Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Estabilidad financiera y geopolítica
Política Hidráulica
Los regantes están apurados por la corta dotación de agua y piden un alivio económico para sobrellevar la situación. Lo más inmediato es que mañana mismo se abre el plazo de un nuevo programa de ayudas de la Agencia Andaluza de la Energía para impulsar la eficiencia energética en el sector agropecuario y de regadío.
Pero Feragua reclama con insistencia la condonación de cánones y tarifas de riego a todas las zonas regables afectadas por fuertes restricciones en su dotación, entre las que están las explotaciones que toman agua del Sistema de Regulación General de la Cuenca del Guadalquivir. Así lo ha manifestado en las diferentes Juntas de Explotación celebradas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en Córdoba, Sevilla, Jaén y Granada para informar de la previsión del próximo año.
Los socios de Feragua consideran que “no se trata, en todo caso, de una medida que nos estemos sacando de la manga, sino que hay precedentes cercanos. Así, en los años 2006, 2007 y 2008, con una situación de sequía y dotaciones restrictivas iguales a la de esta campaña, el Gobierno concedió la exención de los cánones y tarifas a los regantes afectados por las restricciones”.
Además recuerdan “el enorme esfuerzo que para el regadío de la Regulación General representa disponer solo de la mitad de agua para regar, y las implicaciones que eso supone: tierras dejadas en barbecho sin sembrar, cambios de planificación hacia cultivos menos demandantes de agua, pero de mucha menor rentabilidad y, en consecuencia de lo anterior, explotaciones al límite de su viabilidad económica”.
Explican que se trata de una situación a la que se suma el desbordante precio de la electricidad y el desgaste financiero que muchas comunidades y regantes están actualmente soportando a causa de sus proyectos de modernización de regadíos y de la apuesta por las energías renovables.
Ante esta situación, señala Feragua “hemos urgido al organismo de cuenca a que transmita su demanda del regadío al Ministerio de Transición Ecológica y se den los pasos administrativos necesarios para que el Gobierno pueda decretar la referida condonación antes de que los recibos de las nuevas tarifas se pongan al cobro, en otoño próximo, asfixiando aún más la difícil situación económica de muchas explotaciones agrícolas de regadío”.
Tal es la situación que tras la Asamblea Informativa celebrada en Lebrija, convocada por las Comunidades de Regantes, las Cooperativas, los Alcaldes y COAG Sevilla, los regantes de la Comarca del Bajo Guadalquivir acordaron comenzar un periodo de movilizaciones para exigir a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir una pequeña dotación de agua de riego que necesitan los cultivos en estos días para concluir su ciclo vegetativo. La primera acción se llevó a cabo el pasado 13 de julio, aprovechando la sesión ordinaria de la Junta de Explotación del Guadalquivir Bajo.
La zona regable del Bajo Guadalquivir se caracteriza por cultivos de marcado carácter social, hortícolas, remolacha, tomate de industria y algodón mayoritariamente, que mantienen el tejido productivo rural con industria asociada y generadores de empleo. Además, los agricultores explican que en esta zona se han acometido importantes inversiones en obras de modernización de regadíos y gracias a estas, se usan sistemas de riego muy eficientes, que permiten controlar en todo momento el volumen consumido.
“Muchas de nuestras explotaciones -dicen- se encuentran en una encrucijada porque están a punto de agotar sus dotaciones de riego, teniendo que abandonar por ello cultivos que demandan mucha mano de obra”.
“Sabemos que el objetivo, tal y como lo han anunciado desde Confederación en numerosas ocasiones, es impedir que la cuenca entre en situación de emergencia y estamos de acuerdo con esta premisa y confiamos en que ningún regante desea esta situación, pero según el mismo Plan Especial de Sequía aun queda margen para proteger a toda la cuenca de este estado, ya que el umbral para entrar en situación de emergencia está en 914 Hm3 embalsados. Actualmente, a fecha de hoy, hay 1.736,390 Hm3”, señalan.
Recuerdan que además de este margen, su petición se basa en los datos de la tabla de desembalses de referencia, con la que se decide cuál es el volumen adecuado a desembalsar según el volumen embalsado en cada sistema y mes del año, confeccionada en base a la experiencia de situaciones de sequía de los últimos 15 años. “Con esta referencia -dicen- sabemos que, en ningún momento, se ha llegado al máximo desembalse que el sistema soportaría sin comprometer la cuenca”.
Explican que el día 9 de junio, con 1.902 Hm3 embalsados, el máximo desembalse de referencia era de 1.020 hm3, lo que supone un margen de actuación de 95 Hm3, que descontando la reserva de 40 Hm3 reservados para el olivar nos quedarían 55 Hm3 para hacer un segundo reparto.
Las dos Comunidades de Regantes de la zona regable del Bajo Guadalquivir, han calculado que necesitan menos de 13 Hm3 para cubrir sus necesidades de riego sin dejar perder sus cultivos. El cálculo se hace en base a la reducción de su dotación recibida por parte de Confederación, a la mitad de la concesional y contando con una pérdida del 20% de la dotación, en lugar del 50% que se proponía inicialmente, con lo que se salvaría gran parte de la cosecha.
“En las actuales circunstancias -dicen- nos encontramos con que muchos regantes tienen ya sus contadores llegando al límite por lo que se han planteado abandonar unos cultivos para medio salvar otros y, por tanto, se va a dejar de contratar mucha mano de obra y lo peor es que los cultivos que no se han secado ya, se secarán en las próximas semanas si no se atienden nuestras demandas, con lo que se incrementará sustancialmente la pérdida de jornales contratados”.
Las Comunidades de Regantes, las Cooperativas, los Alcaldes y COAG Sevilla añaden que a los jornales perdidos hay que sumar la reducción de actividad económica y el cierre de establecimientos de la industria auxiliar y cooperativa que se producirá por el abandono de los cultivos. “Son muchos los puestos de trabajo que desaparecerán si no se atiende nuestra exigencia de agua para los cultivos, poniendo en grave peligro la paz social imperante en la Comarca”, agregan.
Precisamente Feragua, la Agencia Andaluza de la Energía y a la Consejería de Hacienda han firmado la pasada semana un protocolo de colaboración para contribuir al desarrollo energético sostenible en el regadío andaluz con el impulso de las energías renovables, que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2022.
La Agencia Andaluza de la Energía está ayudando a la eficiencia energética en el sector agropecuario y de regadío a través de un nuevo programa de subvenciones cuyo plazo para presentar las solicitudes se abre mañana 28 de julio.
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