El ibérico se aferra a su calidad ante la crisis del canal horeca
Ganadería
Empieza la campaña de montanera en las dehesas. El sector estima pérdidas de 60 millones de euros por la baja comercialización. APP Ibérico, información total sobre cada una de las piezas
Cuando comienza la campaña de la montanera y los cochinos de pata negra retozan bajo encinas y alcornoques disfrutando de las bellotas que enriquecerán sus carnes y después los platos de los consumidores, el sector del ibérico tiembla por las malas perspectivas de comercialización que otean en puertas de las fiestas navideñas y hablan de pérdidas sólo en Andalucía de hasta 60 millones de euros.
La calidad y la seguridad en la elaboración de los productos y la información al consumidor son las armas con las que cuenta el sector para librar la dura batalla de la crisis económica a la que nos ha conducido el Covid y ha derivado en un canal horeca mermado como nunca se pudo imaginar.
El sector pide una reordenación de las ayudas que no se han ejecutado y subraya los altos parámetros de calidad, trazabilidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental de estas producciones.
Recuerda también al consumidor que el sector Ibérico ha desarrollado la APP, “Ibérico”, que permite a los consumidores consultar la trazabilidad de las piezas y verificar que cumplen con la normativa vigente, gracias a la lectura del código de barras único e individual que figura en cada precinto.
La APP es totalmente gratuita y está disponible para IOS (Apple) y Android (Google) y ha sido impulsada por Asici, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico.
Intuitiva e interactiva, la aplicación cuenta con 26.000 descargas y los usuarios han realizado más de 310.000 lecturas de precintos. Ibérico es una muestra más del compromiso del sector por informar de las calidades y dar transparencia sobre la calidad y trazabilidad de sus producciones a los consumidores.
Con herramientas como esta aplicación, el sector del ibérico se propone plantar cara a la dura crisis que padece, pues ocho meses después de decretarse el primer estado de alarma en España, las ventas han caído un 50%, como consecuencia de los cierres y limitaciones en el canal horeca (cafeterías, bares y restaurantes), y por los efectos en el empleo y el poder adquisitivo de los consumidores, advierte el presidente del Grupo de Trabajo de Ibérico de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Agustín González.
El sector productor de ibérico hace cálculos y el representante regional y a su vez nacional de Cooperativas Agro-alimentarias, considera que los ganaderos españoles van a perder 250 millones de euros en 2020, de los cuales 60 corresponderán a Andalucía. Según concreta, este año los ganaderos de ibérico perderán en torno a 150 euros por ibérico puro de montanera; 100 euros por animal de cebo de campo y unos 50 en animales ibéricos de cebo.
Por ello, Agustín González valora las líneas de ayudas aprobadas por la Consejería y el Ministerio de Agricultura. En el caso del Gobierno regional han sido 4,2 millones de euros los que se han puesto a disposición del sector, dirigidos tanto a productores como a pymes, a través de fondos Feader. Por su parte, el Ministerio de Agricultura habilitó en julio una ayuda de 10 millones de euros, encaminada a reducir la oferta de transformados ibéricos, mediante su derivación a venta en fresco.
No obstante, sobre esta última Agustín González comenta que no ha funcionado y que más de 8 millones de euros se han quedado sin repartir, por lo que desde Cooperativas Agro-alimentarias de España se ha solicitado al Ministerio de Agricultura que el presupuesto sobrante se destine a reducir la cabaña de madres ibéricas, medida que debería haberse contemplado y que, para la federación, es clave. “En definitiva, lo que pretendemos es poder regular la oferta para que el excedente no genere más costes a los productores”, explica.
En su apuesta por la transparencia como garantía para el consumidor, el Ibérico ha impulsado iniciativas como Ítaca (Sistema de Identificación, Trazabilidad y Calidad), un sistema digital que sostiene la trazabilidad completa de las producciones de Ibérico, “desde el campo a la mesa”, buscando aportar una absoluta confianza al consumidor a la hora de realizar su compra y posicionando al Ibérico como un referente en términos de garantía de calidad.
Precintos
En función de la raza (100% Ibérico, 75% o 50% Raza Ibérica) y de la alimentación (bellota, cebo de campo y cebo), el sistema de trazabilidad asigna a cada pieza un precinto obligatorio, único e individual, que garantiza que ese jamón es efectivamente Ibérico.
El consumidor solo debe prestar atención al precinto de Norma de Calidad del Ibérico, con el logotipo de Asici, y a su color para conocer qué categoría de jamón ibérico está comprando. No hay lugar para la duda. Son Ibéricos los jamones o paletas que llevan alguno de los cuatro precintos.
También el porcino de capa blanca destaca en estos momentos la calidad de sus productos y en el marco de la Semana Mundial de la Concienciación sobre el uso de Antibióticos Interporc (Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca) recuerda que la carne de cerdo que comemos está libre de antibióticos, cumple con los controles más exigentes y viene avalada por el modelo de producción europeo, el más exigente del mundo, que garantiza que todos sus productos se ajustan a la normativa comunitaria en seguridad alimentaria y trazabilidad.
Cumplimiento de la normativa
Los ganaderos y veterinarios, conscientes de que lo que se juegan, son los primeros interesados en el cumplimiento estricto de la normativa. “Reducir el uso de antibióticos es clave para evitar el desarrollo de bacterias multirresistentes, que se traduce en una prolongación de la enfermedad y en tener que aplicar tratamientos más costosos”, señala Interporc.
El Plan Nacional de Investigación de Residuos Plan Nacional de Investigación de Residuos(PNIR), en vigor en España desde 1989, es el instrumento de control de la presencia de determinadas sustancias y sus metabolitos y residuos de medicamentos en animales vivos y sus productos.
“En el caso de que algún animal enferme y deba ser tratado, el tratamiento se realiza bajo supervisión y prescripción veterinaria. Una vez que el animal ha recuperado la salud y, si está en peso, se envía a la industria de transformación” explica Interporc.
“En este aspecto -agrega- se registra el tratamiento en el Libro de Tratamientos controlado por los Servicios Veterinarios Oficiales y se verifica que se han cumplido los períodos de supresión que garantizan la no presencia de antibióticos en el animal. Por lo tanto, todos los productos están libres de cualquier antibiótico”.
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