al margen de esto, llevamos ya diez años trabajando en programas nacionales de sensibilización y formación, y estamos reforzando todas las acciones también desde Amcae-Andalucía, la asociación de mujeres cooperativistas promovida por Cooperativas Agro-alimentarias, con poco más de un año de andadura, y junto a la cual esperamos obtener resultados más que satisfactorios los próximos años.

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