Cándido Méndez, "muy preocupado" por el impacto del caso de los ERE

Lisboa/El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, reconoció sentirse "muy preocupado" por el impacto del caso de los ERE en la imagen del sindicato e incidió en que se corregirán todos los errores e irregularidades que detecte la Justicia. En Lisboa, adonde acudió para participar en un foro celebrado con motivo del 35º aniversario de la central UGT en Portugal, Méndez admitió que el descrédito creciente en España y toda Europa hacia las instituciones públicas afecta igualmente a los sindicatos. "Me siento muy preocupado -por el escándalo de los ERE en Andalucía-, e indudablemente las cosas que hayamos hecho mal no las volveremos a repetir", aseguró.

Este caso, que instruye la jueza Mercedes Alaya, investiga la aparición de presuntas facturas falsas emitidas por la delegación andaluza de UGT para desviar fondos públicos destinados a actividades de formación. Méndez recordó que hubo una investigación interna en Andalucía para averiguar lo ocurrido y reiteró el compromiso del sindicato para facilitar "toda la documentación que se requiera a disposición de los tribunales".

El líder sindical, no obstante, inscribió el caso de los ERE en un contexto en el que el poder financiero "pretende debilitar el papel de las organizaciones de trabajadores" y el de los partidos políticos. "La cuestión de fondo no es que hayamos hecho o dejado de hacer alguna cosa mal y tengamos sombras que corregir, algo que no ocultamos y rectificaremos, pero no se puede perder de vista que el capitalismo financiero no admite contrapoderes organizados", explicó.

Méndez se mostró favorable a reformar la Constitución para poner en marcha nuevos mecanismos de democracia directa con el objetivo de que las instituciones democráticas recuperen credibilidad y prestigio social. "Con todos los problemas y las zonas oscuras que podamos ver en las entidades públicas, políticas o incluso en las organizaciones sindicales, las alternativas tienen que venir de ahí", incidió. Méndez resaltó la necesidad de aunar "legalidad y legitimidad", conceptos que -dijo- en ocasiones entran en conflicto en España y citó el fenómeno de los desahucios como un ejemplo de ello.