Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Estabilidad financiera y geopolítica
Política Agrícola Comunitaria
En sólo dos días, el próximo 14 de octubre, los tractores de las explotaciones agrarias andaluzas dejarán sus campos para concentrarse en Sevilla y llamar la atención de todos sobre su rechazo al Plan Estratégico Nacional que el Ministerio de Agricultura prepara para la nueva Política Agrícola Comunitaria (PAC) que, aseguran, hará perder al sector más de 100 millones de euros anuales.
Las organizaciones Asaja, COAG y UPA y las Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía han hecho un llamamiento a todos los agricultores y ganaderos de la región para que se sumen a una caravana “en defensa de una PAC justa para los agricultores y ganaderos de Andalucía y en protesta ante el incumplimiento de Luis Planas con la realidad y la diversidad productiva del campo andaluz”.
Cuando empezaron con las anteriores movilizaciones la pandemia del Covid se cruzó en medio de las protestas del sector agrario, que dejó las actuaciones y se entregó de lleno a colaborar para atender las necesidades de la población en tan graves circunstancias.
Pero ahora va a por todas y parece que las tractoradas no serán flor de un día, pues ya han avisado de que si no se modifica el Plan Estratégico Nacional “esta protesta será la primera de un periodo de movilización permanente, que no se paralizará hasta que se atienda y se reconozca el esfuerzo de nuestra región”.
El 28 de septiembre de 2020, los productores firmaron la “Declaración Institucional de Andalucía sobre el Futuro de la PAC”, donde fijaron sus objetivos: la defensa de un modelo inclusivo, que tenga en cuenta la actividad agraria real; diverso, que contemple el mayor número de regiones posibles; paulatino para evitar los impactos bruscos; coherente vinculando los ecoesquemas y las ayudas directas a las regiones productivas y respetuoso con la realidad agraria de cada una de las regiones productivas. Estas demandas “siguen constituyendo la base de la unidad de acción que lleva a las organizaciones representativas del sector agrario andaluz a sacar, una vez más, los tractores a la calle”, afirman las mismas.
Asaja, COAG y UPA y las Cooperativas Agro-alimentarias entienden que el Ministerio de Agricultura está diseñando un modelo productivo a través del Plan Estratégico Nacional de la PAC que no refleja nuestro potencial productivo, “ya que no puede olvidarse que una parte muy importante del presupuesto para la PAC en España es fruto del trabajo de los agricultores y los ganaderos andaluces y, por tanto, en clara respuesta a su relevancia agraria en el conjunto de España. Por este motivo, el sector agrario insiste en que, si el Plan Estratégico Nacional no reconoce la situación estratégica de Andalucía, los agricultores y los ganaderos andaluces se manifestarán sine die”.
Los productores explican que la última propuesta del Ministerio de Agricultura al establecer un máximo de 20 regiones penaliza la diversidad productiva de Andalucía. Las organizaciones representativas del sector agrario andaluz exigen “cambios sustanciales para conseguir el necesario equilibrio territorial y productivo, minimizando el impacto real y las pérdidas que de estas nuevas regiones se derivarían para miles de agricultores y ganaderos andaluces”.
Entienden que la propuesta de ecoesquemas recogida en el Plan Estratégico Nacional supone una clara pérdida de renta para el campo andaluz “al desvincular las nuevas prácticas medioambientales de las regiones productivas en las que se van a implantar”. “Además –dicen- la propuesta impide aplicar más de un ecoesquema por explotación, lo que desincentiva a los agricultores dispuestos a ir más allá en materia de sostenibilidad. Si el departamento de Luis Planas persiste en desvincular ecoesquemas y regiones productivas la consecuencia inmediata sería la pérdida, sólo por este concepto, de más de 50 millones de euros anuales en Andalucía”.
Asimismo, las organizaciones representativas del sector agrario andaluz mantienen que el Plan Estratégico Nacional no debe introducir criterios que dejen fuera a agricultores y ganaderos pluriactivos, con otras actividades económicas, pero para los que la actividad agraria supone un complemento de renta y reclaman que “las ayudas directas deben dirigirse a los agricultores y ganaderos que realicen una actividad agraria real y efectiva”.
En opinión de los convocantes a las movilizaciones, las nuevas estrategias medioambientales de la Comisión Europea como son “De la granja a la mesa” y “Biodiversidad 2030”, “van a dar lugar a descensos considerables de la producción, al aumento de costes, a la pérdida de competitividad y en definitiva al empobrecimiento del sector productivo”. Dicen que los propios informes de la Comisión Europea y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos así lo reconocen y por ello “el sector agrario andaluz exige la oposición frontal del Ministerio de Agricultura a estas iniciativas políticas”.
En resumen, afirman que todas estas cuestiones, supondrían pérdidas de más de 100 millones de euros anuales para los agricultores y ganaderos de Andalucía y que más de 50.000 perceptores podrían quedar fuera del sistema de ayudas si se endurece la propuesta en la línea demandada por algunas comunidades autónomas.
Las organizaciones firmantes de la Declaración Institucional de Andalucía sobre el Futuro de la PAC “se reafirman en su compromiso de mantener la unidad de acción y las protestas frente a cualquier propuesta que merme la rentabilidad del campo andaluz”.
Sostienen que en el último año los agricultores y ganaderos andaluces han salido ya a la calle en una decena de ocasiones en defensa de una PAC justa.
En concreto en Sevilla se manifestaron en la Plaza de España el pasado 15 de abril con el objetivo de que el Plan Estratégico Nacional que finalmente presente en Bruselas el Gobierno de España sea fruto del consenso, la colaboración y el reconocimiento del peso estratégico que tiene Andalucía en el conjunto de la agricultura y la ganadería españolas.
Como recuerdan las organizaciones agrarias y las cooperativas, una PAC favorable a los agricultores y los ganaderos andaluces se traducirá en crecimiento para toda la comunidad autónoma. En este sentido, mantienen que el complejo agroalimentario es un motor socioeconómico fundamental para la región, que dinamiza el medio rural, genera más del 10% del empleo de la región y supera los 18.000 millones de euros de negocio. Asimismo, equilibra la balanza comercial, con un saldo positivo cercano a los 6.500 millones de euros, contribuye a la conservación del medio ambiente y fija población al territorio.
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